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Luke llegó a las dos de la tarde por mí y me sentí sorprendida de verlo nuevamente con su cabello amarrado y una barba creciente que le quedaba de maravilla.

Insistió en que no me diría donde quería llevarme y solo me me quedó cruzarme de brazos enojada en el asiento del copiloto.

-Esto podría ser un secuestro-murmuré.

-Podría ser-dijo él, disfrutando de esto.

-Qué engreído.

Claro que no me iba a decir a donde estábamos y ya habíamos pasado la playa y realmente me ilusioné al creer que pasaríamos el día ahí, disfrutando del sol y del mar.

Pero entonces, mis fantasías se fueron a la basura cuando divertido me dijo que ese no era nuestro destino.

-Cambia esa cara, Hale-me animó- Creo que vas a amar el lugar donde te llevo

-Tengo hambre-bufé.

-Revisa en mi bolso, compré algunas cosas.

Obedecí y vi un montón de golosinas de todos los tipos y también sandwiches que había preparado. Tome uno de pollo y me dispuse a esperar a que llegáramos, aunque me había resignado a que quizás no era nada especial.

Distraída me puse a cantar las canciones que se escuchaban en la radio y de vez en cuando escuchaba como Luke me acompañaba.

Luego de cinco minutos más, salió del camino pavimentado y siguió por un camino de tierra muy misterioso.

-¿Estás seguro que no quieres matarme?-pregunté paranoica.

-No es eso lo que quiero hacerte-dijo con su sonrisa pervertida.

-¡Luke!-exclamé golpeando levemente su brazo, pero sorprendida por su arrebato.

Él rió con ganas mientras yo seguía molesta con él. Sabía de antemano que venir con él era una mala idea y que nunca podría ser amiga de un sujeto que cada dos segundos intenta algo raro.

-Lo siento-dijo él cuando se dió cuenta que estaba enfadada- Estoy violando el acuerdo de amistad y me disculpo.

-Eres un idiota-me quejé.

-Tienes razón, prometo comportarme ahora.

lo miré mal y él solo rio.

-Mira, es aquí.

Apagó el motor y pude observar que estábamos en un bosque lleno de árboles y a lo largo se veía un lago precioso. Me pareció raro que no hubieran más autos o personas aquí ya que podía ser una reserva nacional.

Me bajé del auto y caminé para poder ver el lugar. Di un suspiro ya que realmente era muy bello y no esperaba que este fuera nuestro paradero.

-Encontré este lugar cuando tenía dieciséis años-escuché su voz en mi espalda.-No sé como no es un balneario o algo así.

-Es hermoso-dije anonadada.

-Y eso no es lo mejor-dijo con tranquilidad.

Lo vi avanzar hasta el lago y lo seguí.

Se sacó la polera y quedó únicamente en shorts y vi como caminó hasta la orilla donde había un pequeño puente madera y sin pensarlo mucho se tiró al agua donde parecía disfrutar.
Sonreí sin poder evitarlo ya que Luke me había sorprendido de forma grata.

Me senté en la orilla y disfruté de los olores y sonidos, siempre es reconfortante poder desconectarse de todos y todo.

Saqué mi teléfono para poder tomar una foto de este lugar aunque la cámara no lograse captar lo bello de este lugar. En eso que estaba sacando fotos, había una en la cual se veía Luke caminando hacia la orilla.

Que sexy, pensé.

-¿Qué piensas de este lugar?-preguntó

-Me haz sorprendido-dije riendo.-¿Traes aquí a tus conquistas y caen rendidas a tus pies?

-He venido con amigos o solo, no había venido con ninguna chica-confesó.

-Qué cliché-reí en burla.

Llegó hasta mi lado y me mojó con lo que escurría de su cuerpo, bastante juguetón.

-Ven a bañarte... Debes vivir la experiencia completa.

Asentí y me saqué el vestido que traía puesto y me acerqué al puente para poder saltar al agua, justo como él lo había hecho.

No me había puesto un bikini, pero si uno de una pieza que me gustaba mucho como se veía. Sentí la mirada de Luke en todo el trayecto y cuando estaba por saltar él se acercó a la orilla como si estuviese esperándome.

-¿Es seguro?-pregunté.

-Vamos Hale, no seas gallina.

Reí para mis adentro por lo que haría.

Salté y una vez que estuve abajo, solté de a poco el aire que había tomado para poder permanecer bajo el agua más tiempo.

Sentí como Luke me gritaba mi nombre asustado y cuando salí a la superficie no pude contener mi risa al ver su cara de preocupación.

Estábamos bastante cerca y me sostuve de tu hombro para flotar y poder controlar mis carcajadas.

-Eso no fue gracioso-frunció el ceño- Realmente me asusté.

-Ya relájate, Hemmings-dije con el mismo tono que usaba él.

Él negó con la cabeza nadé lejos de él disfrutando el agua.

El día estaba precioso y disfrutaba sentir el sol en mi piel y flotar en el agua, realmente había pasado un buen tiempo desde que no estaba así.
Luego de un rato, me acerqué a la orilla y estiré mi toalla para poder sentarme y comer. Luke me siguió y se acomodó a un lado mío abriendo las galletas y las gaseosas.

-Gracias-dije sincera.

-No hay de qué-dijo él.

-¿Jugamos cartas?-pregunté buscando entre las que había traído.

-Si ganó, debes invitarme a cenar de vuelta.

-Bien-dije meditando en mis palabras- Pero si yo gano... deberás cocinarme el almuerzo una semana.

-Hecho

Reí y pensé en lo interesante que esto se había vuelto. Nos reparti las cartas y empezamos a jugar "uno".

-¿Comida favorita?-preguntó Luke- Toma cuatro cartas.

Lo fulminé con la mirada al ver la carta que había lanzado.

-Lasaña, por supuesto- jugué mi turno siguiendo con el juego- ¿Que te gusta hacer?

-Me gusta escuchar música, me gusta salir y leer. ¿Haz tenido novio?

-Debes saltar tu turno-deje la carta en el mazo- Tuve uno, pero no es algo que me guste hablar... ¿Tú cuántas novias has tenido?

-Ninguna. ¡Uno!-gritó.

Cuando el sol empezó a esconderse, ambos nos dimos el último baño y nos dedicamos a jugar y tontear en el agua.
Mientras caminábamos a la orilla, apresuré mi paso ya que Luke no dejaba de tirarme agua. Me tomó de la mano atrayendome a él y ambos caímos juntos nuevamente, solo que esta vez estábamos demasiado cerca para mí comodidad.

Cuando estaba por protestar él soltó una carcajada y me acomode mejor para reir con él.

-Idiota-reí.

Él sonrió complacido

Prohibido l.hDonde viven las historias. Descúbrelo ahora