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Habíamos cumplido una semana en donde habíamos ido todos los días al gimnasio. Esta vez, los cuatro.

Cada vez me molestaba menos y empezaba a disfrutarlo, aunque no la parte de levantarme temprano.

Los chicos hacían pesas y con Jenna cardio, no llegábamos a toparnos realmente, luego de bañarnos y vestirnos, pasábamos a una cafetería que quedaba cerca.

-Hoy es tu turno, Calum Hood-dije yo- Ayer invité yo, eres el único que falta.

Él rió risueño y sacó su tarjeta para pagar los cafés de cada uno.

Finalmente era viernes, así que mientras estábamos aún sentados comiendo decidí invitar a los chicos al bar de Michael y Luke.

-Conozco un lugar donde podríamos ir en la noche, es cerca de donde yo vivo

-¡Si!-dijo Jenna- Creo que es necesario.

-¿Por qué no?-dijo Calum, asintiendo entusiasmado.

A todos les agradó la idea así que quedamos de juntarnos a las 10 allá y yo les pasé la dirección.

A Michael le habían dado el alta al día siguiente, y se encontraba bien aunque aún debía mantener reposo, pero siempre hablaba con él por mensajes y le había dicho que el día lunes debíamos empezar con las sesiones de terapia.

Luke por otro lado, después de plantarme no lo había vuelto a ver. Cuando desperté en la mañana tenía un mensaje de él donde decía que había tenido un problema y que no había podido llegar.

Como salía temprano del departamento no me topaba con él, y cuando volvía corría nuevamente a mi hogar, sin topármelo.

Claro que sabía que hoy podría verlo. Pero mi plan era ignorarlo y pasarlo bien con mis amigos.

Jenna insistió en que fuera a su casa y nos arregláramos juntas, yo insistía que solo saldríamos a divertirnos, que no había que exagerar pero ella quería maquillarme para que yo fuera hermosa y rompiera algunos corazones.

Durante el día, atendí a gente todo el día, solo descansé mientras almorzábamos con los chicos y unos residentes que eran nuevos.

-¡Deseo que llegue esta noche!-dijo Zed- Necesito alcohol en mi sistema.

-Pienso que apenas entremos al bar, perderemos a Zed-dijo Calum.

-Creo lo mismo-opiné.

-Hoy debemos buscar chicas, Calum-insistió Zed- Estoy cansado de que las pacientes nos presenten a sus hijas o nietas.

-¡Les encanta!-rió Jenna.

-A Zed-se defendió Calum- Para mí es incómodo.

Cuando el día laboral terminó, todos estábamos felices de que fuera viernes por fin, ya que esta semana fue intensa.

Jenna se fue conmigo, a buscar ropa y yo decidí bañarme rápido para poder arreglarme desde cero, de todas formas aún era temprano ya que además los días viernes nos íbamos antes del trabajo.

-Josephine, están golpeando-Me dijo Jenna mientras apagaba el agua.

-¡Abre, debe ser la comida!-dije.

Me envolví en la toalla y salí a la sala buscando mi cartera para poder darle propina al repartidor. Jenna se aclaró la garganta y levanté mi mirada y encontré esos ojos azules que había querido evitar toda la semana.

-Hola-saludé en shock.

-Hola Hale-dijo él aún sin pasar.

instintivamente abracé mi cuerpo que solo tapaba las partes estratégicas.

Prohibido l.hDonde viven las historias. Descúbrelo ahora