Prohibido l.h

06

-¿Podrías quitar esa sonrisa burlona de tu cara?-dije rodando los ojos fingiendo desinterés aunque por dentro quería gritar.

Nora le explicó que había sido una confusión y sabía que ella estaba feliz por todo el caos que estaba formando con Luke ya que apenas corté la llamada ella me escribió "Sé que algún día lo agradecerás"

-No te enojes, Hale-dijo él mientras masticaba su burrito- Además no me molesta tu atención.

-¿Acaso te molesta algún tipo de atención femenina?-espete acomodándome bien en la silla frente a él.

Había traído comida y con todo lo de Nora, no pude evitar que se sentara a comer en mi hogar.

-Touché-se acomodó mejor y se inclinó cerca de mí- En mi defensa tu atención en particular me fascina.

Me sonrojé. Sentí mi cara arder y su sonrisa se ensanchó aún más.

-Basta-dije enojada- No quiero que coquetees conmigo.

-No lo hacía aún-dijo él tranquilo.

-Entonces detén esto-dije apuntándonos- No quiero lo que sea que estés intentando.

-Que aguafiestas eres, Hale-dijo inocente- Yo solo quiero que nos llevemos bien y seamos amigos.

Lo miré seria e intentando descubrir donde estaba la trampa en sus palabras.

-Podrías empezar por ser buen vecino y no poner tu música fuerte a la 7 de la mañana-me crucé de brazos.

-No pensé que vivías literal al lado mío...-subió sus manos en señal de desconocimiento- Pero no tendré más música en la mañana.

Me ofreció su mano para pactar un acuerdo y dudosa lo acepté.

Algo en mi inconsciente gritaba que estaba haciendo un pacto con el diablo que más adelante vería las consecuencias de esta tregua.

De todas formas... ¿Era tan terrible llevarse bien con Luke? ya había marcado los límites y eso seguiría así.

-¿Por qué decidiste venir a Greenville?-preguntó él.

Me encogí de hombros sin saber muy bien qué responder.

Claro que lo sabía pero no es algo que esté dispuesta a admitir con alguien que vengo recién conociendo.

-Pudo ser California, Seattle o qué sé yo... -insistió- pero esta ciudad es como la ves, no hay nada en ella.

-Están mis abuelos, para mí ya es suficiente.

-¿Y qué hay de tus padres?

Me senté en mi sofá y él me siguió y se sentó cerca de mí.

-Es complicado-reí nerviosa- Me llevo bien con ellos y los quiero pero no me dan mi espacio. Ellos quieren controlar mi vida, por lo que apenas me gradué busqué un lugar donde vivir en paz.

-Eres una caja de sorpresas, Hale.

sin saber que decir solo sonreí mientras veía como él mordía su labio.

La relación con mis padres era bastante buena y hablábamos siempre, es solo que cuando estoy con ellos por más de tres días ya comienza a desmoronarse porque tenemos diferentes formas de ver la vida. De hecho, pese a que llegaba justo a fin de mes, el pagar un lugar con mi primer empleo fue la mejor decisión de mi vida y me daba la libertad que tanto quería para mí.

No era una persona de ir a fiestas todos los fines de semana o qué sé yo, pero aún así mi madre encontraba un motivo para fastidiarme.

-¿Y qué haces?-preguntó él.

-Soy terapeuta ocupacional-sonreí orgullosa al decirlo- ¿y tú qué haces?

-Tengo un pequeño proyecto con un amigo.

Conversamos cosas triviales durante un rato, conociéndonos un poco más aunque nada tan profundo y estaba bien con eso. Mi mayor miedo era que Tom tuviera razón y yo fuera el problema con mi personalidad y las cosas que hacía.

Nunca tuve un problema de confianza pero los últimos años de relación con Tom fueron dañinos para mí, él criticaba constantemente mi forma de expresarme y hablar, supongo que era algo que había quedado en mí esa inseguridad aunque una voz en mí decía que no necesitaba escuchar lo que él decía, salía a resurgir la voz de todo aquel abuso psicológico.

-¿Qué lugares recomiendas conocer en Greenville-me acomodé mejor para quedar frente a frente, sujetando mi cabeza en mi antebrazo.

-Hay lugares realmente buenos, como la costa este de Greenville o acampar en lago Witpoon, miradores donde se ve toda la ciudad... depende de lo que te guste.

-Es solo que no he salido realmente, y quisiera poder conocer la ciudad donde estaré los próximos meses-comenté inocente.

-Si lo que quieres es que te muestre la ciudad debías mencionarlo, no tengo problemas con eso-rió él.

-¿Y tener que pasar más tiempo contigo?-lo fulminé- Prefiero ver los infomerciales.

-Siempre tan elocuente, se nos está haciendo una costumbre no crees.

Empecé a bostezar ya que se nos había pasado la hora hablando, para mi sorpresa fue agradable compartir con él a pesar de sus comentarios insinuantes de vez en cuando. Él anunció que se iría ya que tenía algunos asuntos pendientes de trabajo de los cuales no indagué más.

-Gracias por la comida-dije en la puerta.

-Prepárate para mañana, Hale.-dijo abriendo la puerta de su departamento- Te llevaré a conocer la ciudad. Lleva contigo un traje de baño... de preferencia diminuto.

me guiñó el ojo y entró a su hogar antes de poder protestar o negarme.