- Capitulo Extra ⭐️ -

124 33 6
                                    


Después de todo, sabia que necesitaba hacer esto. Apenas llegue a casa lo primero que hice fue abrir la puerta de la habitación de Maeve y sentarme en el suelo, con mi espalda apoyada en la puerta y la mirada fija en su cuna.

Hoy era uno de esos días en que necesitaba sentirla cerca y a la vez, dejarla ir.

Me había empecinado en conservar su habitación, en no mover ningún objeto o regalar lo que ya no estábamos utilizando pese a que Artesian estaba convencida en que debíamos donar todo lo que Maeve había dejado nuevo sin usar, porque probablemente alguien lo necesitaría mas que nosotras pero no podía.....

¿Como dejas ir lo único que te recuerda que su corto paso por este mundo había sido algo real?
¿Cómo iba a poder entender que mi pequeña con 6 meses se había muerto y que no volvería?
¿Cómo se sigue viviendo sintiendo que te falta una parte de tu corazón?

Maeve había sido una luz de esperanza en un matrimonio que estaba entrando en crisis, tanto Artesian como yo sabíamos que necesitábamos algo mas si queríamos seguir casadas y en un intento egoísta sugerido por mi madre nos habíamos aventurados en una fertilización en in vitro para traer un ser a este mundo.

Nuestro primer intento, nuestro pequeño milagro.... El tratamiento había resultado en el primer intento, Artesian estaba esperando a mi bebé y eso nos había unido de una forma que jamás podríamos haber imaginado. Ambas teníamos una razón para seguir juntas, una razón para luchar por nuestro matrimonio e intentar ser felices.

Pero quizás fuimos muy ilusas, porque en la segunda ecografía el médico había visto algo con el bebé que no le pareció bien. Ambas sentimos ese mismo miedo que se puede apreciar en una teleserie o en una película cuando el médico te dice: voy a pedir más exámenes, vi algo que no me gusta y me gustaría poder descartar que........

Y después de muchos exámenes sabíamos que nos habíamos ganado la lotería, "ganado" al referir que nuestro bebé era ese 2,5 por 10000 habitantes que tenía la condición de síndrome de Down.

No era una enfermedad, no era algo que teníamos en mente cuando soñábamos con un bebé pero lo íbamos a enfrentar. De eso no teníamos dudas con Artesian, íbamos a amar, apoyar y ayudar a desenvolverse a como de lugar a nuestro bebé.... porque era nuestro.

Nos dedicamos a averiguar, a saber todo lo que teníamos que saber. A estar preparadas para poder ser las mejores madres para esta pequeña que nos iba a necesitar.

Pero mi pequeña rubia, de ojos verdes y ojos achinados, al tener síndrome de Down había nacido con algunas otras enfermedades que sabíamos que eran posibles pero imaginábamos que no las tendría. Una de ellas había sido una cardiopatía, es decir una condición cardiaca, que lamentablemente la había llevado a la muerte en una de las tantas operaciones que había tenido que pasar para mantenerse con vida......

Llevábamos más de una semana en el hospital esperando a que Maeve tuviera el peso ideal para poder ser operada por segunda vez. La primera no había resultado y teníamos la esperanza de que esta iba a ser exitosa. Artesian estaba nerviosa, no quería someter a Maeve a una operación a corazón abierto y aunque lo habíamos discutido infinitas veces no podíamos posponer esta cirugía.

Después de pasear con ella en la habitación mientras le cantaba una de mis canciones favoritas, mi bebé dormía en mis brazos plácidamente.

Artesian no deja de mirarnos fijamente, sé que nos ha tomado una fotografía. Tenemos una gran cantidad en casa, ya que Artie es una fotógrafa profesional y quiere inmortalizar cada momento que pasamos junto a nuestro pequeño milagro.

- A veces envidio tu capacidad de hacerla dormir en brazos - susurra para no despertar a nuestra hija.

- Y yo a veces envidio tu capacidad para hacerla reír. -

En Pausa- ¿Qué pasaría si.....?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora