Capítulo 34

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Maratón 3/5

Después de aquella discusión entre Chrissy y Eddie, el castaño había estado disperso, no almorzaba con los chicos y escasamente ingresaba a clase.

En un intentó por saber que le estaba pasando, la pelinegra se acercó para preguntarle pero él solo se limitó a decirle que necesitaba espacio porque había tenido una discusión con la animadora y eso lo había afectado un poco. No fue grosero pero tampoco quiso darle detalles de lo sucedido, ni siquiera podía porque eso significaba hablar abiertamente de sus sentimientos hacia ella y aun no se sentía preparado para declarar su amor.

-¿Alguien sabe qué le pasa a Eddie?

-solo sé que discutió con Chrissy -habló Jeff- pero debió ser algo fuerte porque Eddie no suele aislarse de esa manera

-¿Tú no sabes nada más?

-no, tengo la misma información que Jeff -respondió la pelinegra mordiendo su manzana-

-¿será que terminaron?

-no seas tonto Mike -regañó Dustin- todos sabemos cuan loco esta Eddie por Chrissy. Estoy seguro de que él no la dejaría por nada en el mundo, -hablaba con confianza- solo es una típica discusión de novios que se resuelve con besos y esas cursilerías

Gareth observaba a Harper con detalle, el chico sabía que había algo más que una simple discusión de pareja para que Eddie estuviera así pero no podía decir nada, se lo había prometido a su amigo. Lo que si podía hacer era rescatar a la pelinegra de sus pensamientos, Turner prestaba atención a lo que decía Dustin y le dolía el solo hecho de imaginar que Eddie estaba sufriendo por la animadora, en su mente no existía la más mínima posibilidad de que él pusiera sus ojos en ella, pero aun así lo quería y deseaba lo mejor para el castaño aunque tuviera que verlo feliz en brazos de otra persona.

-¿estás bien? -interrumpió el baterista en voz baja-

-si, solo estoy pensando en algunas cosas que debo hacer al llegar a mi casa

-Harper -puso su mano sobre la de la chica poniéndola algo nerviosa- se que no estás bien -Gareth aprovechó la discusión entre Dustin y Mike sobre las novias para acercarse a Turner-

-¿que dices?, estoy muy bien

-no, no lo estas

-¿por qué tan seguro?

-apenas has tocado tu comida y tienes la mirada perdida, algo te pasa

Harper parecía estar decidida a abrir su corazón con Gareth pero antes de poder decir una sola palabra noto que Eddie se acercaba y su corazón se aceleró. El castaño llegó hasta la mesa y al ver que el baterista tenía su mano sobre la de Turner sintió celos y le dio una mirada que solo ellos dos entendieron porque acto seguido el chico retiró su mano.

-¡Eddie! -Dustin como siempre tan alegre- hola

-Vengo a recordarles que mañana tenemos campaña y no pienso posponerla, así que los espero en el club a las 5 ¿entendido?

La rudeza con la que hablaba hacía estremecer a Harper, ella sabía que el castaño era dominante pero pocas veces lo había escuchado hablar tan serio, le gustaba el tono de voz y la manera en como miraba a sus amigos, sin duda se tomaba muy en serio su papel de líder.

-y díganle a Lucas que lo espero -los menores sonrieron, era un pequeño avance para que Sinclair volviera a ser parte del club-

-Eddie...

-nos vemos luego Turner -dijo sin mirarla y marchándose de nuevo a quién sabe dónde-

-no le prestes atención, ya se le pasara

-Gareth.. ¿tienes algo que hacer en la tarde? -susurró en el oído-

-estoy libre

-¿Qué te parece si después de clases nos vemos en la biblioteca?

-ok, allá te espero

Harper llevaba días pensando en algo pero sentía vergüenza de hablarlo con el club, era la única chica y aunque la trataban muy bien aun dudaba en hablar abiertamente con ellos. Sin embargo ese día Gareth le dio la confianza que necesitaba para sacar aquello que rondaba por su mente.

La pelinegra había pasado gran parte de la tarde con Gareth y cuando regresó a su casa volvió a sentir la soledad de aquel lugar, su padre no demoraba en llegar y debía preparar la cena o sino el señor Marcus se enfadaría como de costumbre. Preparó rápidamente una rica comida con mucho amor para aquel mayor y después se sentó a realizar sus tareas y a estudiar un poco matemáticas e historia, en las últimas clases no había prestado mucha atención por estar haciendo los deberes de Eddie.

Por más que quería concentrarse no lo lograba, la intriga por saber qué le pasaba a Munson no la dejaba estar tranquila, el chico se veía desganado y triste, como si tuviera una lucha interna de la cual nadie sabía. Lo había visto un par de veces en los pasillos en compañía de Chrissy, pero no se veía feliz, todo apuntaba a que estaban en una crisis e intentaban salir de ella pero la cara de amargura de la pareja indicaba que nada estaba bien.

La noche pasó lenta para Turner, no podía dormir y llevaba así desde su cita con Steve, le gustaba pasar tiempo con él, era atento y no entendía cómo alguien tan guapo tuviera su corazón roto. Pero como de costumbre su mente le recordaba que había un chico de pelo largo que la volvía loca. Harper hacía su mayor esfuerzo por ocultar sus sentimientos frente al líder del Hellfire Club y su poca confianza no la dejaba acercarse al castaño y hablar sobre sus sentimientos. Constantemente se comparaba con las chicas de la preparatoria y llegaba a la conclusión de que ni el chico más atento y dulce como Steve ni el más raro y divertido como Eddie se fijarían en ella.

Se levantó de la cama y con la luz de la luna que entraba por su ventana y la de las del alumbrado que habían en la calle se acercó al espejo, respiró hondo porque sabía que lo que estaba a punto de hacer no era fácil para ella pero ya era hora de que se empezará a aceptar tal y como era.

Dejó caer su pantalón de dormir dejándolo a un lado de sus pies, tomó su hoddie cuello alto sacándolo de su torso y sin aún mirarse retiró su camisa de tiras quedando en ropa interior. No se veía mucho pero ella no necesitaba tener tanta luz para saber qué de igual manera odiaría ver su reflejo.

Con un último respiro levantó la mirada y miró su cuerpo semidesnudo en aquel espejo. Apretaba los labios para ahogar cualquier ruido que pudiera producir por el nudo en su garganta, sus ojos se cristalizaron y de nuevo esa voz en su interior le decía lo horrible que se veía.

La baja autoestima de Harper no le permitía ver la realidad, era una chica hermosa y con un cuerpo envidiable, pero ella solo necesitaba que alguien se lo dijera para que empezará a creer en su belleza externa. Lloraba con sentimiento y ahogaba sus quejidos para que su padre no la escuchara, necesitaba un abrazo pero Marcus no era ese padre cariñoso y amoroso que tanto anhelaba tener.

-soy tan...horrible -pensó entre sollozos-

El autoestima de Harper cada día estaba más por el piso debido a los últimos comentarios de Chrissy, le parecía estúpido que después de tantos años viviendo en medio de burlas por primera vez le estuviera prestando atención a las palabras de una persona que posiblemente después de finalizado el año escolar no volvería a ver.


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Thunder | Eddie MunsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora