[9] Desconcertado

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Quackity había salido de casa de Vegetta, ya se encontraba mejor y había estado bajo el cuidado de Vegetta por cualquier inconveniente.

Con él llevaba la carta de "Dan", lo que había escrito mientras estuvo en cama y sus pertenencias que había llevado al viaje; había estado caminando ya por unos minutos, los del pueblo ya lo estaban empezando a reconocer por lo que lo saludaban pero una vez se adentró hasta el lago donde sus casa estaba caminó a su biblioteca resguardada aún por los golems, entró y cerró las puertas tras de él.

Presionó un botón el cual encendió las luces del lugar y suspiró, puso el libro en una de las estanterías y se llevó la carta de Dan hasta esa silla de la mesa del centro del lugar donde de dentó mientras la volvía a leer.

—¿Por qué te sigues sintiendo conocido?— preguntó en voz alta para Dan el cual no lo escuchaba.

Iba a doblar la carta nuevamente pero vio algo anotado en una de las esquinas, el mensaje decía "revisa tu mochila ;)" y eso hizo, agarró su mochila y sacó sus cosas, al fondo de esta había una carta.

"De Dan para Big Q"

Eso lo tomó por sorpresa así que abrió la carta rápidamente.

Big Q, espero seas tú quien lee esto, creo que ya habías descubierto pero realmente no soy Dan, soy Eret.

Lamento tener que hacer una identidad falsa frente a ti, recuerdo bien lo que me hiciste el día de nuestra boda pero pienso darte otra oportunidad, cambiando de tema, así como tú apareciste aquí yo lo hice, es necesario para nosotros hablar, siento que tenemos cosas sin terminar pero no recuerdo demasiado y lo siento pero espero poder hablar contigo, llegaré dos días después de que te recuperes, le pediré a Vegetta me diga cuando ya estés bien, espero estés de acuerdo.

Eret, otro amor al que él le dio la espalda y que no esperaba que lo perdonara, lo vio en uno de sus sueños, una boda donde Quackity hizo caso a sus impulsos y terminó hiriendo a su amada.

No sabía si realmente deseaba verlo, sus ansias y amor por esa persona aún estaban despiertas pero la culpa mantenía esos sentimientos en segundo plano, sabía que era su culpa pero trataba de evitar el tema, no quería que fuese su culpa.

Para aclarar sus pensamientos salió de la biblioteca con una caña de pescar en mano, una vez fuera se acercó a la orilla y tiró el lazo. Pasaron unos 40 minutos y ya se sentía tranquilo, logró conseguir unas cuantas cosas.

—Bien, creo que ya sé que hacer.

Y así agarró sus cosas caminando a su casa y dejándolas dentro para luego salir de camino al pueblo.

Una vez en el lugar pasó por una panadería donde entró esperando que lo atendieran rápidamente y así fue.

—¿Qué desea joven?— Una señora de edad avanzada salió de la cocina con una sonrisa cálida.

—Quería saber si pueden hacer un pastel para dentro de dos días, lo siento si es muy pronto.

—No hay problema— Sacó un libro y empezó a anotar —¿Algún detalle en específico?

No pertenece -{Quackity :]}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora