Capitulo 4 segunda parte

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Bastian

Apenas salí de el departamento de Kate llamé a Néstor.

—¿Que pasa Bastian? — se oía adormilado y como no si era la una de la madrugada — No puedes dormir o acaso paso algo malo.

—No, no es eso. Quiero que prepares el contrato de mi futura esposa y que hagas todos los arreglos— me oía emocionado.

—¡¿Ahorita?! o ¿Puedo esperar a mañana?—

— Para mañana que estén a las nueve y media—

—Si es así entonces déjame dormir y duerme tu también—

Terminó la llamada y yo salí rumbo a mi departamento.

Casi no pude dormir pues apenas cerraba los ojos la imagen de Kate se formaba.
Llegué a la oficina temo y pedí a mi asistente Abigail que preparara mi oficina con suficiente café, galletas o pastelillos de la cafetería de la empresa y minutos antes que llegara Kate todo estaba en mi oficina, quería portarme amable para ganarme su confianza.

— Señor, la señorita Kate está aquí— Abigail me dio aviso por el interfón.

—Que siga— deje lo que estaba haciendo. Kate entro a mi oficina se veía hermosa, se veía que se había esmerado en su arreglo personal su cabello perfectamente peinado y esa ropa de oficina se le veía muy bien y creo me podría acostumbrar a verla así— Adelante Kate, toma asiendo ¿Gustas un café, un pastelillo? — le señalé una pequeña estancia que se encontraba dentro de mi oficina en la mesa de centro había café y una torre con pastelillos de diferentes sabores ella me miró incrédula, pude distinguir una leve sonrrisa.

—¿Me cito para una entrevista de trabajo o para tomar un café?— su voz se oía desafiante.

Su tono de voz me hizo retomar mi postura autoritaria, pues era mi oficina y yo mandaba aquí — Claro que la cité para un trabajo, solo que mi abogado aún no llega con el contrato. ¿No te molesta esperar un poco?—

— No, mientras no sea mucho tiempo—  se sentó en un sillón con elegancia y tomo un poco de café.

Yo tenía mucho trabajo así que regrese a mi escritorio y continúe con el.

Estaba muy consentido en mis asuntos cuando oí que aclaraban una garganta.

— (sonido) ya pasó una hora, será que ya puede iniciar la entrevista o me puedo retirar ya que tengo que buscar trabajo-

Mire el reloj y era cierto ya había pasado una hora y ni las luces de Néstor, estaba apunto de llamarlo cuando entró a la oficina.

— Buenos días amigo, disculpa la tardanza pero un contrato como este se tiene que revisar muy bien—

—¿Pero ya está listo?— pregunté con fastidio y Néstor me dio una mirada molesta.

— Cuando te he quedado mal...

Los presenté y se saludaron cordialmente y entre los dos le explicamos cuál era su trabajo. Conforme le decía cuál era el trabajo su cara se transformaba en un signo de interrogación.

— Esto es una broma —fueron las primeras palabras que salieron de su boca seguida de una risa nerviosa

—A mi no me gustan las bromas —dije seriamente viéndola a los ojos.

— ¿Y por qué yo? ¿A casó no tienes una novia o...— hizo una pequeña pausa — ¿Que trampa tiene esto?

—Ni una, nos casaremos legalmente, viviremos fingiendo ser una pareja feliz y después de un año nos separamos sin problemas. Yo te pagaré una buena cantidad mensual — Le estire un papel con la cantidad de dinero que le pagaría mensualmente y solo abrió mucho los ojos.

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