Extra: Amor

41 2 0
                                    

Midoriya: Hoy llega tarde…- *suspiro*
Izuku Midoriya estaba en el comedor de la universidad con dos bandejas esperando mientras jugaba con la pajita del zumo de melocotón.
Midoriya: ¿Le habrá pasado algo?, no contesta a mis mensajes y me da miedo llamarle por si sigue en clase.
Midoriya suspiraba algo tristón mientras dejaba caer su corta cabellera en la mesa y cerraba los ojos.
???: Ey, hola.
Una extraña voz le sorprende, cuando levanta la cabeza ve a un grupo de chicos de cursos superiores sonriéndole.
???: Hola
Midoriya: Ey hola- les devuelve el saludo animado.
???: ¿Estás bien chico, quieres que te acompañemos a la enfermería?
Midoriya: ¡Ah! no, gracias por preocuparos pero estoy bien, solo estaba descansando.
???: ¿Estás seguro? Por cierto me llamo Josh.
Midoriya: Encantado, Josh, yo soy Midoriya. De verdad no te preocupes estoy esperando a alguien.
Josh: ¿Entonces esta bandeja es de…?
Midoriya: Si, sí es para alguien.
???: ¿Seguro que no nos la puedes dar chico?- decía uno mientras aproximaba la mano.
Midoriya: Seguro.
El tono de voz de Midoriya se había agravado y había alejado la bandeja de la mano del contrario.
Josh: Oh vamos vamos, sin malos rollos, cuando llegue tu amigo puedes coger otra, ¿no? chico.
Midoriya traga saliva, no le gusta a dónde va la situación, sus pulsaciones se aceleran y comienza a sudar.
Midoriya: No.
Josh: Oh bueno en ese caso en vez de la bandeja nos puedes dar un par de yenes. Ya sabes como pago por no llevarnosla.
Midoriya: ¿Eh? Yo-yo…
Poco a poco empiezan a aparecer imágenes familiares por la cabeza del chico y comienza a hiperventilar.
Josh: Bueno y si no puedes darnos dinero hay otras maneras de pagar ya sabes.
Al darse cuenta del estado de Midoriya, Josh se acerca y le roza la mano con los dedos mientras sube por la muñeca y no corta el contacto visual. Midoriya por su lado estaba paralizado al borde del ataque de ansiedad. Josh estaba a punto de tocarle la mejilla cuando…
Bakugou: ¡¡OI!!
El grito de Bakugou fue como un estruendo, la cafetería entera quedó en absoluto silencio solo se escuchaban los pasos de Bakugou acercándose con rapidez a la escena. En cuanto Midoriya lo vio se alteró más, pensando que se iban a golpear y rápidamente hizo el amago de detenerlo, pero todo lo contrario Bakugou se interpuso entre ambos para protegerlo.
Bakugou: Alejaos de él.
Josh: Oh vamos tío si solo estábamos hablando, ¿verdad?
En cuánto Josh miró a Midoriya este se asustó y se aferró a la camisa de Bakugou.
Bakugou: Largo, no me puedo creer que personas de vuestra edad se estén metiendo con más pequeños, se supone que en breve vais a ser parte de la sociedad y unos adultos funcionales, me explicais que se os pasa por la cabeza para hacer este tipo de niñerias.
Josh y compañía no respondieron, no sabían qué responder ante semejante humillación y se marcharon con el rabo entre las piernas. Al verles marchas Bakugou se sienta en la mesa, coge los palillos y bendice la mesa, como si nada hubiese pasado comienza a comer ante la perpleja mirada de Midoriya quién seguía de pie. Eso pone algo incómodo al chico y aunque en un principio no pensaba decir nada acaba soltando un…
Bakugou: Te dije que te protegería.
Esas palabras empañan los ojos del peliverde quién torpemente se sienta y coge los palillos para comer mientras le caen lágrimas por las mejillas pero sin dejar de sonreír.
Bakugou: ¿Eres bobo? o ries o comes, decidete.
Midoriya solo asentía mientras seguía llorando entre tanta felicidad.

Las clases de la tarde habían terminado, Bakugou volvía al pequeño apartamentito que compartía con Midoriya, al entrar se quita los zapatos y avanza saludando a su compañero pero este estaba sentado en el escritorio improvisado del salón murmurando frente a un cuaderno. Al ver que Midoriya no le devuelve el saludo se enfada.
Bakugou: Oi Deku de mierda al menos saluda.
Ante ese grito el chico  despierta de su trance y voltea la cabeza.
Midoriya: Bienvenido a casa Kacchan- sonreía.
Bakugou: Eso está mejor, nerd de mierda.
Katsuki dejó sus cosas en el salón y entró a la ducha, mientras Midoriya cerró su cuaderno y fue a la cocina con idea de hacer una pequeña cena para ambos. Llevaba practicando con su compañero desde hace semanas y hoy quería demostrarle lo que había aprendido pero a medida que iba haciendo las preparaciones no paraba de meter la pata. Cuando Bakugou salió de la ducha había un fuerte olor a quemado y este asustado con la mera toalla se precipitó hacia la cocina dónde encontró a Midoriya con lagrimones en los ojos pensando que hacer con los huevos negros azabache. Katsuki enseguida apagó el fuego.
Bakugou: Deku, ¿aún no has aprendido los malditos tiempos de cada cosa?
Bakugou esperaba una respuesta vaga del chico pero al contrario obtuvo el silencio, cuando miró a Midoriya este estaba mirando fijo su torso con las mejillas sonrojadas. En cuanto notó su mirada se recompuso rápidamente.
Midoriya: Lo siento Kacchan yo no sé qué ha pasado, te juro que estaba atento pero en cuanto fui a poner la mesa se quemaron.
Bakugou: *suspiro* No toques nada, vuelve al salón, yo me ocupo.
El rubio se vistió rápidamente para preparar unas pequeñas raciones de arroz blanco que acompañarían a los huevos quemados. Al ver los platos Izuku se sorprende y le mira con los ojos como platos.
Bakugou: No te emociones, simplemente están comestibles.
Midoriya se puso muy feliz, aunque no lo parecían esas palabras reconocían sus esfuerzos y felizmente se comió el plato soportando el regusto a quemado.

Al terminar de cenar ambos se reunieron en el sofá en frente del televisor.
Bakugou: Oh por favor otro documental sobre All Might no, ¡dame el mando!
Midoriya: Eeee pero, pero en este sale una entrevista que no he visto nunca.- Decía mientras intentaba proteger el mando de las zarpas del rubio. Finalmente Katsuki consigue arrebatarle el control y comienza a hacer zapping mientras Midoriya intenta recuperarlo, pero se cansa rápidamente y se rinde. Bakugou no consigue encontrar nada interesante que ver y acaba apagando el televisor, ambos se quedan en silencio, Katsuski apoyado en el respaldo del sofá mientras que Midoriya estaba sentado en suelo recostado sobre el sofá cerca del Katsuki.
Midoriya: Sabes… hoy he recordado algunas cosas de esa época. Han pasado 2 años pero todavía me quedo congelado ante eso. Por un momento me pareció ver en el rostro de ese chico a “ellos”...- su voz comenzó a temblar, tenía un nudo en la garganta quería seguir hablando pero le costaba mucho sacar todo aquello. Lo único que le calmó fue la mano de Bakugou acariciando su cabellera. Se quedaron así por un rato largo, hasta que al fin Bakugou encontró las palabras y miró a Midoriya.
Bakugou: Lo que te hicieron no volverá a pasar, no lo voy a permitir.
Midoriya sonrió, se había calmado. Bakugou se acercó y se dieron un beso después del cual juntaron las frentes y se miraron sonrientes.
Bakugou: Ey pequeño lujurioso acaso crees que no me di cuenta de como me devorabas antes con la mirada.
El rostro de Midoriya explotó en rojo y comenzó a tartamudear nervioso, mientras que Bakugou se levantó y cargó al chico como si fuera un saco de patatas hacia la habitación, donde lo  tumbó en la cama y lo acorraló. Midoriya había comenzado a reír con toda la situación, risa que fue cesada con un profundo beso que no fue muy largo, cuando se separaron se miraron a los ojos, el peliverde estaba rojo pero su mirada desprendía un fuerte deseo. Bakugou se levanta un momento para quitarse la camisa y revelar ese marcado torso que horas antes hipnotizó a su pareja. Con la camisa fuera se recostó con todo su peso sobre Midoriya para tumbarlo, ambos se abrazaron y Katsuki comenzó a llenar su cuello de besos excitandolo  poco a poco. Al cabo de un momento subió el rostro para ver a su pareja, la mirada de Izuku era cada vez más ardiente. En ese momento, Midoriya extiende su mano para tocar la mejilla del chico, estaba jadeando ligeramente y de la nada sus ojos se humedecieron.
Midoriya: Gracias por estar siempre a mi lado. Te quiero mucho.
Katsuki fundió de nuevo sus labios mientras acariciaba con el dorso de la mano su entrepierna. Midoriya por su parte había comenzado a besarle el cuello. Katsuki no tardó en sacar su miembro para masturbarle acelerando el corazón del peliverde y nublando sus pensamientos. En un arrebato hace lo mismo con el miembro de Bakugou, el chico  intenta quitar su mano pero Midoriya persiste. Al cabo de un rato Midoriya le hace un gesto para que se tumbe a su lado y se dan varios besos Mientras Bakugou aprovecha para preparar su entrada y mordisquea sus pezones subiendo la temperatura de su cuerpo aún más. Midoriya estaba al borde del clímax, con cada roce se derretía en sus brazos. Las preparaciones no fueron muy largas pues el cuerpo del chico ya estaba acostumbrado y sin más el rubio se posicionó. Ambos se miraron a los ojos, no hacía falta palabra alguna, Katsuki entró provocando un sonoro gemido en Midoriya quién se vino al no poder aguantar tanta estimulación. Cuando Katsuki entró hizo una pequeña pausa, conocía perfectamente el cuerpo que tenía debajo, estaba esperando una señal, esos ojos verdes rogando por él. Y así fue, cuando la calentura momentánea de Midoriya bajó un poco le miró insistente. Querría más y Katsuki comenzó con las estocadas, rápidas pero certeras, golpeando el punto mágico para hacerle enloquecer en un concierto de gemidos. Al cabo de un rato bajó la marcha para que cogiera aire y volvió con el mismo ritmo. Sus sesiones eran como una montaña rusa, de vez en cuando el chico pedía besos los cuales aprovechaba para tumbar a su novio y dominarlo aunque sea un poco. Esa era una de esas ocasiones, no le costó mucho ponerse arriba y dar pequeños brincos mientras el rubio le sujetaba de la cadera. Al igual que Katsuki, Midoriya tenía su pequeño truco, dejar una pausa ligeramente larga cada tres estocadas, esto aceleraba la excitación del chico que de normal tenía un gran aguante. Cuando Katsuki estaba apunto de venirse subió las manos hasta su espalda y le invitó a tumbarse sobre él. Después volvió a llevar las manos hacía sus glúteos y coordinó las últimas dos estocadas antes de que ambos llegarán al clímax. Midoriya jadeaba en su pecho, estaba algo agitado pero adoraba esa postura porque podía sentir las grandes respiraciones de Katsuki y escuchar su corazón latir con fuerza. Era él el que le provocaba tantas reacciones a su cuerpo y eso le hacía muy feliz. Katsuki alcanzó la manta y ambos se quedaron dormidos.

-----------------------------------------------------------------
Ahora sí, esto es todo. Espero que os halla gustado haya aquí a llegado esta aventura. He tardado unos 5 años en terminarla pero la he terminado.
Chao y besos <3

QuirklessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora