Quackity había logrado llegar al hogar de Fargan, Luzu tuvo que quedarse a mitad del camino a resolver una disputa entre dos del pueblo, el chico era bastante bueno con las palabras, ¿por qué no seguía sus propios consejos?, lo más seguro es que él no fuese real.
El joven tocó la puerta escuchando como algo se arrastraba tras de esta, cuando la puerta fue abierta pido ver a Fargan arrastrando sus sanas alas.
Que envidia.
-¡Chico!, ¿qué te trae por aquí?, si quieres Karmahuana entra y...
-NONONO, bueno, quizá un poco para después pero...quería ver si me puedes ayudar en algo- decía aún dudoso, pero ya qué, le dijeron qué hacer y lo hizo...otra vez.
-Claro, dime- el mayor tenía curiosidad a la petición del chico.
-Bien, verás...yo...¿sabes qué hacer con alas dañadas gravemente?.
-Sí, ¿algún habitante del pueblo era híbrido y se las dañó?- El híbrido de búho entró rápidamente a su hogar y salía con un botiquín.
-No, Fargan, yo me lastimé y quiero que me ayudes, es todo- Fargan volteó a ver con sorpresa al pato poniéndolo incomodo.
-¡¿Eres híbrido?!- el chico asintió y Fargan trató de mantener la calma -Ven, entremos y me las enseñas.
-De una las alas también, ¿no?- el búho rió por el comentario.
-Sí, pero ya, siéntate- el menor hizo caso y se sentó en una silla sin respaldar -Ahora necesito quitar tu chaqueta, ¿me das permiso?- tras un leve y dudoso asentimiento este prosiguió viendo las hermosas alas aprisionadas y dañadas.
-¿Tan mal están?- el silencio del contrario lo estaba inquietado.
-...sí- las desató de las vendas viendo las quemaduras en las alas y un corte medido -¿Cómo fue que te quemaste tanto?- no iba a mencionar el corte, sabía lo que era.
-Yo...no lo sé, pero supongo que tiene que ver con mi exagerado temor a la lava- rió incómodo.
-Bien...va a ser complicado recuperarte, creo que lo mejor sería dejarlas de esconder y de una preguntarle a Vegetta si no tiene alguna posición para rehabilitar tus alas completamente, de lo contrario...
-¿De lo contrario?- no quiso seguir en más silencio.
-No volarán.
-Oh...¿Y si lo dejamos así?, la neta me da flojera- el búho lo vio con reproche a lo cual el contrario se estremeció -BIEEEEN- dijo de a mala gana.
-¡Así se habla!- le dio palmadas en la espalda a Quackity, tenía la mano pesada, ouch- vamos con Vegetta antes de que oscurezca.
-Claro, solo déjame...- las vendas fueron arrebatadas -¡¿QUE TE PASA ESTÚPIDA?!- Dijo jugando, sí sabía el porqué de la reacción.
-No vas a usar las vendas nunca más, quieres que tus alas se pudran- escuchó la risa del más bajo- ¿De qué te ríes?.
-De nada- dijo tratando de calmarse de su risa.
-Solo vamos- dijo el contrario agarrando al más pequeño en brazos y empezando a volar.
Al menor le dio cierta nostalgia esto, sentía que le hacía falta algo, claro, sus alas, puso un cara triste, "QUACKITY!" escuchó y fargan le pasó unos lentes para que el vuelo no le molestara a la vista, se los puso y observó mejor, se animó e incluso quiso mover sus alas pero un dolor lo detuvo.
-Tranquilo, pronto podrás- Escuchó de Fargan, no quería confiar.
[...]
Vegetta estaba ordenando sus cofres ya que Rubius había llegado hace unas cuantas horas, el castaño hacía desastres; así se mantuvo hasta que escuchó golpeteo en su puerta, caminó hacia esta mientras el golpeteo se intensifica, llega y abre la puerta enfadado.
-Ya tío que me tiras la puerta- Dijo Vegetta al ver a Fargan y a Quackity, este último tapaba algo en su espalda.
-Pues verás, veníamos a pedirte una poción...
-¿De qué tipo?, ¿quieres la que simula la Karmahuana?- preguntó
-No, por ahora, lo que necesitamos son pociones de recuperación.
-¿Dañaste tus alas otra vez?- El de morado se acercó rápidamente a Fargan tratando de revisarlo.
-No, no fui yo...Quackity, muéstrale.
Quackity extendió sus alas con dificultad, los ojos de Vegetta se abrieron en par al ver las hermosas alas lastimadas, se acercó aún más rápido y las examinaba.
-¿Las has comprimido con algo?- Vegetta preguntó buscando respuestas.
-Sí, vendas...
-Pero si es que eres tontito- caminó hasta la puerta de su casa haciendo in ademán a que los otros dos pasaran.
Los dejó sentados en uno de los sofás del lugar, mientras esperaban Fargan le decía que hacer para tratar de mover sus alas un poco más percatando de que estaban más dañadas de lo que pensaba.
-Oye Quackity, ¿realmente no sabes cómo fue que te pasaron estas quemaduras?
-No, bueno, tengo unas leves ideas de lo que pasó pero solo han sido sueños.
recordaba como alguien caía de una estructura hacia la lava y el se lanzaba para atraparlo.
-SLIME, GET IN THE SAND, GET IN THE SAND.
-Quackity from Las Nevadas, thank you for showing me what is like to be human.
Y la figura se deshizo en sus brazos.
Cuando despertó estaba llorando y Fargan trataba de calmarlo, no se había dado cuenta de esto.
-Estoy bien, tranquilo- mencionaba cansado.
-No lo parece...- iba a continuar pero la voz de Vegetta los sacó de tema.
-Listo, aquí están 7 pociones de regeneración, una por día a esta misma hora.
-Gracias Vegetta, te voy a hacer mi doctor de conveniencia.
Vegetta rió para luego empezar a despedirse y salir de ese castillo. El momento era incómodo entre los dos aviares, Quackity ya había dejado de llorar pero Fargan aún se veía preocupado.
-Si empiezas a recordar cosas dile a alguien, la carga no es buena.
-no te preocupes por eso...mira, mis alas ya son movibles.
-Parece que la poción ya te recuperó los nervios.
-No, ya estoy bien curado, suéltame y verás que sí- se alteró al sentir como caía desde lo alto hacia el lago de su casa pero Fargan lo atrapó antes -HIJO DE TU PUTA MADRE, CASI ME MUERO.
-Tú lo pediste antes, me retiro, niño, mañana nos vemos para ver el avance de tus alas.
-Si, gracias- con esto Fargan se retiró y Quackity agarró su libro y una pluma.
A pesar de repetir ese sueño de ese chico cayendo a la lava fue un buen día.
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No pertenece -{Quackity :]}
Fiksi PenggemarLuego de tener que evacuar Karmaland 5 Sapo Peta mandó a todos a Karmaland 4 diciendo que era su lugar de origen, quizá no sabía que uno de los héroes no tenía lugar ahí y los Dioses lo sabían. ¿Qué le pasara a ese intruso?