🆃🆁🅴🅸🅽🆃🅰 🆈 🅳🅾🆂

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Lo primero que hizo al abrir los ojos, fué mirar al techo y tratar de recordar si lo sucedido la noche anterior se trataba de simples alucinaciones por ayuda de los calmantes fuertísimos que se había tomado, ó si eso realmente había sucedido.

Con su mano derecha se encargó de presionar dónde sus costillas dolían antes de sentarse con lentitud en la cama, tuvo que tomarse unas buenas respiraciones en el proceso.

Revisó la hora en su celular y ésta marcaba las 6:45am, así que pensó en que debería dormir un rato más ya que obviamente no iba a ir a la prepa.

Antes de volver a recostarse, tomó una pastilla y agradeció tener el vaso lleno de agua, una vez que se acomodó de la manera en la que el dolor fuera menor, intentó volver a dormirse.

Sin embargo, la llegada de una notificación en su celular interrumpió sus intenciones. Se apresuró a tomarlo y abrir el WhatsApp, su ilusión de que fuera un mensaje de Emilio cayó cuándo fué Diego quién le había hablado.

Drummerboy: Joa, ¿Cómo estás, amigo? Acabo de volver de una fiesta, pero hemos quedado con los chicos e iremos a verte hoy en la tarde, dile a Renata que deje la llave dónde tu ya sabes.

Para ser honesto, extrañaba a sus amigos y éstos no se habían aparecido a visitarlo durante toda la semana y cómo hoy era sábado, seguramente querrían quedarse hasta el día de mañana.

No dudó en responderle inmediatamente.

Me: ¡Chino! Al menos recordaste que existo. Menos mal que eres mí mejor amigo. Ahm si claro, ¿A qué hora vendrán?

La respuesta de Valdes no tardó en llegar.

Drummerboy: Oye no digas eso. Sabes que te extraño y que siempre recuerdo tu existencia, tonto. Eduardo dijo que iría a ver a su novio, él tardará más, pero Brian, Robert, Nelson, Mateo y yo iremos pasadas las 6.

Me: Vale, los espero entonces.

Bueno, era un buen horario así que no tuvo problemas en aceptar y responder antes de volverse a dormir.



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Volvió a despertarse pasadas ya las 11 de la mañana, supuso que ya tendría que al menos levantarse para ducharse y comer algo, así que con sumo cuidado se levantó y salió de la habitación para después adentrarse al baño y entrar a la ducha, escuchó a su hermana llamarlo, pero en cuánto escuchó el sonido de la regadera no tardó en darse cuenta de lo que estaba haciendo.

Después de varios minutos bajó el agua caliente, salió un poco más relajado, sólo un poco, que esa sensación de tener la mayoría de sus costillas adoloridas y esa presión lo tenía realmente mal.

Consiguió vestirse en un nuevo récord, unos pantalones holgados, camiseta y sudadera, nada más.

El sonido del timbre llamó su atención, pero no podía hacer más que quedarse en su cuarto y esperar a que Renata fuera la que le abriese a quién sea que haya llegado.

Te Amo Emilio // Adaptación EmiliacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora