Amor entre letras [PGP2023]

Capítulo 18 Cinco meses

EREN

Llego bostezando a la cátedra, me siento como si una aplanadora me hubiera pasado encima. Todos los profesores me miran al unísono; unos divertidos y otros algo molestos; no a todos les agrada el que esté aquí y mucho menos mi relación con Melia.

La profesora Zoe me miraba con cara de comprender por lo que estoy pasando.

- Buenos días Eren.

- Buenos días profesora Zoe.

- ¿No dormiste bien anoche?

- Melia tuvo fiebre toda la madrugada. - respondo - Entre eso y la tos imparable, fue imposible dormir para mí.

- Gracias por estar ahí para ella. Cada vez que Amelia se enferma es como...si nos enfrentáramos a una Tercera Guerra Mundial. - bromea - De no ser por ti podría estar ingresada en un Hospital con sueros por causa de la deshidratación y falta de alimentación. - reconoce - Cuando está enferma no come y se comporta más irresponsable de lo normal...

- ¡Pensé que solo lo hacía porque era yo quien estaba ahí para ella!

- No, para nada. - sonríe - Cuando se enferma su coeficiente intelectual baja junto con sus defensas. - explica - Se vuelve una niñata. - define - Es algo difícil de tratar, pero si te mantienes firme serán pan comido. Una vez más...gracias.

***

Melia me abre la puerta, ofrece la mejilla y continúa hablando por el teléfono inalámbrico.

Toco su frente y sonrío al descubrirla fresca. Dejo la mochila sobre una mesa en uno delos laterales de la sala principal y me dedico a contemplarle.

De pie junto a las puertas corredizas del balcón delantero habla. Está descalza, viste un short de franela gris un poco corto, con una holgada camiseta de similar color, el cabello recogido en una alta coleta y la mascarilla colgándole del cuello. Se le ve animada al teléfono.

- Mi padre exagera, como siempre
lo hace.

...

- ¡Solo es una gripe! No es para tanto.

...

- No, no necesito que vengas hasta aquí para cuidarme de una gripe. Estoy bien.

...

- Bueno sí, tienes razón en eso. - concede - Tengo quien me cuide, mi padre es un soplón. - protesta -

...

- ¡Sí que te iba a contar! Solo que...un poco más adelante. Y antes de que digas que es una excusa muy pobre, te advierto que no es el objetivo. Realmente es algo repentino y...

...

- No me grites. - pide -

...

- Sé que te sientes abandonada pero...no me grites.

...

- ¡Abuela por favor!

...

- Gracias. - susurra ella calmadamente - Prometo ir a visitarte en cuanto esté al cien por ciento, y llevaré a Eren conmigo. ¿Bien?

...

- Eso haremos entonces. Besos. Te amo mucho.

...

- Nos vemos. Chao. Besos...

Al colgar ella se acerca a una de las butacas y se deja caer pesadamente sobre esta. Sonrío divertido al ver el gesto de frustración en la cara de ella, es tan divertido tenerle tan... natural.