Hanemiya Kazutora era conocido en su instituto cómo alguien extraño, gran parte de sus compañeros sabía que venía de una familia disfuncional, no tenía muchos amigos, y no parecía sobresalir tanto en los estudios. Aún así, el chico parecía estar lle...
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Kazutora aceptó hablar con sus dos compañeros con muchísimas dudas invadiendo dentro de su ser. No tenía nada en contra de ninguno, incluso se sorprendía así mismo que no hubiera rencor alguno para esos chicos, ya que el de lunar se consideraba asquerosamente rencoroso... De todos modos no era algo al que le daba demasiadas vueltas.
El camino hacia el lugar sugerido por el rubio fue bastante incómodo, más que nada por el silencio que comenzó a reinar en el ambiente apenas Chifuyu había cerrado su boca. Hakkai por su parte llevaba callado incluso de antes, tenía un aura pesado y Kazutora podía reconocerlo, y no quería siquiera preguntar directamente qué lo tenía tan callado, pues lo sabía perfectamente. Al parecer la ruptura con el mayor pareció golpear más fuerte en el menor, si Kazutora era sincero podía decir con total libertad que Mitsuya se veía con un peso menos, o eso fue lo que sintió cuando hablaron en la madrugada, quizás el mayor estaba totalmente tenso el tener una relación prohibida.
Hanemiya se sentía totalmente intrigado por la relación que tenían esos dos.
Cuando Chifuyu dió la señal que habían llegado al lugar donde iban a conversar Kazutora intentó colocar nuevamente sus pies en la tierra, debido a que estuvo todo el camino ensimismado.
— Elegí esta habitación porque siempre está desocupada, podremos hablar con total libertad sin ser interumpidos— Dijo con calma.
— Por mí bien— Fue la única respuesta por parte dee Kazutora.
Hakkai no respondió nada pero ninguno de los dos jóvenes iba a exigir algo tampoco.
Chifuyu entró primero, seguido de Kazutora y por último Hakkai.
Aquella habitación estaba bastante descuidada, no tenía tanta limpieza y no tenía muebles siquiera para acomodarse bien, no tenían más opciones que sentarse en el suelo.
— ¿No les molesta sentarse en el suelo?—
— Para nada, igual y yo estaba descalzo así que estoy obligado a ducharme— Respondió Kazutora entre risas nerviosas.
— No— Respondió al fin el más alto.
Los tres jóvenes se sentaron casi en sincronización, cada uno tenía tantas cosas qué decir que sentían que los nervios de cada uno se habían alineado, especialmente los de ambos de baja estatura.
Hakkai sentía que tenía un tema pendiente con Kazutora, uno totalmente aparte y fuera de lugar.
— Primero que todo...— Rompió el hielo Chifuyu, para alivio de Kazutora. — ¿Quieres decir algo, Kazutora?—
Kazutora dudó unos segundos en hablar, no sabía si ir directo al grano o esperar que el tema se diera.
Sin embargo la segunda opción lo ponía aún más ansioso.
— Sí, quisiera preguntar algo— Habló con una calma que estaba comenzando a romperse. — ¿Por qué?—
Una pregunta simple, pero que tenía muchas respuestas por parte de los dos susodichos. El mismo Kazutora sentía que la debilidad lo iba a comenzar a devorar lentamente, al formular la pregunta sabía que abriría una herida, una herida que... seguía muy fresca.
