- Capítulo 2 -

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Todas las mañanas me despierto a la misma hora, en la misma cama, con la misma persona.

Me doy una ducha, me cepillo los dientes y me visto. Luego como el mismo desayuno a la misma hora y tomó la misma ruta al trabajo.

La misma rutina, la misma vida y la misma actitud.

Tengo 34 años y me aterra pensar qué esto sea todo. ¿Por qué tiene qué haber algo mas, mí vida no puede sentirse una miseria, verdad?

Desde pequeña me prepararon a lo largo de mi vida para ser abogada, de esa manera encajaba en la empresa familiar y llevaría en alto el apellido Chapman como la hija del jefe. Nadie nunca escuchó mis deseos, nadie nunca reparó en que no me gustaban las leyes sino que me gustaba diseñar, dibujar....

Me comprometí y me case con el hijo del mejor amigo de mí padre, y esa fue mí decisión no puedo culpar a nadie por haber dicho si, acepto. Ambos nos conocimos en la escuela de leyes, congeniamos hasta cierto punto y me permitio por un buen tiempo tener cierta libertad. Pero no era feliz, en estos años de matrimonio había gozado mas las veces que no estabamos juntos y me aventuraba a tener algo con un hombre o una mujer dependiendo de mi estado de animo.

Y ahora, mi cuerpo estaba sufriendo las consecuencias de mis decisiones.

Si, mi cuerpo maldita sea dolía tal y como esa mujer lo había dicho. Era cómo si hubiera corrido una maldita maratón y ni siquiera un baño en tina qué tanto disfrutaba me había quitado esa sensación. Iba atrasada, tenía una reunión con los nuevos socios de mí padre para definir los acuerdos de su nuevo proyecto y cómo siempre, debía dejar en alto el apellido Chapman.

En estos momentos, estaba agradecida de qué no me fuera a acompañar nadie mas que mí asistente.

Subí a mí auto con un café en grano bien cargado y escribí la dirección en el gps, no me daba la cabeza para concentrarme en las calles y descubrir por mí misma cómo llegar.

- Tienes una cara de no haber dormido, ¿Ya regreso Larry?

- Larry fue a San Francisco a cerrar un trato con un nuevo cliente, así qué no. Estoy sola, Sophia

Tomé mi cartera y ambas subimos al ascensor que nos llevaría al último piso a encontrarnos con los nuevos socios de mí padre. Lo único qué deseaba era no quedarme dormida a mitad de la reunión y esperaba qué un segundo café fuera mas que necesario.

- ¿Con quién es la reunión? - pregunte, agradecida de ver una máquina de café a nuestro lado.

- CO V&N

- ¿Y eso significa....?

- Alex Vause y Nicole Nichols, ambas son socias y dueñas de la compañía. Según tengo entendido, Nicole es la abogada y Alex es la arquitecta y presidenta de la compañía.

- Entiendo

Llegamos al quinto piso del lujoso edificio del corporativo CO V & N, donde todo es completamente prolijo. Paredes blancas, cuadros de pinturas no extravagantemente caras y un estilo armonioso. Probablemente yo habría cambiado el color del suelo, pero a mi gusto funcionaba.

Nos recibio la secretaria de una de las nuevas socias de mi padre y nos guió hasta la sala de reuniones, sin antes preguntarnos si deseábamos algo para beber. Afortunadamente eso funcionaba para mí, a esta altura ya necesitaba nuevamente otro café si quería parecer profesional y hacer bien mí trabajo.

- Buenos días, las estabamos esperando - dijo la mujer de cabello rizado y alborotado, de seguro era una de las socias- mí nombre es Nicole Nichols, abogada y socia de CO V&N

En Pausa- ¿Qué pasaría si.....?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora