- Capitulo 7 -

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Increíblemente mi mal humor había desaparecido y de qué forma. Piper había aparecido en mí oficina por causa del destino como siempre decía ella y eso me había alegrado de una forma impensada.

Tenerla frente a mí, solo me hacia pensar en las posibilidades de aprovechar el tiempo que teníamos sin importarme que estuviéramos en mi oficina y que alguien pudiera descubrirnos.

Piper tenía los ojos cerrados, sentía cómo sus músculos se relajaban cuando mis manos los acariciaban y me moria por ver sus ojos azules, respondiendo a cada una de mis caricias.

- Alex, no podemos...

- Si, si podemos y te lo voy a demostrar.

- Puede entrar alguien, es muy arriesgado - abre sus ojos y se da cuenta qué estoy arrodillada frente a ella.

- Nadie va a entrar porque cómo tu dijiste, hoy le he dicho a todo el mundo qué no quiero qué nadie me moleste -beso la piel que su falda deja al descubierto mientras Piper sigue mirandome temerosa- aprovechemos este momento, te juro que nadie va a entrar por esa puerta.

- Alex...¿por qué me haces esto? - muerde sus labios y pese a que se resiste, se que ella también lo quiere.

- ¿Por qué me haces esto tú? - separó sus piernas y mis manos continúan acariciando sus rodillas- estas preciosa, realmente hermosa con ese traje.

Le sonrió a Piper, sabiendo que probablemente esto sea una locura pero por la hora al menos las personas que pudieran entrar a la oficina ya no lo harían y honestamente, no sé cuándo nos volveremos a encontrar.

Me muerdo los labios y mis manos comienzan a ascender en terreno peligroso, Piper me mira de reojo mientras sigue pendiente de la puerta. Aprovecho su distracción y le quito rápidamente su ropa interior. Para mí sorpresa es de encaje y de color rosado claro, por supuesto qué de diseñador así qué me tomó la molestia de quitarlas con cuidado y dejarlas en el suelo, sin antes comprobar que se encuentran húmedas.

- Por favor, Alex -suplico Piper, sin tener en mente lo qué iba a suceder.

- ¿Por favor qué, Piper? - dejo quieta mis manos en sus muslos, muy cerca de su centro.

- No me hagas esto

- Tranquila, qué te va a gustar y no te importará el lugar en donde estamos.

Y antes de qué pudiera decir algo, de tener su derecho a réplica.... me aferre a su cadera para acercarla a mí y hacer qué sus piernas pasen por mis hombros para poder tenerla lo mas cerca posible. Definitivamente me gusta tener las piernas suaves de Piper sobre mis hombros.

Piper abrió los ojos al verme tan cerca de su centro y solo pudo apoyar sus manos en los apoyabrazos. Sus ojos azules comenzaban a aclararse y literal era como ver el cielo en sus ojos. Apenas acerqué mi boca a ella, Piper gimió fuerte y eso solo me motivó a lamerla con rapidez y cómo si quisiera abarcar cada espacio de su coño.

Su sabor era único, dulce y salado a la vez, la mejor combinación. Estaba completamente extasiada con Piper, podía sentir cómo sus músculos se tensaban y cómo ella cerraba los ojos abandonandose al placer. Intentaba ahogar sus gemidos mordiéndose su mano, sobre todo cuando mí lengua comenzó a follarse a su clítoris, con movimientos rápidos y constantes sintiendo como esa parte de su cuerpo respondía a cada una de mis caricias.

- Mas.... por favor Alex- suplico Piper, moviendo sus caderas al ritmo de mí lengua, enseñándome el ritmo que necesitaba.

Abrí mis ojos y me dedique a observar la maravilla de su cuerpo, él ver cómo cada parte de su cuerpo reaccionaba ante mí. Mis manos subieron con determinacion hasta sus pechos, sintiendo sus pezones erizados bajo la tela de su sostén y alternando la presión en ellos me dediqué a apreciarlos. Sentí cómo Piper inevitablemente en cuestión de instantes no pudo controlar su orgasmo y término corriendose en mí boca, dejandose llevar y entregandome todo.

En Pausa- ¿Qué pasaría si.....?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora