[10] Nos volvemos a encontrar

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Quackity aún seguía en esa biblioteca, nadie lo había ido a buscar pero era esperado por los grandes golems en la puerta.

Estaba en esa silla, arreglando sus hojas donde habían anotaciones vagas, su estómago dolía, creía que ya había pasado un día ahí, su cabeza igual y sus ojos ardían.

¿Hay una cosa en la que él ponga tanto esfuerzo y que eso siga en su posesión?, no, no había nada.

Se levantó de la silla estirándose y agarrando las hojas nuevamente, estas fueron devueltas a su lugar, Quackity ahora se disponía a ordenar sus libros pero un golpeteo lo interrumpió, esto lo sorprendió ya que nadie de Karmaland podía pasar a los golems.

Rápidamente fue a abrir la puerta y se llevó una sorpresa, era Eret, ¿cuánto tiempo llevaba allá adentro?.

-¿Quackity?- La reina lo agarró de las mejillas y lo analizó delicadamente -¿Qué fue lo que te pasó?.

-¿Me veo tan mal?- Dijo bromeando y riendo un poco, verlo lo hacia sentir mejor.

-Sí, muy mal, ven, te ayudaré- Y así ambos entraron a esa librería, Quackity le permitió pasar sin problemas.

Eret agarró unas tijeras y arregló su cabello, ahora este llegaba a la mitad de su cuello pero no se veía tan mal, ahora solo le estaba ayudando a cepillarlo y el ambiente era cálido.

-¿Qué fue lo que pasó, precioso?- Dijo en un tono calmado y Quackity trató de verla de reojo.

-Ya no formo parte de los héroes de Karmaland.

Eso sorprendió a Eret.

-¿Por qué es eso?, ¿le explotaste una mina a alguien?

-No, ¿recuerdas el libro del que Tommy nos habló?, el que tenía Dream.

-Sí, lo recuerdo vagamente- Su tono era más severo.

-Bueno, tenía mi nombre en él, decía que era preferible que no cayera en manos mías y supongo que los Dioses lo interpretaron como que si yo fuese el peligro.

-Los Dioses no pueden hacer eso, ellos bien saben nuestros pasados.

-¿De qué hablas?

-Nos trajeron a sus tierras por interés, porque saben que podemos protegerlos, no pudieron haber sido los Dioses, Quackity; piensa bien quién tenía el libro en primer lugar.

-Fue...- No quería decir ese nombre.

-Dream, fue Dream, cariño; Dream les dio ese libro y al notar que servía perfectamente entonces ahora lo tratan como uno de sus Dioses, me di cuenta que Dream estaba aquí gracias a la vez que peleamos en los bosques de mis tierras.

-¿Trajo más gente?

-Trajo a Purpled, Punz y...

-Slime.

-Sí, los investigué un poco antes de que mis memorias, empezaran a regresar, rodeaban mis tierras y Karmaland.

-Entiendo, tenemos que sacar a Karmaland de todo este enredo, iré a hablar con Vegetta, quizá me escuche y-- fue interrumpido cuando Eret agarró su mano y lo atrajo a su regazo dándole un abrazo.

-No puedo permitirte eso, como rey te ordenó que dejes tus labores al menos por hoy, estás pasando por un momento difícil y lo mejor es que descanses lo más que puedas, yo me aseguraré de que nada te haga daño.

Eret tenía razón, mierda, estaba cansado, no había dormido demasiado, los recuerdos lo golpeaban cada que lo hacía pero no perdía nada con intentar.

Unos minutos después Eret también cayó dormida hasta que unos golpeteos se hicieron presentes.

La reina se levantó tratando de no despertar al híbrido y fue a abrir la puerta, era una señora. Los golems estaban viéndola pero no habían hecho nada.

-¿Necesita algo?- Preguntó Eret.

-Sí, el joven Quackity pidió este pastel, supuse que no lo iría a retirar debido a la situación que se ha dado en el pueblo- Le mostró una caja y había un pastel dentro de esta.

-Es muy bonito- Dijo luego de abrir la caja.

-El joven eligió las rosas, ¿sabía que ese tipo de rosas se usan para pedir disculpas?.

-Oh, Quackity...- Dijo para él mismo -Muchas gracias.

Buscó en su bolsa y sacó dinero siendo entregado a la señora, una vez ambos se despidieron Eret llevó aquel pastel a la mesa mientras veía a Quackity tranquilamente durmiendo, no pudo soportarlo y se acercó al joven para darle un beso en su frente.

-Yo sé que estoy guapo pero tampoco para tanto- dijo coqueto.

-Oh por Dios, estás despierto- Eret se había asustado- te dejaron un pastel.

-¡Cierto, la señora!- se pegó en la frente como "castigo" -¿Cuánto pagaste?, te lo regresaré.

-No es nada, cariño- Eret suspiró -Pero lo que sí necesito es que me digas qué es lo que está pasando con el pueblo.

-¿El pueblo?, no he sabido nada desde hace dos días.

-Entiendo...- Eret tenía un mal presentimiento - No has comido en días, ¿no es así?, ven, te serviré pastel.

-No, es para ti, yo buscaré algo para mí.

-Sí es mío entonces decidí darte una parte- y así fue, dicho y hecho, Quackity estaba comiendo dejando a Eret más tranquila.

-Si no te molesta tengo que retirarme por unos minutos, vuelvo en un rato- le acarició su cabeza por encima del gorro.

-¿Dónde vas?- Veía como Eret abría la puerta.

-Iré a hablar con Vegetta.

Y así se retiró dejando a Quackity con las palabras en la boca.

Esa persona iba caminando a paso seguro, iba llegando al centro del pueblo, gracias a Vegetta sabía sobre la reunión que tendrían los héroes y tenía que hablar con el sabio.

-Disculpen si los interrumpo- Eret habló llamando la atención.

-¡Dan!, ¿cómo has estado?- preguntó Rubius.

-Inquieto.

-¿Se podría saber la razón?- Preguntó Sapo Peta "preocupando".

Que hipócrita.

-Quisiera que su pueblo regrese el Revival Book donde pertenece.

-¿De qué habla?

-Ese libro le pertenece a mis tierras.

-Lo lamento pero no va a pasar- Sapo Peta sacó su bastón.

-Eligen seguir el camino de la perdición inevitable, es demasiado lamentable, yo me haré cargo que se den cuenta de que esa perdición es algo que le seguirá el resto de sus vidas, háganme caso y recuerden siempre cuidarse entre ustedes, quien sabe, quizá hasta los que ya no son sus compañeros; porque yo les seguiré muy de cerca.

Eret caminó por donde había llegado.

-¿Qué mierda fue eso?- Dijo Luzu

-Una amenaza muy directa- habló ahora el sabio.

-Deberíamos hablar con él- Opinó Vegetta.

-Chicos, ¿en qué dirección estaba su reino?- Dijo Rubius con un tono serio.

-En el lado noroeste.

-Pues debemos apurarnos en hablar con ella, va camino a la casa de Quackity.

Los héroes se tensaron por eso y empezaron a correr en esa dirección a la casa de su ex compañero.

Luzu fue el primero en llegar quitando las piedras con el pico pero cuando entró los demás vieron como este se quedaba inmóvil en la puerta.

-¿Pasó algo, Lucio?- Dijo Auron preocupado y cuando entró quedó sorprendido por la escena.

"Dan" y Quackity abrazados y la espada que era empuñada por Dan atravesó a ambos, Quackity débilmente lo miró para luego ambos caer al suelo.

-¡SAPO PETA, TRAE EL REVIVAL BOOK AHORA!- Gritó Vegetta el que había logrado pasar.

Ese día Karmaland estaría de luto.



























Realmente lo va a estar?

No pertenece -{Quackity :]}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora