- Capitulo 21 -

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No me di cuenta cuando el fin de semana termino y ya comenzaba a sentirme mucho mejor. Piper me había estado acompañando durante el día y la noche, me había cuidado tal y como lo había dicho y pese a que no éramos una pareja por un par de días se sintió de esa manera.

Probablemente desde que era pequeña nadie me cuidaba de esa forma, no es que intente decir que mientras estuve con Artesian ella no lo hubiera hecho. Sin embargo, algo que las diferenciaba a ambas era que Piper si había pospuesto cosas por mi a diferencia de Artesian.

Maneje mi auto en dirección al restaurante en donde habíamos quedado para desayunar. Ambas queríamos hablar de trabajo y después de días sin ver la luz, creo que a ambas nos apetecía salir a algún lugar aunque no fuera por los motivos que queríamos.

Busque algunas recomendaciones en el menú para ver mientras esperaba a Piper, aunque sabía perfectamente que era lo que ella iba a ordenar y lo que yo iba a pedir.

El lugar era céntrico, estaba inmerso en la majestuosidad de Nueva York. Te permitía desconectarte de todo lo que estaba ocurriendo, sin tener que salir de la ciudad. Pese a que recién eran las 7:30 de la mañana, esto ya estaba lleno por personas que solo esperaban comer algo y salir a sus vidas caóticas.

Levanto la vista de mi teléfono y veo a una rubia hermosa, completamente radiante que se acerca a mi sin dejar de sonreír.

- Buenos días, Al - me da un beso en la mejilla y se sienta frente a mí- espero no hayas tenido que esperarme por mucho tiempo.

- No te preocupes, Pipes. Acabo de llegar, tan solo estaba viendo la carta para saber que ordenar por mientras.

- ¿Y ya viste que vas a ordenar? - asiento y le entrego la carta a ella para que pueda revisarla con calma- al menos hoy ya te ves mucho mejor, Al.

- Y me siento mucho mejor, al parecer tengo a la mejor enfermera del mundo.  - Piper esconde la mirada en el menú, esta completamente sonrojada- bueno, yo ya sé que voy a ordenar.

- Creo que estoy lista también - deja a un lado el menú y entonces le hace señas al mesero para hacerle saber que estamos listas para ordenar.

- Buenos días, ¿ya saben lo que van a ordenar? - saca su libreta de su bolsillo.

- Si, yo quiero las tostadas con huevo y tocino. - asiente y escribe lo que le he pedido- y para beber, un jugo de naranja y un café bien cargado sin azúcar.

- ¿Y para usted, señora? - le pregunta a Piper.

- Yogurth y frutas, para beber lo mismo que ella pero el café con 2 de azúcar.

- Enseguida les traigo el pedido, con permiso.

Pasan un par de minutos cuando el mismo mesero que nos atendió nos trae lo que ordenamos. Mientras hablamos de cosas sin sentido, sé que debo preguntarle lo que he estado posponiendo a Piper para poder tomar una decisión y no alargar más algo que quizás no tenga sentido.

- Entonces Al, ¿vas a decirme que pasa por tu cabeza de una vez por todas? No creas que no me di cuenta de que tratabas de decirme algo el fin de semana.

- Si. Lo intenté pero no encontré el momento perfecto.

- ¿Y ahora si lo harás?

- Bueno, no quería que conversáramos de esto con el estomago vació. Pero confío en ti y sé que tu mejor que nadie, podrás orientarme y ayudarme a decidir que hacer.

- ¿Es por lo del divorcio? ¿Quieres presentar ya la demanda de divorcio en el juzgado?

- No, momentáneamente no se trata de eso. Es sobre el proyecto que estamos llevando a cabo con tu padre, de seguro algo sabes de lo que ha estado pasando.

En Pausa- ¿Qué pasaría si.....?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora