Hanemiya Kazutora era conocido en su instituto cómo alguien extraño, gran parte de sus compañeros sabía que venía de una familia disfuncional, no tenía muchos amigos, y no parecía sobresalir tanto en los estudios. Aún así, el chico parecía estar lle...
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Han pasado algunos años desde que Kazutora se metió en aquel mundo, también desde que Mikey se unió a su vida.
Las cosas no estaban yendo realmente bien, estaban teniendo algunas dificultades, y ya no podían seguir teniendo contacto con personas más adultas a menudo. Pues siempre los contactaban por grupos de Facebook; ya que era mucho más fácil ver su información y asegurarse de ser un perfil verídico. Pero muchos perfiles y muchos grupos han sido bloqueados por la ley, ya que eran literalmente grupo de pedofilia.
Para personas que estaban en ese "negocio" de manera seria cómo Manjiro y Hanemiya todo fue decayendo.
- Mierda, otra vez bloquearon el perfil del hombre con el que me iba a acostar esta noche- Dijo Mikey mientras caminaba junto a su mejor amigo.
- Es una basura, y ya muchos evitan arriesgarse-
Ambos chicos de 18 años venían caminando directo a su hogares después de unas aburridas clases en su universidad.
- Hey, toratora ~ pero, navegando por Internet pude leer una página de "Sugar Daddys"- cambió repentinamente su tono.
- ¿Sugar Daddy?- Repitió dudoso su amigo.
- Es literalmente lo que hacemos nosotros, pero con un nombre más "educado"- Hizo las comillas con sus dedos.
Kazutora le miró con curiosidad, aquello sí le interesaba demasiado.
- ¿Estarás ocupado? podemos ir a mí departamento-
- Tengo que ayudar en casa o me van a castigar, pero puedo llamarte y enviarte la información-
Kazutora sólo asintió.
- ¿Todavía con miedo que te castiguen? que marica- Comentó Hanemiya entre risas.
- ¡Pues no todos tenemos el lujo de vivir solos en un departamento!-
- No es mi culpa que no sepas cuidar el dinero... Si supieras ahorrar ya te hubieras comprado tu propia casa- le dió un sermón.
Aún con las rabietas del rubio, el menor siguió con una sonrisa.
Y ha diferencia de Manjiro, el si sabía ahorrar, pues si algo deseaba desde pequeño era largarse de esa maldita casa en dónde sufrió sin parar.
Aveces le ganaba la culpa por haberse ido sin permiso.
Pero a su madre no le importaba, a ella sólo le importaba estar drogada.
A su padre menos, pero Kazutora prefería omitir pensar en su padre.
- Bien, toratora, nos vemos mañana! apenas me ponga más cómodo te mando la información- Dijo despidiéndose con una sonrisa y su mano.
Acto seguido, Kazutora ya se encontraba caminando a solas directo a su departamento.
Esperaba que la información que fuera a darle Mikey le sirviera de algo.
