Escoria

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Al finalizar la jornada escolar Izuku se deslizó disimuladamente fuera del aula, en dirección a los baños, donde una vez más se encontraría con su doloroso destino. Mientras caminaba, Midoriya pensaba una vez más en no ir, en irse a casa y ahorrarse ese sufrimiento, pero en ese preciso instante un dolor le perforó la cabeza, el dolor que sintió la primera vez que huyó, el dolor de los puñetazos, el dolor de las patadas, si volvía a huir, volvería a pasar y eso le aterraba.
Sin darse cuenta del tiempo Midoriya ya estaba en frente de la puerta del baño de chicos, antes de abrirla pensó otra vez en escapar, pero los recuerdos dolorosos volvieron y al final decidió entrar.

???: Oh aquí esta el que faltaba, llegas tarde.

Midoriya: lo siento- murmuró muy bajo.

???: Por cierto hoy vamos a ser más, estos dos se nos han unido, pero como ocasión especial- dijo con una sonrisa que daba miedo - y otra cosa hoy no lo haremos aquí, será fuera del instituto así que vamos. - dicho esto todos juntos salieron y se encaminaron hacia la nueva ubicación.

Al sonar el timbre de salida Bakugou se puso al hombro la mochila ya preparada y se dispuso a salir, cuando noto como un peli-verde cruzaba veloz la puerta del aula, "Hmm, ¿De que va?" pensó este mientras salía y se dirigía a la puerta principal. Su trayecto a casa es en bus, pero esta vez no tenía muchas ganas de volver, por lo que se bajo en el centro de la ciudad, le apetecía darse una vuelta por ahí. Entró a los recreativos se gastó la mayor parte de su dinero y tiempo jugando ahí.

Por otro lado Izuku seguía a una panda de chicos que no conocía de mucho, sabía cual era su destino, pero se sorprendía de que sus piernas estuvieran cooperativas y pudiera caminar, la primera vez los chicos tuvieron que arrastrarlo mientras le golpeaban y el lloraba esperando a que alguien le salvará. Pero hay algo que en esa primera vez no había, y era la conversación que mantenían, "puedo hacerle esto o aquello" "claro adelante" "pero no llorará, no gritara" "claro que no nosotros nos encargaremos de eso", era como si fuese mercancía, que de hecho lo es, escucharles hablar así le ponía de mal humor, quería decirles que se callaran pero probablemente le golpearán, y no quería eso. En ese momento recordó lo que pasó durante la clase de educación física, aquellas palabras que le dijo a kacchan "... desearía no haber nacido jamás, desearía morirme" - ha cierto dije eso, que quería morirme y ahora que lo pienso es lo mejor, después de todo soy libre ¿verdad?, si no quiero follar con estos tipos, no lo haré y si quiero morirme lo haré. Aah la vida era tan sencilla, como no me di cuenta antes jajaja- murmuró para si mismo. En este punto el Midoriya Izuku que conocíamos desapareció y la locura se apoderó de su mente, la locura y unas ganas tremendas de suicidarse.

Midoriya: ¡Oye! vosotros, estoy harto, dejad de tratarme como si fuera un objeto, no se si sabéis lo mucho que duele el ser fallado por el culo, por esa razón hoy me planto, ya no quiero hacer esto.

???: oye oye oye, ¿lo dices en serio, estas loco? - dijo uno bastante sorprendido.

???: jajajajjajaja es una broma verdad, porque si no lo es ve preparándote - dijo otro mientras alzaba los puños.

Midoriya: lo digo totalmente en serio, y si no me creéis os podéis quedar ahí a comprobarlo - y salió corriendo perdiéndose entre las calles.

Los chicos tardaron un poco en reaccionar pero comenzaron a seguirlo, estaban furiosos era la primera vez que Izuku se revelaba y lo que es peor no parecía el.

En un punto no muy lejano al del peli-verde se encontraba un rubio dando una paseo por una de las calles más transitadas, cuando de repente un hombre atacó a una mujer de sopetón, este tenía una especie de tentáculos con los cuales estrangulaba a la mujer a la vez que rompía su ropa, la gente comenzó a correr y a gritar asustada, Katsuki sin embargo se quedó viendo la escena, al parecer no iba a intervenir, o eso pensaba.
A los pies del hombre tentáculo un niño pequeño de entre 4-5 años, se aferraba a él.

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