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Mientras nos acercábamos a aquel café donde Thomas me había citado sentía nervios por verlo después de todos estos meses, pero ya no sentía nervios por algún sentimiento amoroso, sino que estaba dispuesta a ir, entregar su libro y terminar con esto de forma rápida. Ni yo deseaba verlo nuevamente ni él a mí.

Luke había intentado animarme toda la mañana desde llegar con el desayuno a la habitación para comer en la cama hasta ahora que intentaba hablarme de sus historias con Michael que buscaban hacerme reír.

-Vamos a la boca del lobo-bromeó una vez que estábamos abriendo la puerta de aquel lujoso café.-No estés nerviosa, ¡Tú puedes!

-Estoy tranquila, hagamos esto rápido.

Entramos riendo lo que llamó la atención de algunos presentes, entre ellos Thomas.

-Esa es mi esposa.

Apretó mi mano mientras me indicaba que se quedaría en un rincón haciendo hora.

Entonces levanté mi cabeza y lo vi sentado en una mesa junto a la ventana. Nada en él había cambiado, mientras yo me sentía como si fuese una nueva mujer. Llevaba su cabello oscuro peinado hacia al lado y su ropa lucía impecable. Ya no me sentía intimidada bajo esos ojos marrones y eso me hacía sentir fabulosa. Realmente había salido de mi corazón después de todo este tiempo.

-Hola-saludé mientras tomaba asiento frente a él.

-Hola Josephine.

-¿Cómo has estado?- pregunté por cortesía, realmente esto se sentía bastante tenso.

-Bien, pero no tanto como tú. Veo que has llegado bien acompañada.

Asentí incomoda. ¿Realmente quería reclamarme algo después de todos estos meses?

Rodé los ojos y entendí que nunca volveríamos a llevarnos bien como alguna vez lo fue. Entonces rebusqué en mi bolso su libro y lo dejé encima de la mesa frente a él. Thomas parecía divertido con la situación y verme molesta por su actitud, como le gustara seguir causando sentimientos negativos en mí.

-Bien, aquí está el libro que tanto quería-le dije finalmente. –Debió colarse en mis cosas cuando me fui.

Él me miraba sin expresión lo que me parecía aún más incómodo.

-O quizás te lo llevaste para que esto pasara y nos viéramos en la necesidad de volver a reunirnos-me acusó.

Me sentía indignada por su comentario tan descarado. ¡Por eso me fui!, para no volver a verlo. Estaba dando todo de mí y controlarme

-Me voy, esto no tiene ningún sentido.

-¿Ya te quieres ir?, No quieres tomarte un café conmigo...-me miró con el ceño fruncido

-No es una buena idea, Tom. De todas formas creo que ya no tenemos nada más que hablar, ¿O me equivoco?

-¿Crees que me interesaba este tonto libro? -Me lo mostró y lo tiró de forma brusca sobre la mesa- Quería verte y hablar... Intentar solucionar nuestros problemas pero veo que has buscado un reemplazo bastante rápido.

Le dio una mirada rápida a Luke. Intenté contar hasta diez para no responderle a gritos y cantarle todas sus verdades de la manera en que se lo merecía. Yo era mejor que él y no me rebajaría a hacerle una escena en un lugar público.

-No hay nada que solucionar entre nosotros, Thomas. Tú y yo terminamos hace cinco meses, si había algo que hablar ahora es tarde. Esperé que me buscarás pero comprendí que eso nunca iba a pasar y ahora intento rehacer mi vida y creo que lo has hecho también.

Él me miró incrédulo. Esperaba que estuviera sufriendo y que además saltará de alegría por reunirnos de nuevo pero verlo no hacía que mi corazón saltará. Lo mejor que pude haber hecho había sido terminar.

-¿Cómo querías que te buscará? ¡Me bloqueaste de todos lados!

Elevó la voz lo que hizo que mirara a todos lados y la gente nos viera. Luke me miraba atento buscando una señal que le indicara que debía intervenir aunque negué con mi cabeza para no armar un escándalo.

-¿Y qué esperabas que hiciera, Tom?-dije solo para nosotros-Por favor borra mi número y no me contacte nunca más.

Me paré colgando mi cartera al hombro y sintiéndome empoderada por dejarle las cosas claras de una vez por todas y aquella seguridad me duro realmente poco, ya que sentí su agarre firme en mi muñeca impidiéndome que avanzara. Él ejercía presión fuerte lo que me hizo soltar un quejido mientras forcejeaba porque me soltara.

-¿Quieres saber algo más que te borrará eso sonrisa que tienes?, Tus sospechas eran ciertas, querida-dijo él acercándose a mí- Nunca fuiste la única. En el tiempo que estuvimos juntos hubieron muchas chicas con las cuales estuve mientras tú esperabas por mí en casa.

Oh Dios mío.

-Suéltala si no quieres que te golpee frente a todos-dijo Luke.

Nunca lo había escuchado tan enojado en todo el tiempo que llevaba conociéndolo. Me giré a verlo y me guiñó un ojo como queriendo que calmara mis nervios y que podía manejar esta situación.

-Mira, si es tu novio-dijo Tom.

Él cedió su agarre en mi muñeca sin soltarme del todo.

-¿Este es el sujeto con quién me reemplazaste?-siguió él- Pensé que tenías mejor gusto, Josephine.

-No me hagas reír-quité mi brazo de forma brusca y me acerqué aún más a Luke.

Ambos nos acercamos a la salida. Me sentía muy abrumada con todo lo que había pasado y sentía unas ganas enormes de llorar de la rabia e impotencia de saber que Tom siempre me engañó pero no quería derramar una sola lagrima en su presencia, eso sería darle la victoria de esta guerra.

Luke tomó cara entre sus manos buscando alguna emoción y pese a que le regalé una sonrisa débil, él me atrajo a sus brazos y me apretó a su pecho.

-No dejes que sea lo que sea que haya dicho te afecte, Hale-me pidó.

Asentí y cuando le iba pedir acercarnos al auto, Tom salió por las puertas del café y nos miró sonriendo complacido de habernos encontrado. Sentía como venía el segundo round.

-Pensé que me cambiarías por algo mejor, Josephine. –dijo petulante- No con alguien que parece un vagabundo de pelo largo.

Reí con gracia ya que Luke no parecía un vagabundo, era un hombre muy guapo y toda mujer que pasaba se volteaba a verle.

Luke era consiente que era admirado por la población femenina y es por eso que rio con ganas por el intento de insulto que había recibido. Entonces decidí acabar por esta pelea con lo único que podría herir su ego.

-¿Sabes algo?, este mismo hombre al cual denigras es el hombre que más placer me ha dado en la cama, algo que tú en todos los años que llevamos juntos nunca pudiste.

Vi como su cara se desfiguraba y se le borraba la sonrisa que tenía. En un arrebato tomé en mis puños la chaqueta de Luke y lo acerqué a mi altura y entonces lo besé frente a Tom.

Luke estaba sorprendido pero me siguió el beso y una vez que se nos separamos caminamos al auto en paz, finalmente y cuando estábamos dentro, entonces rompí en llanto por la nueva información entregada.

Tom me engañó durante cinco años. Mis sospechas siempre fueron ciertas y mis celos nunca fueron injustificados.

Luke a mi lado pasaba una mano en mi espalda dándome ánimos.

Prohibido l.hDonde viven las historias. Descúbrelo ahora