Capítulo 7

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Al llegar al estacionamiento, Eddie se encontró con la porrista saliendo de las instalaciones y se acercó a ella para pedirle ayuda con la obra, pues en dos semanas exactamente se presentaba y aún no lograba aprender la mayoría de sus diálogos. Al principio Cunningham dudó en ir al remolque del castaño pero después de unos minutos su respuesta fue positiva.

Esa tarde el ensayo con su banda salió más que bien, hace mucho que Eddie no se sentía tan animado y de buen humor. Le emocionaba y a la vez le aterraba el hecho de saber que su gran amor conocería el lugar donde vivía.

Los nervios estaban consumiendo a Munson, caminaba de una lado para otro y mordía levemente sus uñas, ya casi era hora de ir a recoger a Chrissy y sentía que el corazón se le iba a salir del pecho. En la mañana hizo aseo general para dar una mejor impresión y después fue a comprar algo de golosinas, frituras y sodas, sabía que la animadora no tomaba cerveza así que desistió de comprar algunas latas.

Los padres de Chrissy eran un poco estrictos, pero la pelirroja aprovechaba cuando la casa estaba sola para poder invitar a Jason o alguna de sus amigas porristas, es por eso que pudo llevar a Munson para hacer el trabajo de matemáticas que hace algunos días había dejado el maestro, pero en esta ocasión sus padres sí estaban, así que quedaron en encontrarse tres cuadras antes de la casa de los Cunningham y evitar que su padre se molestara por tener una amistad con un chico que no cumplía con los estándares del progenitor.

A las 2pm llegó Eddie muy cumplido por la animadora quien lo esperaba en la esquina y le regaló una bella sonrisa cuando lo vio.

-Hola Eddie -saludó cerrando con delicadeza la puerta-

-Hola Chris -cada vez el castaño tomaba más confianza cuando estaban a solas- disculpa...-estiró su brazo inclinando el cuerpo y evitó mirarla para que no se sintiera incómoda, ajustó con fuerza la puerta y se retiró- mucho mejor, debes hacerlo con fuerza y sin temor

-lo tendré en cuenta para la próxima -Munson no quiso ocultar su sonrisa, estaba más que enamorado- Eddie... ¿si has estudiado las líneas?

-sí, pero necesito algo de ayuda

- ¿y tus amigos porque no te ayudan? -preguntó con curiosidad-

-no quisieron -mentía- y tampoco les voy a rogar

Después de veinte minutos Eddie se acercaba al parque de remolques y de nuevo experimentaba un ataque de nervios, aunque parecía más uno de ansiedad, se preocupaba mucho por lo que podría pensar Chrissy de su hogar que era todo lo contrario a lo que estaba acostumbrada la chica.

-Bueno...bienvenida a mi humilde morada -dijo un tanto avergonzado- puedes dejar tus cosas en la mesa o donde quieras, no hay problema

-¿seguro que tu tío no se molesta?

-para nada, de hecho no está y regresa hasta mañana

-ok... ¿empezamos?

-sí, déjame ir por mi guión y ya regreso

Munson moría por invitarla a conocer su cuarto y ver la reacción, pero era temprano para pedirle que ingresara a su santuario, como solía llamar a esas cuatro paredes

-Eddie por favor concéntrate -regañó la animadora- dilo de nuevo y sin mirar las hojas

-¡Caballero, ¡¿es esto lo que buscáis?!

- Así es. -leyó Chrissy- Pero, bajad la voz, os lo ruego.

-¿Cómo sé que es vuestro? Vos sois el caballero Aramis ¿no es cierto?

-Así es -Eddie se quedó mirando a un punto fijo tratando de recordar las siguientes líneas- ¡MUNSON! es claro que no has estudiado nada, se supone que debes intentar darme el pañuelo pero en si no me los das y decir "Pero la inicial no coincide con la vuestra, caballero"

-lo siento -dijo apenado- ¿podemos descansar un momento?

-esta bien, pero tienes que estudiar más, te recuerdo que Aramis es Jason y él te hará la vida imposible con tal de hacerte quedar mal

-eso no va a pasar -le guiñó un ojo- te lo prometo... ahora, ven conmigo

Eddie tomó impulso para invitar a Chrissy a su cuarto, le emocionaba dejar ingresar a la chica que por años le ha gustado y poder ver su reacción

-sé que no es igual de lindo y ordenado al tuyo pero... es mi lugar favorito -decía mientras abría la puerta- un lugar donde se respira música

Chrissy observaba todo en cámara lenta, su mirada iba de izquierda a derecha detallando cada cosa que había en esas cuatro paredes mientras su rostro cambiaba a una expresión de desagrado, al notarlo Eddie aclaró su garganta para sacar del trance a la pelirroja.

-es...es algo turbio ¿no?

-¿no te gusta?

-sii -dijo no muy convencida, se había dado cuenta que sin querer hizo sentir mal al castaño- es solo que es muy distinto al mío

-tu muy rosa pastel y yo muy negro fúnebre -pronunció con jocosidad-

-sí, algo así, pero es tu lugar favorito así que debe gustarte a ti más que a nadie -el cargo de conciencia era fuerte y quería remediarlo lo más pronto posible- perdón si te hice sentir mal Ed

-¿Ed? -una sola palabra, solo tuvo que decir una palabra para hacer olvidar a Munson el mal momento y que en su rostro se dibujara una gran sonrisa y su corazón latiera con más fuerza- me gusta como suena

La tarde pasó entre risas y malos chistes por parte de Eddie hasta que llegó el momento de llevar a la porrista a su casa. El camino fue silencioso, en el fondo Chrissy se seguía sintiendo mal por su actitud al ingresar al cuarto de su "amigo" pero no era solo eso, toda la tarde disimuló su molestia por los gustos musicales del castaño que eran todo lo contrario a los de ella, pero prefirió no decir nada.

-te voy a acompañar hasta la próxima cuadra, pero iremos caminando

-no hace falta Eddie, desde aquí me puedes ver sin problema, ya has hecho suficiente por hoy

-¿segura?

-si, no te preocupes

-Chrissy...-era ahora o nunca- yo... este... -aclaró su garganta, los nervios le estaban ganando- quería saber si ¿te gustaría ir al cine mañana?... en agradecimiento por lo que has hecho por mí, claro esta.

-claro... -a pesar de todo, un sentimiento se había despertado en la pelirroja, el que ahora es su amigo podría convertirse en algo más si no aclaraba con rapidez sus sentimientos- me encantaría

Victorioso regreso Munson al parque de remolques, con una sonrisa de lado a lado y su corazón a punto de explotar de felicidad, todo marchaba mejor de lo que podía imaginar. 

Thunder | Eddie MunsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora