Capítulo 01 Paciencia perdida

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AMELIA

Despierto un poco atrasada. Más bien, bastante atrasada. No debí quedarme leyendo hasta tan tarde. Joder.

Corro de una habitación a la otra. Si no me apresuro llegaré tarde, no puedo permitirme llegar tarde, que ejemplo estaría dando. ¿Cómo pedir lo mismo a cambio si no soy capaz de hacerlo?

Salgo del baño envuelta en una toalla y abro mi guardarropa, el cual está casi vacío. Hago cuentas mentalmente. Golpeo mi frente consternada. Hoy es miércoles, miércoles día de lavado de ropa. La semana pasada tampoco hice la colada, así que...

- ¡Bien hecho vaga!

Molesta conmigo misma me meto en un vestido straples por encima de las rodillas con cierre en la espalda y una chaqueta negra de mangas tres cuartos.

Me paro frente al espejo del tocador y deslizo mis manos sobre las curvas pronunciadas de mis caderas, hago un mohín de desagrado ante mi reflejo, me siento gorda vistiendo de blanco.

Vale, es lo que hay, por vaga.

Busco mis botas de tacón preferidas, necesito algo que me anime un poco.

Vuelvo sobre el caos de mi cabello y ojeo el reloj de la pared. Chillo mentalmente. No tengo tiempo para peinarme.

Corro y busco mi bolsa, me marcho con el cabello suelto.

Subiendo las escaleras hacia la Facultad me encuentro con un grupo de estudiantes charlando animadamente. Mis mejores estudiantes, no es favoritismo, pero hace años no daba clases con tanto gusto. Y ya están en el último curso. Sonrío al verlos.

- Buenos días.

- Buenos días profesora Melia. - responden el saludo a coro -

- ¡Qué entusiasmo tienen hoy! - me encantan - Guarden un poco para mi clase.

- Todo el que tengo. - dice uno de los estudiantes -

Le miro detenidamente. El brillo de sus ojos verdes siempre me pareció fascinante, pero hace un tiempo que me está incomodando, porque la mirada de su portador cambió. Sacando calma de lo más profundo de mi ser, me mantengo serena ante sus palabras. Pero él no se conforma con mi silencio.

- Se ve bien de blanco. - vuelve a hablar el estudiante, sorprendiéndome con el comentario
- Parece un ángel.

¿Perdón? ¿Dijo eso de verdad? Suspiro consternada.

- Gracias.

Respondo solo por no ser grosera y me encamino al interior de la Universidad.

EREN

Recibo su gracias como un balde helado para mí autoestima mientras me preparo mentalmente para ser el hazmerreír de mis compañeros.

- ¿Parece un ángel? - intervino uno de ellos finalmente - ¿No se te pudo ocurrir otro comentario?

- Se supone que eres el estudiante más brillante del curso. - alegó otro con sorna - ¡Esfuérzate!

- De esa manera jamás podrás conquistarla Eren. - regañó una -

- ¿Conquistarla? - repitió incrédula otra - Pero si sus "gracias" fueron un balde de agua helada...con pirañas.

Sí, sí. Ya entendí. Ella no suele ser así de... antipática.

- Algo le está molestando. - reflexiono - Así que, a menos que quieran pasarse la tarde calificando exámenes de 1er año, recomiendo no llegar tarde a clases.

AMELIA

Dos minutos para que comience mi séptimo turno del día, y mi favorito. La verdad sea dicha.

Amor entre letras [PGP2023]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora