Prohibido l.h

11

-¡No sé por qué accedí a esto!-exclamé cansada.

El fin de semana había transcurrido normal, sin interrupciones y el domingo solo disfruté el día sentada en mi sillón viendo series.

En la noche del domingo me llamó Jenna invitándome al gimnasio donde iban con Zed y a veces Calum antes del trabajo, para que me uniera a su estilo de vida saludable. Y ahora no sé qué pensaba al haber aceptado su invitación. Ni sé cómo pude despertar una hora antes y ni hablar de cómo mi cuerpo se negaba a levantarse más temprano.

-Vamos Jo-rió Jenna- No es tan malo, te da energías para empezar el día.

-Estoy rojísima y sudada, ¿Por qué quisiera empezar así el día?-insistí.

-Ya te pareces a Calum quejándote-Intervino Zed también riéndo.

Dejé de trotar y me fui a bañar para poder cambiarme ropa e ir al trabajo, definitivamente dudo mucho que mañana me uniera a su rutina de mierda.

Una vez lista, esperé a los chicos para irnos juntos al hospital, en donde compraríamos el desayuno, ya que no me dió el tiempo de hacerlo.

"Hoy no topamos, Es muy triste empezar así el día" vi en mi teléfono un mensaje de Luke.

Luego del asunto de Michael intercambiamos los teléfonos para poder comunicarnos, y se había vuelto su pasatiempo favorito bromear por mensajes o insinuarse, igual que siempre.

"Uy si... que lástima. ¿Cómo está Michael?"-textie de vuelta.

"Fue a medico y lo operarán en una hora, tal como tu dijiste"

"Nunca me equivoco ;)"-escribí riendo.

"Que ego, Hale. Creía que ya nos habíamos saltado esa etapa"

Cuando llegué al hospital, me senté junto a los chicos y Calum que estaba ahí para poder tomarme un café cargado y poder empezar el trabajo con más energía, ya que el gimnasio se llevó las poca que tenía esa mañana.

-No puedo creer que me perdí a Jo protestando toda la mañana-rió Calum.- Cuando empecé a acompañar a estos dos locos era igual.

-Llamaré al primer paciente-dije yo, sin ganas de que me siguieran fastidiando.

La mañana pasó rápido entre pacientes y trámites, así que para cuanto eran las 12 del día y me quedo un tiempo, revisé en el sistema a Michael y leí que había salido de la operación y se encontraba en una habitación esperando a que el doctor fuera a verlo.

-Tendré que escaparme un momento al quinto piso-expliqué cuando ordené mi espacio.

-Debo ir también-dijo Calum- Vamos juntos, Jo.

Asentí y ambos salimos de la sala de rehabilitación para adentrarnos en el ascensor no sin saludar de vez en cuando a las personas que pasaban por nuestro lado.

-¿Y tú a qué vas?-preguntó Calum curioso.

-Un amigo salió del quirófano y no tengo pacientes hasta la tarde- confesé.

Ambos salimos juntos del ascensor y caminamos animados y haciendo bromas sobre mi mañana en el gimnasio con los muchachos. En busca de la habitación de Michael me encontré con Luke que estaba esperando en la sala de espera.

-¿Hale?-dijo él.

Sonreí y vi como su mirada se dirigía a mi acompañante y sus facciones se endurecieron.

-Vaya, Luke Hemmings-dijo Calum extendiendo su mano como saludo.

-¿Se conocen?-pregunté aunque fue bastante obvio que sí.

Entonces recordé cuando Calum me comentó de él, hacía no mucho tiempo.

-¿Cómo está Michael?-le pregunté.

-Aún no me dejan entrar a verlo-respondió.

Miré a mi alrededor buscando algún médico de turno pero ninguno apareció aquí.

-¿Crees que podemos entrar?-le pregunté a Calum.

-Podríamos intentarlo.

Le hice una señal a Luke para que no siguiera y él se pegó a mi lado avanzando hasta la habitación de Mike, quién debía estar despierto y quizás almorzando.

Cuando cruzamos la puerta, ninguna enfermera dijo nada, ya que íbamos con Calum, quién saludaba a algunas personas.

-No sabía que eras tan famoso-dije en tono de burla.

-De hecho, no conozco a nadie en este piso. Solo actúo como si supiera que estoy haciendo.

Ambos soltamos una carcajada sonora mientras vi por el rabillo del ojo como Luke volteaba los ojos sin atisbo de risa.

Cuando entramos a la habitación, Mike estaba jugando en su teléfono y soltando algunas palabrotas mientras estaba atento a la pantalla.

-Supongo que ya está bien-dije volteandome a ver a Luke, quién sonreía de lado.

Mike nos miró percatandose de nuestra presencia y nos regaló una gran sonrisa.

-¡Miren qué trajo la ola!-dijo contento. -¡Si es Jo y Luke! ¿Qué hiciste para traer a Jo contigo? ¿También la sacaste de su trabajo para que pudieran estar juntos?

-Yo estaba preocupada por ti, tonto-dije mirandolo mal- De hecho, yo traje a Luke aquí.

-Y yo traje a estos dos aquí-dijo Calum.

Mike miró a Calum y abrió mucho los ojos, se acababa de percatarse de su presencia y quedó algo impactado.

-Calum Hood.... Vaya, ¿Cuánto tiempo ha pasado?-dijo él.

-No lo sé-se rió- ¿Cómo te ha tratado la vida?

La conversación se volvió entre ellos dos, entonces me senté al lado de Luke quién estaba ajeno a lo que pasaba.

-Pensé que habíamos hecho una rutina de vernos cuando sales corriendo hacia el trabajo-comentó él.

-Esta mañana me pasé al gimnasio-reí. Luke también me veía divertido- Lo odié cada segundo. Pero supongo que debo bajar cada comida chatarra que comemos.

Él rió y me quedé observandolo.

Se veía tan apuesto, lo opuesto a mí que tenía mi uniforme clínico y una coleta desordenada.

-¿Sabes como salió la operación de este idiota?-preguntó inclinándose hacia adelante, y acercándose a mí.

-Está bien, quizás hoy le den el alta o mañana como mucho. Lo leí en el sistema.

-¿A qué hora sales a colación?-preguntó entonces.

-Oye rompecorazones-habló Mike- Pensé que me comprarías algo para mí así no comía esta porquería que dan aquí. Sin ofender-dijo mirando a Calum y a mí.

Reí nerviosa, porque no me había percatado de que la conversación se centraba en nosotros ahora.

-Todos los pacientes dicen lo mismo, no te preocupes-respondió Calum- Bien, los dejo, debo buscar a un residente que me iba a derivar pacientes.

Él salió por la puerta y Luke y Michael de daban miradas raras, como si hablaran un propio lenguaje.

-¿Qué comeremos entonces?- Habló finalmente Michael.

-Aquí cerca, hay un local muy bueno donde venden de todo-me adelanté en decir.

-¿Comes con nosotros?-preguntó Luke.

-¿Por qué no?, a las dos debo volver a trabajar.