Capítulo 15

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Eddie quiso alivianar el silencio que había mientras conducía hacia la casa de la pelinegra poniendo algo de música, subió el volumen y miró discretamente a Harper, quería ver su reacción al escuchar a Metallica, pensó que haría algún gesto de desagrado, pero no fue así, de hecho, parecía ignorar por completo lo que pasaba a su rededor y solo estaba concentrada mirando como los árboles avanzaban por la carretera, era como si estuviera de cuerpo presente pero de mente ausente.

-llegamos -dijo mientras estacionaba pero su mirada se centró en la cara de la chica quien estaba dormida- ¿es enserio Turner?...¿cómo te puedes dormir con Metallica? Eso es una falta de respeto.

El castaño no se había dado cuenta en qué momento Harper se había dormido, creyó que tal vez era una broma pero no fue así. Desabrochó su cinturón de seguridad y se acercó un poco al cuerpo de su acompañante, la veía tan tranquila, tan serena que no tenía intención de despertarla, por el contrario se quedó observando cada parte de su rostro, era un momento que tal vez no se repetiría así que empezó a notar detalles que nunca había visto en la chica o que simplemente no le había prestado atención.

Su cabello era negro, su piel era blanca casi como la nieve y no tenía ningún lunar o peca, escasamente podía notar las finas líneas de expresión que por repetición a lo largo de su vida ya se habían empezado a notar, pero eran muy leves. Admiró sus largas pestañas y su pequeña pero respingada nariz, empezaba a preguntarse si realmente Turner era bonita. Su mirada bajó hasta sus labios que tenían un color carmesí algo pálido y fue en ese momento en el que recordó que muy pocas veces había visto los dientes de la pelinegra, ella no sonreía con frecuencia y mucho menos la veía reír, así que sintió la necesidad de hacer todo lo posible para que sonriera y poder observar cómo eran sus dientes.

Continuó bajando la mirada pero el hoodie le impedía ver más allá del cuello, no quería ser morboso pero no entendía porque Harper se vestía de esa manera, no recordaba haberla visto utilizando algo más acorde a su figura porque hasta eso le causaba intriga, aunque se veía que era una chica delgada no se sabía con exactitud qué tanto lo era, ni si tal vez tenía curvas pronunciadas, la pelinegra usaba ropa que parecía ser dos o incluso tres tallas más grandes que la que debería usar acorde a su cuerpo, por esa razón Eddie le puso el apodo de "trapos colgados".

Notó que sus manos eran delgadas y tenía unas uñas muy bonitas, sin barniz, pero se veían bonitas. Empezaba a cuestionarse si realmente ella merecía el trato que durante mucho tiempo él y otras personas le habían dado. Reflexionó sobre aquello y llegó a la conclusión de que Turner no era una mala persona, no tenía problemas con nadie y por el contrario solo la molestaban por su estilo tan particular, pero quienes lograban como en el caso de Eddie conocerla, se daban cuenta que era amable y servicial.

Eddie estaba tan concentrado que un extraño ruido hizo que reaccionara, miraba a su alrededor y no entendía de dónde provenía hasta que lo volvió a escuchar con más fuerza, era el estómago de Harper. Soltó una pequeña carcajada y la despertó lentamente moviendo su hombro izquierdo.

-¿uumm? -se quejó-

-despierta Turner, ya llegamos

-¡Oh!, lo siento Eddie -se sentó derecha y empezó a tallar sus ojos- Robin tiene razón, tu furgoneta es más cómoda que el auto de Steve.

Ambos rieron por el comentario, Harper tomó su mochila del suelo y se desabrochó el cinturón para poder bajar del vehículo.

-¿Estás mejor?

-sí, supongo que debo descansar un poco y ya

-está bien... descansa Turner

-adiós Eddie -dijo mientras se bajaba- gracias por traerme

Thunder | Eddie MunsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora