Hanemiya Kazutora era conocido en su instituto cómo alguien extraño, gran parte de sus compañeros sabía que venía de una familia disfuncional, no tenía muchos amigos, y no parecía sobresalir tanto en los estudios. Aún así, el chico parecía estar lle...
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ANTES DE LEER.
Este capítulo y el próximo tendrán palabras y acciones fuertes, si eres una persona sensible que no soporta imaginarse ciertos escenarios (abuso, golpes, etc) es mejor no leer, o saltarse hasta el final del capítulo 13, con ello dicho... disfruten de los capítulos!
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— Oye, Kakucho—
— ¿Ah?— El recién nombrado se volteó topandose con el moreno. — ¿Qué sucede?—
— Ando buscando al pendejo de Kokonoi, anoche debía hacer la limpieza del local y no lo hizo— Dijo con su típica mirada asesina.
— Puedo limpiar yo, no te molestes en buscarlo porque desde temprano ya no se encontraba en su habitación— Respondió el más alto con tranquilidad.
— ¿En serio? maldito, seguramente sabrá que lo ando buscando para romper sus piernas—
El hombre de la cicatriz sólo se rió ante la actitud de su amigo de la infancia.
— ¿Y tú? ¿Qué haces? ¿No deberías estar con Hanemiya?—
— Sí, pero canceló su cita a última hora, otro maldito—
— ¿Qué? ¿Cómo?—
— Me mandó un mensaje de texto— Se tomó el tiempo de agarrar su celular y mostrar la evidencia. — No entiendo porqué Kisaki me sugirió a mí ser su penúltima prueba, según él yo era su hombre ideal pero el tipo me dejó quedar cómo imbécil—
Kakucho no respondía a las quejas que su amigo decía, sólo miraba con atención el supuesto mensaje de texto de Kazutora.
— Es extraño, ¿de dónde sacó tu número? que yo sepa ninguno de los jóvenes pueden tener nuestro número o cualquier red personal—
— Ni idea, pero en sí el tipo es extraño— Izana suspiró. — En fin, ahora que tengo libre ¿te gustaría comer algo?—
— Ah, claro que sí—
Kakucho se sintió confundido por cierto tiempo, era extraño a su parecer todo.
Bueno, Izana si tenía razón en decir que Kazutora era algo extraño, pero no en el mal sentido, en el sentido de ser especial, ya que para comenzar fue de los únicos chicos al que Kisaki deja entrar con tanta facilidad.
