Capítulo 12

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Eddie llegó más temprano que de costumbre y se estacionó esperando ver llegar alguno de los buses escolares con la esperanza de que Turner se bajara y así pudiera contarle lo que había ocurrido la noche anterior, no creía poder resistir hasta el final de las clases, necesitaba hablar con ella cuanto antes.

Todos los buses habían llegado, pero para sorpresa del castaño de ninguno se bajó Harper, eso le parecía extraño pero no podía esperarla más ya que Chrissy estaba del otro lado del estacionamiento indicándole con su mano que se acercara.

-Hola Ed -saludó la porrista dejando un beso en la mejilla del castaño, cosa que sorprendió a la audiencia que los miraba como si fueran los protagonistas de una película- ¿descansaste?

-Hola preciosa -a un lado habían quedado las formalidades después de ese beso- dormí bien y ¿tu?...¿pudiste descansar?

-sí, caí como una piedra apenas toque mi cama, estaba cansada -Eddie no podía ocultar su sonrisa de niño pequeño, sus ojos brillaban de solo mirar a la animadora- quería preguntarte algo...¿te molesta si me llevas hoy a casa? -preguntó nerviosa- es que el auto de mi padre se averió y escasamente pudo traerme pero no podrá recogerme

-ni tienes que preguntar, yo te llevo -guiño su ojo y la abrazó al darse cuenta que Jason los observaba a lo lejos- pero tendrás que esperarme unos minutos, prometo no demorarme ¿sí? -la porrista asintió con una gran sonrisa en su rostro-

La primera hora de clase la compartía con Chrissy, así que aprovecho para llevar su brazo por detrás de los hombros de la pelirroja y abrazarla sutilmente mientras caminaban rumbo al salón de clase, pero antes de ingresar a las instalaciones Munson miró a Jason con una sonrisa de victoria mientras el basquetbolista se moría de celos y le daba una mirada de pocos amigos, lo cual Eddie disfrutó.

Aunque no habían formalizado nada, Eddie y Chrissy eran el tema principal de los pasillos de la secundaria Hawkins, se especulaba que la porrista estaba saliendo con el líder del Hellfire y que eso conllevaría a que la reputación de las animadoras se viera por el piso, pero la verdad es que después del beso ninguno quiso tocar el tema de los sentimientos, no era incomodo pero sentían que no era momento para hablar, solo quieren disfrutar de la noche.

Al terminar las clases Eddie salió rumbo al bosque no sin antes dejarle una nota en el casillero a Chrissy que decía "Nos vemos en el estacionamiento en 20 minutos. Ed".

El castaño esperó y miraba seguidamente su reloj, se le hacía raro que en todo el día no había visto a Harper, ni siquiera en la hora del almuerzo como de costumbre, su mente empezó imaginar distintos escenarios, aparte de contarle lo que había pasado con la porrista, Munson quería preguntarle por lo que vio en los espejos cuando la dejó la tarde anterior en su casa, la imagen del señor Turner abofeteando a la pelinegra se repetía una y otra vez.

Ya habían pasado los veinte minutos y no podía esperar más, regresó al estacionamiento y vio como Jason estaba a escasos centímetros de Chrissy. No alcanzaba a escuchar lo que le decía así que se acercó con rapidez, pero no tuvo oportunidad de enfrentar a Carver ya que este se fue antes de que el castaño llegara al lado de la pelirroja.

-¿estás bien? -preguntó preocupado- ¿te hizo algo?

-sí, no te preocupes -Eddie no le creía, pues no era capaz de mirarlo a los ojos- ¿nos vamos?

-¿qué quería? -insistió-

-nada, solo olvídalo

Eddie no quiso seguir insistiendo para evitar discutir con Chrissy y prefirió cambiar el tema preguntándole cómo le había ido en las otras clases que no compartían, sin embargo, mientras escuchaba a la animadora hablar su mente estaba más enfocada en Harper.

-Eddie...¿podemos hablar sobre lo que pasó anoche? -preguntó mientras el castaño se estacionaba cuadras antes de la casa- claro, si no te molesta

-para nada, de hecho, yo también quería hablar de eso solo que...-suspiró- no sabía cómo hacerlo sin que fuera incómodo

-me gustó -soltó- me gustó mucho

-¿qué? -la pregunta no era tonta, Eddie en realidad no entendía a qué se refería, pensaba en la película, en la cita, en las flores, en el beso e incluso en el gesto que tuvo al pasarle su chaqueta de cuero por el frío- ¿qué te gustó?

-todo...en especial el beso -sus mejillas se enrojecieron al igual que las de Eddie-

-bueno...pues déjame decirte mi querida Chrissy Cunningham que a mí también me gustó -sonrieron como dos enamorados, el castaño tomó su mano y depositó un tierno beso en su dorso- ¿se podría repetir?

-¿quién le diría que no a esos ojos?

Eddie sintió como sus mejillas se enrojecieron, por primera vez en su vida una chica lo intimidaba y a la vez lo hacía sentir especial. Se acercó para dejar un beso en su mejilla, luego la miró fijamente y sonrió.

-Eres preciosa ¿lo sabías? -la pelirroja solo asintió-

De nuevo Eddie sentía que su cuerpo flotaba al posar sus labios sobre la animadora, el beso inició lento y tierno como la noche anterior pero pocos minutos después se convirtió en uno más pasional, su mano viajó hasta la nuca de la chica para hacer más presión, sin querer el castaño se empezaba a emocionar de demás al escuchar como Chrissy jadeaba.

Ella no se quedó atrás, tomó confianza y acercó su cuerpo al de Munson para acortar la distancia y dejándose llevar por el momento se hizo paso con su lengua para iniciar una guerra con Eddie de besos lascivos.

Una fina capa de sudor cubría los rostros de aquellos dos adolescentes que se les estaba dificultando parar lo que parecía ser un momento de excitación. Eddie pasó su mano libre en la cintura de la porrista y empezó a ejercer presión, estaba descontrolado y fuera de sus cinco sentidos, solo quería continuar. Chrissy comenzó a entrar en razón, alguien los podía ver y lo que menos deseaba era tener problemas con sus padres.

-Eddie...-dijo cortando el beso- creo que es mejor que me vaya

-¿segura que quieres irte? -el castaño estaba enceguecido por el deseo y se le dificulta respirar-

-sii, es lo mejor -dijo dejando un corto beso en la comisura de los labios de Eddie- gracias por traerme

-mañana nos vemos linda, descansa

El castaño se sentía avergonzado, el calor del momento había desaparecido, la sangre volvía a recorrer con normalidad el cuerpo y ya no se concentraba en la entrepierna de Eddie. Con la mente un poco más clara decidió ir a ver a Harper, no podía dejar de lado el hecho de que no sabía nada de ella, así le costara aceptarlo, Eddie ya consideraba a Turner como una amiga más.

Se estacionó frente a la casa y con pasos firmes se acercó a la puerta, golpeó una, dos y tres veces pero nadie abrió, al parecer la casa estaba vacía así que intentó ver por la ventana de la sala pero fue inútil, la cortina no permitía ver en absoluto.

-¿Dónde estás Turner? -habló para sí mismo- ¿dónde te metiste?

De pronto recordó ver una pequeña ventana en la puerta trasera que había en la cocina, a pasos torpes rodeó la casa y lo poco que pudo ver a través de aquel cristal fue una casa limpia, en silencio y sin movimiento alguno.

No tenía idea de dónde más podría estar así que con resignación regresó al remolque en busca de Wayne, pues su tío seguía postergando la conversación pendiente. 

Thunder | Eddie MunsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora