014: Una mentira para Blanca

315 3 0
                                    

12 de marzo de 2027, 12:45H

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

12 de marzo de 2027, 12:45H.

La semana ya casi había acabado y Blanca se dirigía hacia su taquilla. Quería olvidarse durante un fin de semana de su apretada agenda como estudiante universitaria y aprovechar para salir de fiesta de una vez. Ella misma reconocía que no era fanática de este tipo de eventos, pero realmente necesitaba relajarse con sus amigos y olvidarse de todo lo demás.

Cuando llegó a su taquilla se paró en seco y empezó a buscar la llave de la misma en uno de los bolsillos de su falda. Era una tarea difícil teniendo en cuenta la cantidad de libros que llevaba entre su antebrazo y su pecho, pero al final la encontró y se dispuso a abrirla. Metió la llave en el cerrojo y este naturalmente cedió, pero Blanca se llevaría una sorpresa al encontrar un pedazo de papel en el interior del armarito.

«¿Hm?» suspiró antes de dejar sus libros en una leja y posteriormente agacharse para coger el papel. Una vez en su mano, se levantó y empezó a leerlo para sus adentros.

«Necesito verte, ¿podemos vernos en el gimnasio a las 16:00? ♡».

No lo podía creer. ¿Significaba eso que acababa de ganarse un admirador secreto? ¿Quién podría haber escrito aquella carta?

La intriga la emocionaba. Era una amante del misterio, lo reconocía. Pero también reconocía que era una persona bastante olvidadiza, así que, tan pronto como pudo, guardó el pedazo de papel y buscó su diario entre las cosas de su taquilla.

Llevaba escribiendo en él desde bien pequeña, cuando le diagnosticaron insomnio por primera vez y sus terapeutas le recomendaron escribir para coger el sueño. Le funcionó vagamente, pero provocó en ella una pasión por escribir su día a día. Tenía anotaciones de los últimos años, incluyendo algunas de gran intimidad, como por ejemplo la primera vez que fue algo más que una amiga para Óscar bajo las sábanas de su cama en la residencia universitaria. Aún seguía recordándolo ocasionalmente cuando más le costaba dormir. De hecho, en su diario figuraba varias veces este tipo de reminiscencias.

Apoyó el cuaderno contra la balda interior de la taquilla y escribió, como pudo, lo que pensaba sobre aquella nota:

«Querido diario:

¡Acabo de encontrar una nota en mi taquilla de un posible admirador secreto! Quizá sea Óscar, que quiere que lo vea de nuevo. ¡Qué emoción!

Tengo unas tres horas para imaginármelo, voy a verlo a las 16:00 en el gimnasio. ¿Crees que estaremos solos? Creo que a esa hora todavía no han empezado los entrenamientos...

Cuando salga de allí te cuento todo. 

XOXO, Blanca». 

Guardó el bolígrafo negro que había usado junto a la libreta en el interior de la taquilla. Estaba empezando a emocionarse, pensando que tal vez Óscar querría repetir aquello. Aunque, a decir verdad, pensaba que era raro, había oído que ahora estaba con Clara. Además, ¿por qué no se lo habría dicho directamente? Al fin y al cabo, seguía siendo su mejor amiga, pese a que se habían distanciado bastante desde la última vez que lo tuvo entre sus sábanas. 

Una mentira para Óscar [©]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora