🅲🅸🅽🅲🆄🅴🅽🆃🅰 🆈 🆄🅽🅾 - 🅵🅸🅽🅰🅻

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Tomándose cómo podía de las paredes del pasillo, sentía que era un camino eterno el llegar desde la cocina a la sala para poder caer a uno de los sillones, sentía que flotaba, había bebido demasiado a tal punto que no sentía siquiera sus labios.

Intentó aferrarse a uno de los aparadores cercanos al pasillo en cuánto estuvo en el área de la sala, sin embargo, sus cálculos no eran correctos ni sus reflejos precisos, por lo que no pudo evitar el ir de un golpe seco al suelo. Insultó por lo bajo y se quedó allí tendido en cuánto todo a su alrededor comenzó a dar vueltas.

Su estómago le pedía a gritos que vaciara todo el contenido líquido que estaba torturándolo y todo lo que pudo hacer fué descargar todo aquello justo a su lado.

Estaba acabado, se sentía prácticamente una mierda, ya que por más alcohol que se pudiese beber, no había nada que pudiera borrarle esa imagen de su cabeza, llevaba bastante tiempo intentando concretar esa estúpida farsa, desde entonces supo que la realidad era que no importaba la cantidad de alcohol que pudiera ingerir, aquel infierno en su mente no desaparecía.

La había jodido y sabía que debía pagarlo, pero no podía decir nada, no quería afrontar lo que había hecho.

Apretó sus ojos con fuerza cuándo aquel momento volvió a revivir.

Un sonido a lo lejos comenzó a escucharse, una leve vibración y tuvo que tocar la zona en la que sentía aquello, se dió cuenta que era su celular, lo sacó lentamente del bolsillo y observó quién lo estaba llamando.

Tragó duro, era Joaquín.

Mordió su labio inferior y con sus dedos temblorosos atendió la llamada, llevándose el aparato a su oído posteriormente.

- ¿Hola? - contestó tratando de sonar lo más claro posible.

- Chino... - su voz sonaba tranquila, eso lo relajó, seguía siendo el mismo para él. - ¿En dónde estás?

Frunció el ceño y aclaró su garganta. - Estoy en mí casa, ¿Porqué?

- Diego, me han dado el alta hace 2 días y todos los chicos han venido menos tú. - reclamó con un tono ofendido. - ¿Porqué no has venido a verme aún?

- Creí que no querrías verme más después de lo que pasó en el hospital.

Joaquín se quedó en silencio unos segundos, los cuáles fueron eternos para ambos.

- Diego... Los amigos también se pelean de vez en cuándo, eso no quiere decir que... - se detuvo. Escuchó un suspiro por parte del pelinegro hasta que luego volvió a decir: - tú eres mí mejor amigo, Diego... - su voz sonó algo quebrada. - Una discusión no puede acabar con nuestra amistad, ¿No lo crees?

Fué su turno de quedarse en silencio. Estaba hundiéndose cada vez más profundo y ya no sabía que más hacer.

- No, claro que no. No hay nada, nada que... Que pueda acabar con lo que tenemos, Joaquín. ¿Verdad?

- No, no hay nada. Escucha, Renata no está y Emilio no vá a venir a verme hoy, los chicos menos, podríamos pasar una tarde cómo las de antes, ¿Qué dices? Quiero pasar tiempo contigo, Diego... Te extraño.

-También te extraño, Joaco... Pero no creo que sea buena idea que vaya a tu casa.

-¿Porqué no?

- Porque... - no sabía que decir. - tal vez a Emilio le moleste que te vea, no le gustaba para nada el hecho de que haya ido al hospital, por eso no he ido más.

Te Amo Emilio // Adaptación EmiliacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora