Hanemiya Kazutora era conocido en su instituto cómo alguien extraño, gran parte de sus compañeros sabía que venía de una familia disfuncional, no tenía muchos amigos, y no parecía sobresalir tanto en los estudios. Aún así, el chico parecía estar lle...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Habían pasado algunas semanas desde que Kazutora y Mikey habían llegado a The Hanmas, Kazutora era quién más sobresalía de los dos, más bien de todo el lugar en general, debido a que ha sido muy solicitado, y cumplía con las expectativas de todos. En el caso de Manjiro todo ha sido más complicado, pues en todas las semanas que ha estado no ha querido estar con ningún cliente, era Mitsuya quién lo ha estado cubriendo pero el tipo no podía seguir inventando excusas ya que Kisaki ya se estaba dando cuenta, y sabía qué podría meterse en serios problemas, Manjiro en especial.
— Y bien, ¿qué tal con los nuevos?—
— Kazutora parece ser exquisito, Jefe, estoy pensando seriamente en meterme con él ¿me concede el permiso?—
— Ya guarda silencio Hanma— Habló totalmente irritado el joven con arete.
— Me alegra que hayas hablado, Mitsuya—
El líder del lugar se había levantado de su asiento, y caminaba con total tranquilidad hacía Takashi.
Mitsuya se mostraba serio, pero no podía negar que sentía total terror al posar su mirada en la del contrario, quién tenía una mirada penetrante y una sonrisa totalmente cínica que no expresaba para nada felicidad.
— Dime, Mitsuya, ¿qué hay de Manjiro?—
— Señor, Manjiro no ha estado bien, por favor entienda la situación, puedo explicarle a detalles por privado— Dijo aquello último mirando a su compañero, quién no paraba de reír con cinismo.
— ¿Y tú crees que eso me importa? ¿Acaso tú eres psicólogo, Mitsuya?—
— No señor—
— Escúchame bien— Su tono era tan tenso cómo de costumbre. — Si Manjiro no consigue un cliente en menos de 24 horas te prometo que tanto él como tú van a pagar las consecuencias, bien sabes a qué me refiero—
Mitsuya se quedó totalmente en silencio, él no temía tanto por su futuro castigo... temía más por el chico rubio, pues Kisaki no lo dejaría ir así como así, él no lo dejaría ir con paz mental, y es eso lo que temía Mitsuya.
Y las cosas empeorarían más para Manjiro si Kisaki supiera que ha tenido contacto con Takemichi.
— Señor...—
— Ahora largo, el tiempo corre— Interrumpió el jefe, a lo que Mitsuya dió una reverencia dando a entender que estaba obedeciendo.
— Señor, usted realmente me prende— Habló Hanma.
— Tú también largo—
Ya a solas, Kisaki comenzó a sobar su cabeza con intenciones de relajarse.
Sabía que algo no estaba bien, y sea lo que sea lo iba a descubrir, y si era algo que iba a arruinar sus planes no pensaría ni medio segundo en eliminar a su problema del mapa.
