Ambos seguían en aquel callejón, habían pasado aproximadamente unos 15 minutos los cuales para ambos fueron eternos, Quackity por el esfuerzo por mantener la calma y a Eret por ver a Quackity sufrir.
Eret seguía consolando a Quackity sin palabras y Quackity se sentía cada vez peor, ahora no era por lo anterior sucedido, lo que pasaba ahora es que no se sentía merecedor del cariño de su amada, esa hermosa mujer merecedora del mundo entero, él solo era un malagradecido que no podía compensar lo que su bella acompañante hacía por él y se sentía miserable.
Quackity trataba de decirle a Eret que se fuera y lo dejara solo para que ella no lo viera en un estado tan vulnerable, no quería que su amada lo viera en tal estado, quería que su amada lo viera en su mejor momento y admitía que no era como antes, odiaba tanto eso, quisiera volver a esos días donde sentía que podía hacer sentir bien a su amada, donde le daba al menos una buena conversación, ahora sentía que eran conversaciones secas de las cuales ninguno de los dos tenía el control.
Cada momento que la castaña trataba de pasar con Quackity él sentía que cada cosa la hacía mal, sentía que cada cosa que pensaba era verdad y eso lo abruma, lo abruma cada vez más donde su conciencia llega hasta lo más profundo de su alma perforando su confianza.
Ambos sabían que saldrían heridos pero no querían separarse, la distancia les estaba haciendo daño y no querían aceptarlo, Quackity quería alejarla del causante de todo eso, la quería alejar de él pero ella se aferraba a la idea de que él era buena persona.
-Cariño- Habló Eret -Vamos a casa, dormiremos juntos hoy.
-Bien- Dijo cabizbajo.
Ambos comenzaron a caminar camino al castillo siendo alumbrados por la luna en aquella calle oscura.
-¿Quieres decirme qué es lo que pasa?.
Quackity no quería, sabía que su amada se sentiría mal por él pero su situación no era grave, sentía que su amada no tenía que estar abrumada por tonterías.
-No pasa nada preciosa- Sonrió, Eret sabía que no era verdad -Solo un mal recuerdo y ya.
-¿Seguro?.
Quackity asintió inseguro y apretando más la mano de su amada mientras caminaban, las ganas de llorar aún eran presentes y sentía como su pecho dolía, Dios, ella merecía mucho más que eso.
-Sabes que me puedes decir todo, estoy para ti.
Eso le dolió al menor, ¿por qué lo hacía tan difícil?
-Lo sé, lo siento.
-¿Por qué deberías disculparte?
Por muchas cosas, más de las que él mismo recordaba.
-Solo tengo la necesidad- soltó una leve risa -¿Sabes?, quisiera que no tuviésemos que vivir a como estamos ahora.
-¿A qué te refieres?.
-Quisiese darte mucho más- Vio al suelo, oh Dios, malditas lágrimas.
-No digas eso, ya me lo das todo- acercó la mano del contrario a su pecho.
-Lo siento- murmuró.
Y así el camino fue silencioso y sus mentes un alboroto.
Quackity quería dar mucho más y se estaba culpando internamente por mucho más de lo que era necesario y le lastimaba.
Así llegaron al castillo, entraron evadiendo la gente de la mayor forma posible y entraron a la habitación de Quackity donde Eret lo guió hasta la cama haciendo que este se recueste y ella sentada a su lado dándole el cariño que le era posible.
Se estaban lastimando demasiado.
¿Por qué lo hacían?
Porque se amaban más de lo que debían sabiendo su situación, no querían aceptarlo.
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Algo corto pero sirve
(ayudanoestoybien)
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No pertenece -{Quackity :]}
FanficLuego de tener que evacuar Karmaland 5 Sapo Peta mandó a todos a Karmaland 4 diciendo que era su lugar de origen, quizá no sabía que uno de los héroes no tenía lugar ahí y los Dioses lo sabían. ¿Qué le pasara a ese intruso?