Capítulo 45

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-¿sigues enfadado conmigo?

-no lo sé -respondió sin mirarla mientras caminaba pisando las hojas secas- tal vez

-y...¿qué puedo hacer para que no estés así? -el castaño se detuvo y se giró para mirarla fijamente- trato de explicarte lo que pasó pero parece que tienes más afán en llegar no sé a dónde que de hablar conmigo

Eddie no dijo nada, solo se limitó a observar a Harper de arriba hacia abajo, en el remolque intentó hacerlo con disimulo pero se enfadó tanto con Marie que olvidó por completo el escáner que estaba haciendo de la pelinegra.

En definitiva tenía a una Harper diferente, su atuendo era muy femenino y lucía hermosa, llevaba unos vaqueros ceñidos al cuerpo, una camisa blanca acompañada de un cárdigan negro no tan holgado, por el contrario se podía ver la figura de Turner, era delgada pero sus curvas estaban volviendo loco a Eddie. La pelinegra sentía la tensión en el aire y no sabía cómo romper aquel silencio del momento, pero Munson no lo pensó más y se abalanzó hacia la de ojos azules para juntar sus labios en un beso lento que poco a poco empezó a ser más apasionado.

-creo que ya no estoy tan enfadado -dijo recuperando el aire pero sin despegar las frentes-

-¿crees?

No respondió nada cuando la pelinegra sintió de nuevo como se sincronizaban en un beso largo y apasionado dejándola sin aire.

-solo porque tengo muchas preguntas voy a separarme unos cuantos centímetros de ti -bromeó-

-¿a dónde vamos? -dijo en un tono de sorpresa al darse cuenta de que Munson la había tomado de la mano-

-estamos cerca

-me estas jodien..

-¡Ey! ¿Qué es ese vocabulario?

-lo siento, pero acaso eso es..

-así es, una casa en el árbol más horrendo del bosque

-es preciosa

-¡¿Qué?! -exclamó- ¡¿en serio lo crees?!

-de niña siempre quise una pero pues...

-entiendo.. está la construyó Wayne con ayuda de unos vecinos y venía aquí a jugar con amigos, -recordó con nostalgia- pero con el paso de los años el único niño que quedaba en el parque de remolques era yo así que no volví, no era lo mismo

Con esfuerzo la pelinegra logró subir y adentrarse a aquella casa llena de polvo y una que otra telaraña, no le molestaba la suciedad, entendía que el paso de los años le hubiera pasado factura al lugar, pero en el fondo le alegraba que Eddie decidiera mostrarle algo que fue importante para él.

-ven, siéntate -dijo al terminar de limpiar un pequeño taburete- tenemos mucho de qué hablar

-¿Qué es lo que quieres saber?

-¡Todo! y con lujo de detalle

-esta bien -se acomodó y tomó aire- mi padre tuvo una infancia difícil, vio como mis abuelos se divorciaban por que Marie tenia problemas con el alcohol, así que él creció sin su mamá

-al parecer le heredó el alcoholismo -la pelinegra le hizo mala cara- lo siento, continua

-nunca más volvió a saber de ella y cuando mi madre falleció él decidió alejar a toda mi familia paterna y materna, así que técnicamente nos quedamos solos

-¿Dónde está tu otra familia?

-no lo sé, pero pronto se lo preguntaré a mi padre

-¿Piensas hablar con él? -preguntó indignado-

Thunder | Eddie MunsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora