🆃🆁🅴🅸🅽🆃🅰 🆈 🆂🅸🅴🆃🅴

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Un día, sólo un día le pedía al jodido universo que le dejara pasarlo tranquilo, justo hoy, que se sentía bien físicamente y con ganas de prepararse un puto postre, el hijo del idiota de Uberto decidía aparecerse en su casa cómo si nada.

El universo lo odiaba, estaba claro.

Emilio estaba sacando lo que había comprado de las bolsas en la cocina, mientras que el intruso estaba parado en medio de ésta, se le notaba tenso y nervioso, pero ¿Quién carajos lo mandó a venir a su casa? Nadie.

— ¿Para que has venido aquí? — preguntó, sonando más duro de lo que quiso.

Temo fijó su mirada en él y con su pulgar rascó una de sus cejas, le sorprendió aquello, porque es lo que él también hacía cuándo estaba nervioso.

— Cuándo nuestro padre-...

— Tú padre. — interrumpió, corrigiendo sus palabras.

Asintió mientras fruncía sus labios.

— Cuándo Uberto nos dijo que debíamos viajar hasta aquí, porque sus hijos lo necesitaban, fué un golpe demasiado duro y-...

— Nosotros no lo necesitamos. — volvió a interrumpir.

Rodó los ojos y bufó.

— ¿Quieres dejarme terminar de hablar sin interrumpirme? — pidió dándole una mirada algo seria. — Mí madre y yo nunca supimos de su existencia, papá jamás nos contó que tenía otra familia antes que nosotros. Y fué algo complicado de asimilar. — comenzó a explicar. — no tenía idea de que mí padre era un imbécil que dejó a su anterior familia y que nunca se hizo cargo de ello.

— Bueno, al menos sabes que es una mierda. — reiteró con cinismo.

— Pero él quiere enmendar su error, papá realmente quiere solucionar ésto.

Soltó un bufido y se cruzó de brazos.

— No hay nada que solucionar, ¿Es que no lo entiendes? No necesitamos una mierda de Uberto, no lo queremos en nuestra vida ahora. Ya es tarde para eso.

— Sé que no podré sentir lo mismo que tú, porque no pasé por lo mismo, pero... Pero de alguna manera siento que te lo debo. — bajó la mirada. — y siempre he querido tener un hermano. — agregó en un tono bajo.

Emilio no había dicho palabra alguna en ese tiempo, sólo estaba de espectador, en éste tiempo que pasó con Joaquín, sabía que el chico era algo terco y no dejaría su orgullo de lado, mucho menos en ésta situación tan... Complicada.

No quería meterse, porque no quería tener al castaño a la defensiva con él también, pero viéndolo desde el punto externo, sabía que tanto Joaquín cómo el tal Temo, eran sólo víctimas de las acciones del imbécil que les tocó cómo padre, así que no podía ponerse en contra del chico cuándo estaba claro que no tenía ni idea de todo ésto hasta hace muy poco tiempo y lo primero que hizo fué querer acercarse a sus hermanos.

— ¿Cuántos años tienes? — Joaquín preguntó, cambiando rotundamente de tema.

Frunció el ceño, algo confundido por el cambio de conversación.

— ¿Porqué me preguntas eso?

Encogió sus hombros. — Sólo responde.

Temo lo observó por unos segundos en silencio, hasta que respondió:

— Tengo 17 años.

Joaquín soltó una carcajada, sin ningún tipo de humor cuándo dijo:

- Así que el hijo de puta nos dejó y embarazó a tu madre al poco tiempo, vaya, le duró muy poco el dolor de haber abandonado a sus hijos. - había una mezcla de enojo, rencor y tristeza en sus palabras. - no eres más que un puto reemplazo. - escupió con cinismo viendo cómo sus palabras golpearon duro al castaño frente a él, su mueca fué una evidencia clara.

Te Amo Emilio // Adaptación EmiliacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora