Algo sacude fuertemente uno de mis hombros. Al abrir los ojos encuentro los de ella malhumorados. Una corriente de adrenalina corre por todo mi cuerpo, haciendo que mi corazón empiece a latir como loco.
- ¿Otra vez durmiendo en la Biblioteca? - mantengo el silencio, ella suspira consternada - Deberías estar en casa, no tienes clases hasta la sesión de la tarde.
Tiene razón. El problema es que no quiero estar en casa. Me desanimo con solo recordarlo. Entonces lo noto.
- Usted tampoco debería estar aquí, tampoco tiene clases en la mañana.
Ella se inclina sobre la mesa, para ponerse a la altura de mi rostro y (inconscientemente) regalarme un vistazo de su escote. Me mira directamente a los ojos.
- Lo que yo haga y donde decida estar, no es de su incumbencia. - se me eriza la piel ante sus palabras - Recoge tus cosas y márchate a casa.
- Pero...
- Ahora.
Mi cuerpo vibra ante la orden pronunciada con tamaña mirada de poder. ¿Qué me lance de la quinta planta de la Universidad dijo?
Recojo mis cuadernos, libros y lapiceras en tiempo record. Me cuelgo la mochila de un hombro y salgo a pasos apurados del área de lectura. Llegando a la puerta de salida me detengo y miro en la dirección donde un taconeo constante se escucha. Hasta que ella aparece. Arruga los ojos al verme todavía en el lugar.
- Olvidé darle los buenos días. - digo rascando mi cabeza -
Ella luce algo perdida unos segundos, no se esperaba esas palabras. Pero se repone y me regala una sonrisa hermosa, una sonrisa que hace que mi corazón se detenga y vuelva a latir frenéticamente. Estoy perdido. Perdido completamente en la dueña de esos ojos negros e inteligentes. Totalmente enamorado.
- Buenos días estudiante Mesa Miló.
- Buenos días profesora Melia.
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Amor entre letras [PGP2023]
RomanceDos almas en busca de amor con una misma pasión en común. ¿Será la diferencia de edad una ventaja o un inconveniente? (de momento no se me ocurre una descripción mejor, así que mejor lean el contenido de la historia, por favor y gracias)