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-¿Cómo puedes decir eso?-exclamé- ¡Es Taylor Swift, por Dios!

-Luke, siempre creí que eras bastante idiota, pero con esto lo confirmas, ¡Es Taylor Swift!

Entre la comida y risas, estábamos almorzando en la habitación del hospital de Michael, y mientras hablábamos de cosas triviales llegamos al asunto de qué música escuchábamos, entonces yo y Michael coincidimos que la mejor artista era Taylor.

-No es la gran cosa-se encogió de hombros.

Le tiré un puñado de maní mientras lo miraba ofendida.

-Creo que no debería seguir hablándote nunca más.

Reímos nuevamente, entonces me acomodé mejor en el asiento y revisé la hora. Ya debía volver a trabajar y eso era bastante triste, ya que lo había pasado muy bien con los chicos.

-Los veo luego, debo volver a trabajar-hice un puchero con mi boca.

-Bye bye baby-dijo Michael acomodándose en su cama para volver a jugar.

-Nos vemos en el departamento, Hale. No me extrañes tanto- Luke me guiñó el ojo.

-Culturízate de Taylor Swift y entonces podrás comer en mi departamento de nuevo-me burlé antes de salir.

Luke se paró y me siguió por los pasillos del hospital, empujándome con su hombro de forma amistad mientras me acompañaba al primer piso, donde estaba mi puesto de trabajo. Me sorprendí que me acompañara más no dije nada al respecto.

Caminamos bromeando sobre los tragos que me pagarían en el club una vez que me animara a ir, lo cual prometí que sería pronto. Cuando llegamos a la gran puerta de la sala de rehabilitación no pude abrir ya que se encontraba cerrada y los chicos aún no volvian de colación y no había ninguna persona que pudiera tener llaves cerca.

-Tocará esperar-comentó Luke.

-Creo que sí -me encogí de hombros.

-Gracias por lo de hoy, y gracias por preocuparte de Michael.

-No es nada-reí- Creo que me cae mejor que tú.

Luke se hizo el ofendido mientras me miraba intensamente, haciéndome sonrojar.

En un movimiento rápido me apegó a él mientras pasaba su creciente barba por mi cuello haciendo que carcajeara.

-¿No soy tu chico favorito?-preguntó en juego.

-¡No!-contesté.

-¿Y así?-preguntó mientras hacía un puchero y ponía unos ojos parecidos a los del gato con botas.

-Así podría pensarlo.

Ambos reímos, Luke aún no quitaba su mano de mi espalda, que me acercaba a él, y a mí no me molestaba en realidad su cercanía. Aunque si me ponía nerviosa.

Me hacía sentir como una niña de nuevo, sonrojándome como si fuera una jovencita de 17. Y eso si me asustaba un poco, ya me había prohibido a mi corazón empezar a sentir algo por cualquier persona.

-¿Qué harás en la noche?-preguntó él.

Sentí un pequeño infarto. ¿Me estaba invitando a una cita?

-Tengo trabajo... Necesito hacer unos informes que Calum me pidió.

-¿Puedo acompañarte?-Preguntó él - Puedo llevar la cena.

-¿Comida china?-pregunté emocionada.

él rió y asintió con su cabeza. Entonces vi a Jenna y Zed acercarse a nosotros.

Jenna me miraba sonriente, malinterpretando nuestra cercanía. Entonces me di cuenta lo cerca que seguía de Luke y me solté de su agarre.

-Hola Josephine-Saludó Zed- Ya veo porque nos plantaste.

-Lo siento, estaba con unos amigos-me excusé.

-Ya veo-dijo Jenna Con una sonrisa burlona.

-Chicos, él es Luke Hemmings-lo presenté- Luke ellos son Jenna y Zed, solo falta Calum pero ya lo conoces.

-Un gusto-saludó a ambos- Bien, entonces nos vemos después, Josephine-me miró. -Qué tengas una buena tarde.

Besó mi mejilla y se despidió con la mano de los chicos y avanzó.

Zed abrió la puerta con llave y Jenna enredó su brazo a mi codo, mirándome con picardía. Ella insistió en conocer todos los detalles, que de hecho no existían. Solo le comenté que era mi vecino, que éramos amigos y solo eso.

-¡No te mira como si fueran amigos!-Ella rió.

No quise insistir más en el tema y solo dejé pasar el tema.

El resto de la tarde fue tranquila, todos bromeábamos de vez en cuando sobre ir nuevamente mañana al gimnasio, incluso Calum insistía que debíamos ir los cuatro. Yo solo guarde silencio sin prometer nada.

Cuando llegué a casa, me sentía cansada por levantarme una hora más temprano, por hacer ejercicios y por el día de trabajo. Antes de ir a marcar pasé por la habitación de Michael verificando que estuviera bien y cómodo. Él estaba feliz ya que debía estar todo el día acostado y nadie le decía nada por jugar en su teléfono todo el día.

Cambié mi ropa por mi pijama y me preparé un té de hierbas. Se suponía que Luke vendría a acompañarme mientras debía hacer informes de los pacientes que tenía, al menos no estaría sola.

Mientras iba a mi pequeña home office, puse música para trabajar a gusto.

Las horas avanzaban y mi estómago comenzaba a sonar del hambre pero Luke aún no llegaba. Cuando eran las nueve de la noche, me cansé de esperarlo y apegué mi computador, para acostarme.

Me sentía molesta con él por plantarme. Y él debía tener una buena razón, de lo contrario, no pensaba dejar pasar esto.

"Jo, ¿vienes con nosotros mañana?"- me llegó un mensaje de Calum.

Habían estado hablando en un grupo de Whatsapp sobre juntarnos nuevamente antes del trabajo para ir al gimnasio y desayunar todos juntos.

Había descartado ir, ya que pretendía quedarme hasta tarde hablando con Luke.

¿Por qué siquiera me molestaba tanto que él no estuviera aquí?, quizás porque no me había escrito siquiera para excusarse.

"Claro, Calum. No vemos allá" -Le respondí. 

Prohibido l.hDonde viven las historias. Descúbrelo ahora