Desesperación

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Duele, es humillante, embarazoso, pero ante todo es asqueroso. Sentir como estas personas me desgarran por dentro, como me humillan...

???: Ey Midoriya mira hacia aquí deja que la cámara capte tu rostro de puta jajjajajs

Midoriya: ha, ha hann ah, p-parad.. ah.. por...favor hann... ah

???: que paremos jajaja, si tu cuerpo dice lo contrario... ves estas duro, otra vez.

Midoriya: nooo... hnnn

Y siguieron hiriéndome y desgarrándome por dentro, mientras me humillaban y se reían de mí.
Ese día jamás lo olvidaré, me sentí desesperado, me sentí inútil, tuve ganas de morirme y sin embargo tenía la esperanza de que alguien vendría y me salvaría, de que ese alguien podría ser "él", pero no fue así, esos chicos los cuales pertenecían a mi escuela pero estaban en otra clase siguieron violándome y rompiéndome​ hasta que quedaron satisfechos, hasta que yo me convertí en un trapo sucio para ellos, hasta que mi alma se quebró, hasta que perdí la conciencia, hasta que no pude levantarme y quede tirado en el baño de chicos durante toda la noche encerrado sin poder salir de aquel laberinto de dolor y sufrimiento.

De camino a la escuela Izuku Midoriya recordaba la pesadilla que cada mañana le despertaba desde hace unos meses. No tenía ganas de ir a la escuela pero si no lo hacía su madre recibiría una multa y su situación económica no estaba como para que eso pasase.
Al traspasar la puerta principal de la escuela, podía sentirlo, esas miradas juzgando, riendo y despreciando, "mirarle es él, no tiene hoy una leve cojera, no será que ayer estuvo trabajando" "donde, donde... es cierto jajaj como es capaz de aguantar cada noche jajaja" posiblemente y es lo más probable, estas voces que escuchaba en su cabeza eran fruto de su locura, pero no podía ignorarlas pues después de todo, lo que decían era cierto y con lágrimas a punto de correr por sus mejillas cerró los ojos y se fue corriendo hasta llegar a su pupitre, donde dejo su mochila en el suelo y se recostó sobre la mesa para llorar en silencio.

No muy lejos de ahí había dos personas observándolo pero de pensamiento y personalidades distintas, uno era Shouto Todoroki, un chico alto, delgado, con una apariencia curiosa pues la mitad de su pelo era rojo y la otra mitad blanco y los ojos igual , uno era gris y el otro celeste. En cuanto a su personalidad, frío, inexpresivo, corría un rumor descabellado de que usaba sus poderes para congelar su rostro y así no cambiar su expresión.
Este chico era el único que se acercaba y hablaba con Izuku, se consideraba su amigo pero Midoriya nunca le dejó decir esa palabra "amigo" para así no traerle problemas.
El otro era Bakugou Katsuki, el chico explosivo, un pandillero, el cual siempre estaba de mal humor. Su cabello era rubio y estridente, sus ojos dos esferas escarlata que era mejor no enfadar porque si no, sería lo último que verías antes de morir. Katsuki era el amigo de la infancia de Izuku, se conocían desde muy pequeños, Kacchan, que es como Izuku le llama, era un chico valiente, enérgico y bastante arrogante, Midoriya le admiraba y le seguía en sus aventuras aunque estas eran algo peligrosas y le diesen miedo. Pero cuando obtuvo su quirk, empezó a cambiar, se volvió más violento y maltrataba a Izuku, física y psicológicamente.
"Sabes tu nombre se puede leer como "Deku" que significa inútil, no te va perfecto ese nombre jajajja", desde ese día no pudo quitarse el apodo de Deku.

Mientras Todoroki y Bakugou enfrentaban miradas, porque el chico de cabello bicolor quería acercarse a Midoriya y el rubio no le dejaba, entró el profesor Aizawa y puso orden, Izuku respondió a esto levantándose, secándose las lágrimas y sacando su libro de texto, para poder comenzar con la primera clase del día.

Más tarde a la hora del almuerzo en la cafetería Todoroki buscaba una mesa en la cual sentarse, pese a que todas estaban llenas incluso algunas con más personas de las que debería, había una en la cual había solo un chico de pelo verde, oscuro y revuelto con ojos verdes decaídos y sin vida, los cuales miraban como unas blancas y pequeñas manos jugaban con una albóndiga en el plato.

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