Capítulo 18

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Al día siguiente Harper le informó a Eddie que no los acompañaría en la hora del almuerzo ya que debía ir a hablar con el profesor Alexei y disculparse por no presentarse el día anterior en sala de profesores tal como él le había indicado.

La chica dio un par de golpes en la puerta y esperó a que alguien le abriera o simplemente le indicara que podía seguir, estaba nerviosa y no sabía con exactitud por qué.

-siga -se escuchó del otro lado-

-profesor Alexei -lo miró con timidez- buenos días

-Harper, adelante

Turner ingresó en aquella sala que era exclusiva para los maestros y se sentó frente a él para empezar a escuchar con atención lo que le iba a decir

-¿Se encuentra bien? ayer la estuve esperando pero supuse que tal vez se había ido para su casa antes del almuerzo

-lo lamento mucho profesor -dijo apenada- lo olvidé por completo y por eso estoy aquí, además quería pedirle disculpas por no asistir

-no se preocupe, lo de ayer es entendible -dejó a un lado una pila de hojas que tenía en sus manos y dispuso toda su atención en Harper- ahora...quiero ayudarla porque también entiendo que el ejercicio no es su fuerte y más cuando sabemos su condición

Hace cinco años Harper había logrado presentar con ayuda de Wayne un certificado médico que decía que, por motivos de seguridad para la salud de la chica, era indispensable que su piel estuviera protegida en todo momento, tenía un caso de "dermatitis severa" y por ello no podía usar ropa ajustada. Dicho certificado llegó a manos del director quien se encargó de notificar a los maestros que la señorita Turner estaba excluida de cualquier actividad física que requiriera la ausencia de ropa tales como pantalones, medias, chaquetas o abrigos, etc. Desde entonces Harper realizaba las clases de gimnasia y deportes con el uniforme completo, siendo la única estudiante en toda la secundaria Hawkins que practicaba actividad física cubierta en aquella tela de algodón que provoca sudoración excesiva lo cual disimulaba muy bien ya que al igual que su ropa dicho atuendo también era dos tallas más grande

-profesor mi intención no es perder su materia, pero es difícil llevar una vida escolar normal cuando tus compañeros se burlan de ti por no saber tus limitaciones -su tono de voz era suave y sus ojos expresaban un poco de tristeza- ¿si me entiende?

-lo sé, por eso quiero ayudarla -se levantó de la silla y fue por su portafolio para sacar lo que parecía ser un cronograma- le tengo una propuesta, escúchela y al final es libre de aceptar o rechazar

-está bien, lo escucho

-propongo que realice mis clases después del horario habitual, es decir -explicó- al finalizar la jornada nos reuniremos en el gimnasio para que presente las prácticas, haga los trabajos teóricos y por supuesto tenga el derecho de presentar los exámenes

-pero...¿y el entrenamiento del equipo? -La propuesta era interesante, pero temía que se formaran chismes si alguien se enteraba- ¿y si el director se molesta con usted?

-señorita Turner, déjeme aclararle que el director ya lo sabe y si usted acepta yo de inmediato le tengo que informar -eso le dio un parte de tranquilidad a la pelinegra- y por el equipo no se preocupe que justo aquí tengo el cronograma de prácticas, ¿olvida que soy yo quien lo hace?

-verdad...olvidaba que usted también es el entrenador-pronunció mientras observaba cómo el profesor tomaba un lapicero-

-Yo me encargaría de hacerle un horario que no se cruce con los entrenamientos, además son solo cuatro horas en la semana, así que con dos días que asista es suficiente... lo único es que..

Thunder | Eddie MunsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora