Hanemiya Kazutora era conocido en su instituto cómo alguien extraño, gran parte de sus compañeros sabía que venía de una familia disfuncional, no tenía muchos amigos, y no parecía sobresalir tanto en los estudios. Aún así, el chico parecía estar lle...
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Mikey sentía su cuerpo algo adolorido, pero el ambiente estaba extraño, tenía unos mechones de pelo estorbando su vista así que los quitó con algo de dificultad, ya que este venía apenas despertando.
Por el momento no recordaba nada, y es ahí cuando se mueve en su lugar en aquella cama matrimonial y siente que hay otra persona más con él, se asustó de golpe con aquello, pero su trasero dolió un poco así que algunos quejidos también se escaparon de su boca, y es ahí en dónde comenzó a recordarlo todo.
Se había acostado con Draken la noche anterior.
Los quejidos provocaron que el susodicho también comenzara a despertar, siendo un poco más audaz ya que tomó el reloj de la mesita que tenía a un lado y gruñó al ver la hora, eran las 6 de la mañana, en unos minutos debía levantarse para comenzar su día, pero no pudo evitar voltear y ver al chico atónito que tenía su lado.
— ¿Y a ti que te pasa?— Preguntó con su voz aún dormida.
— ¿Q-Qué pasó?—
— ¿Qué? Por favor, no me digas que no recuerdas nada, nisiquiera hubo alcohol ni nada, estabas en todos tus sentidos—
— Yo... sí recuerdo, pero estoy algo confundido, no puedo creer que tuve sexo salvaje con el guardia del lugar— Colocó sus manos en su frente en señal de sorpresa, sólo escuchó unas risas cómo respuesta. — ¿¡Qué es tan gracioso!?—
— Deja de repetir que soy un guardia porque no lo soy, yo soy cómo un gerente más del lugar, el reemplazo de Kisaki cuando él no está— Comentó como si nada, de manera casual.
Mikey sólo dió un grito ahogado.
— ¿Seguro que no hubo alcohol? realmente ando confundido de todo—
— No me acostaría con alguien ebrio— Respondió ya serio. — Quizás sí nos descontrolamos un poco anoche— El hombre se dignó a levantarse de aquella cama.
— ¿Me vas a dejar?—
— ¿Por tener sexo ya crees que soy de tu propiedad?— Mikey lo miró molesto. — Tengo que trabajar, yo me acosté contigo para evitar que te echarán de este lugar—
Mikey no pudo evitar sonrojarse y sentirse algo nervioso.
— ¿Hiciste eso por mí?—
— En realidad por Mitsuya, él me lo pidió— Y las ilusiones de Mikey se rompieron casi de inmediato, Draken no pasó por alto aquella reacción. — Pero... no me arrepiento para nada, hace tiempo no tenía un revolcón tan bueno—
Mikey volvió a sorprenderse, se sentía confundido pero no respondió nada.
— Puedes quedarte en la cama si deseas, nadie se meterá a esta habitación—
— Y yo pensaba que eras un ogro, pero eres muy amable—
Draken ya se había terminado de alistar, aunque debía ducharse y terminar sus últimos detalles para comenzar a trabajar.
