Capítulo 02 Confesiones

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AMELIA

Sé que no es justo, pero fue lo primero que se me ocurrió. Así que aquí estoy, dando los buenos días con un examen sorpresa.

Me duele verles llegar animados y que sus semblantes cambien en cuanto les entrego la hoja con las preguntas. Pero ya es tarde para retractarme.

Él es justamente el último en entrar, vestido completamente de blanco (exactamente cómo yo), exceptuando los tenis, que continúan siendo rojos.

Toma el examen, le dedica una rápida ojeada y sonríe complacido. Sin dedicarme una mirada rápida ni ofrecerme los buenos días. Simplemente pasa de mí y se dirige a su lugar en el salón.

Diez minutos después él se levanta de su asiento y camina en mi dirección, con el examen en la mano. Sus compañeros le miran sorprendidos ante la rapidez con que contestara.

¿Yo? Estoy súper irritada, mientras él luce sumamente fresco.

Recibo la prueba de mala gana y la coloco sobre la superficie de la mesa si siquiera mirarla. Le muestro la puerta con una mano. Seria como una tusa. Él asiente y abandona el lugar.

Revisar el examen está resultando ser verdaderamente problemático y tortuoso.

Dar una calificación de tres puntos a estudiantes tan buenos como los que tengo es sumamente agobiante. Suspiro, eso es lo que obtienes cuando realizas un examen sorpresa de tanto rigor sobre la materia aplicada en la última lección. Por las bajas calificaciones era que nuca lo había hecho.

Pero estaba tan pero tan molesta que necesitaba demostrar que...

El nombre Eren Mesa Miló saltó ante sus ojos. El último examen a revisar. ¡Bien! Mojo mis labios con la lengua, complacida. La venganza va a ser perfecta.

De una rápida mirada sobre las organizadas respuestas sé que la calificación es de cinco, y con asterisco. A quién quieto engañar. No hay nada que pueda haber dado en clases que él no sepa responder. Es una de las razones por las cuales es mi estudiante favorito por encima de todos.

Volteo la hoja del examen por costumbre y me sorprende lo que encuentro.

Lamento que haya tenido una semana tan terrible, pero si necesita alguien con quien hablar estoy más que dispuesto a escuchar. Si está agotada de tanto trabajar piense que los estudiantes de 1ro son más que afortunados de tenerla como profesora.

Respecto a su casa...me encantaría visitarla algún día sin importarme el desastre al igual que su ausencia de ropa limpia; en definitiva, al mundo llegó sin ropa. No le dejaría dormir en las noches, pero le llevaría a la cama un desayuno de reina.

¡¿Se considera gorda?! Usted es perfecta tal y como está, no le sobra ni un solo gramo de grasa, y como le he dicho ya, parece un ángel vestida de blanco.

Sí, somos un grupo espléndido y me complace el que me considere, y cito, el mejor estudiante que ha tenido en años. Me dolió mucho el decepcionarla con mi llegada tarde, el saber cómo se sintió por mi causa...no volverá a pasar.

Mi beso fue impulsivo pero no me arrepiento. Lo deseaba desde la primera vez que vi su sonrisa al anunciar mi primera nota de cinco puntos en 1er año.

Desde entonces no he podido ocultar las mariposas en mi estómago que suben hasta mis ojos cada vez que le veo, haciéndome diana de las burlas de todo el que las nota (que no son pocos), excepto usted. Usted no me ve, nunca lo hizo, hasta ayer cuando me llamó Eren.

No voy a decirle lo que siento. Si tiene dudas míreme a los ojos y lo sabrá."

Dejo caer la hoja sobre el buró y respiro por primera vez desde que comenzara a leer. ¿Es una broma? Tiene que ser una broma de muy mal gusto. No puede ser cierto esto que...

Amor entre letras [PGP2023]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora