Capítulo 1

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La vida en Hawkins es tranquila, no puedes esperar mucho de un pueblo en donde todos se conocen con todos y nunca pasa nada interesante. Mientras para algunos de sus habitantes era el lugar más tranquilo para pasar una vejez en paz, para otros era un tormento, y este es el caso de Harper Turner.

Turner era una de las chicas más hermosas de todo Hawkins, pero ella aún no lo sabía. Sus ojos azules como el mar le iluminaban el rostro y su cabello negro como el carbón le daban un toque de chicha mala, aunque era todo lo contrario. Siempre vestía con grandes sudaderas que no permitían resaltar las curvas de su cuerpo, ni dejaba ver lo blanquecina de su piel, escasamente sus manos, cara y cuello era lo único que dejaba ver a la luz del sol.

¿Qué ocultaba? ¿Por qué tanta inseguridad? Eran unas de las cientos de preguntas que se hacían algunos habitantes del pequeño pero chismoso pueblo. Ni siquiera en verano Harper era capaz de salir con ropa más cómoda, se había acostumbrado tanto a vestir con ropa holgada que le fastidiaba cualquier prenda ajustada.

Era de pocos amigos, bueno, en realidad solo contaba con Chrissy. Y no es que fueran del todo amigas, pero era la única en toda la secundaria que le hablaba y la trataba como una persona normal.

-¿A qué horas regresas?

-a las 4pm

-¿Por qué tan tarde?

-Papá, debo ayudar con la escenografía de una obra de teatro, no es que quiera quedarme por gusto, pero debo

-Solo espero que cuando regrese todo esté en perfecto orden ok?

-si señor

-ah, y no olvides comprar lo que hace falta, estoy cansado de comer waffles en la cena –Harper solo asintió sin decir nada más-

Las clases en la secundaria era un martirio para Turner, al no tener amigos hacía que integrarse fuera difícil, aun así, no le prestaba tanta atención, ella solo quería graduarse y no volver a ver a esas personas que tanto daño le han hecho.

Al llegar a su casillero se dio cuenta de que tenía una nota pegada lo cual no se le hizo extraño, la despegó con enojo y antes de leerla sacó los libros que necesitaba cerrando de nuevo con un candado que ella misma puso debido a que por lo general algunos chicos le husmeaban sus cosas solo por fastidiar.

"Espero tengas una linda semana"

Imaginaba de todo, pero nunca pasó por su cabeza que alguien le dejaría una nota así, estaba tan acostumbrada a que la molestaran que esperaba una frase de desprecio, pero fue todo lo contrario. La guardó en su bolsillo y siguió caminando con una leve sonrisa en el rostro.

Era un sentimiento nuevo, nadie aparte de la porrista la había tratado bien, pero el no saber su remitente la llenaba de intriga, ¿era una broma? llegó a pensar, su falta de autoestima jugaba con sus pensamientos negativos.

Sin embargo no se dejó sumergir en fantasías por su "admirador secreto" tenía claro que debía pasar con buenas notas si es que aspiraba a ingresar a una universidad, por ende se concentró en las clases hasta que el timbre sonó indicando que era la hora del almuerzo. La peor de todas.

Guardó sus cosas y se dirigió a la cafetería con la esperanza de que no la molestaran. Tomó su bandeja y como de costumbre se hizo en la última mesa sola, nadie se sentaba a su lado y su cara era poco amigable para que alguien se animara a hacerle compañía.

-pero mira nada más que tenemos aquí –Harper no tenía que mirar para saber de quién se trataba- si es trapos colgados Turner

-Déjala en paz, no te está haciendo nada, mejor vámonos

-Dustin, solo quiero tener una conversación –dijo en tono divertido- pero al parecer se le comieron la lengua los ratones –ni lo miró, solo lo ignoró y continúo comiendo-

-bueno, al parecer ella no quiere, así que vamos –insistió el de gorra-

-que mal educada eres, mocosa engreída –sintió como una mano tomo su cabello sin lastimarla tanto y lo tiró hacia atrás para levantar su cabeza y hacer contacto visual-

-suéltame –dijo sin enojo-

-entonces si tienes lengua, pensé que no

-¿Qué quieres? –mantenía la calma, ella no era de pelas, y menos con un hombre-

-quiero tu almuerzo

-hermano, no seas así, ya te comiste el tuyo

-nadie pidió tu opinión Gareth

-solo tómalo y déjame en paz

-buena chica –el metalero como solía llamarlo tomó la bandeja y se fue-

-Disculpa a Eddie, no ha sido su mejor día –susurró Dustin en su oído-

-no te preocupes –se levantó dándole una leve sonrisa al menor y salió de la cafetería con su estómago pidiendo a gritos comida-

-Algún día tendré el valor de partirte la cara Munson –dijo para ella misma-

Al terminar la jornada se dirigió al salón de artes para ayudar con la decoración de la próxima obra de teatro "Los tres mosqueteros" que se presentaría en cuatro semanas, así que el tiempo estaba contra reloj.

-Necesitamos más arbustos

-yo me encargo –dijo Turner-

-¡ya era hora de que hicieras algo productivo!

-Jason no la molestes

-no te preocupes Chris, yo estoy aquí porque quiero no porque tenga la necesidad de subir el promedio de mis notas –se giró orgullosa de su respuesta e ignoró por completo cualquier comentario de Jason-

Cuando los estudiantes iban mal con sus notas tenían la opción de participar en obras teatrales, esto les permitía tener puntos extras que podían utilizar en las materias en las que iban reprobando, así muchos salvaban el año escolar, a excepción de uno, Eddie Munson.

No era la primera vez que repetía el año, pero en esta ocasión sí era la primera vez en la que Munson se inscribía para participar en la obra. Solo quería ayudar con la utilería, pero audicionó para interpretar uno de los papeles, sabía que quienes daban vida a los personajes tenían puntos dobles o triples y él necesitaba todos los puntos posibles. Así que sin mucha fe se presentó llevándose la sorpresa al enterarse que tenía el protagónico, sería el mismísimo D'artagnan.

-¡Munson!

-¡Idiota!

-por el bien de todos es mejor que tratemos de no matarnos por lo menos en estas cuatro semanas ¿te parece?

-si quisiera matarte ya lo habría hecho Carver

-No te tengo miedo

-Ni yo

-Basta chicos, no hagan un espectáculo en frente de todos

-no te preocupes nena, no tocaré a Ken –dijo tomando el mentón de la porrista haciendo que se sonrojara un poco-

-¡no la toques! Imbécil –empujó con fuerza la mano provocando una risa prepotente por parte del castaño-

-nos vemos linda –le guiñó el ojo y se marchó en medio de insultos de Jason-

Harper veía a lo lejos la escena causándole gracia, esos dos se odiaban, eran tan diferentes y su trato era como el del agua y el aceite, simplemente no se soportaban. Sin embargo, el pasatiempo favorito de Turner era observar a las personas, así que no tardó en darse cuenta que desde hace años Munson estaba enamorado de la porrista, pero lo disimulaba tan bien que podía jurar que nadie sospechaba, pues el friki era coqueto con muchas chicas, así que era normal ver como lo rechazaban. 

Thunder | Eddie MunsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora