Prohibido l.h

19

-¿Tienes todos tus documentos?-preguntó Nora por tercera vez.

Me reí con Luke a mi lado, quién era el copiloto.

-Te estás tomando muy a pecho tu rol de madre, ¿Lo sabías?.

-He sido la que está pendiente de todos en este auto, incluido el picadillo para el viaje.

Asentí mientras hacía partir el auto.

Finalmente y con nervios partíamos hacia Nueva York, sentía miedo e inseguridad por volver a ver a Tom e intentaba disimularlo aunque creo que tanto Nora cómo Luke lo habían notado.

Las primeras horas del trayecto pasaron entretenidas, con música y cantando fuerte, luego vino el hambre en donde gracias a Nora comimos galletas que había horneado la noche anterior y luego de comer, ella y su hija se acomodaron a dormir. ¿Quién como ellas?.

Luke iba fiel en su papel de copiloto, poniendo Cheetos en mis labios y poniendo buena música de sus grupos favoritos y de vez en cuando una que otra canción de Taylor Swift se colaba.

-¿Quieres que maneje yo el resto del camino?-preguntó.

-Está bien, cuando paremos a echar gasolina hacemos el cambio.

Él asintió.

No habíamos hablado sobre lo que pasó en la madrugada del viernes en su departamento y lo agradecía un poco, pero por otro lado, me moría por preguntar si eso significaba algo. Nada había cambiado en nosotros y era algo muy bueno, ya que hasta ahora, era el amigo más cercano que tenía en Greenville. Si podía llamarlo así.

-¿Me vas a contar que es eso que debes hacer allá?-preguntó juguetón.

-Mmm... no creo, si te lo digo tendría que matarte.

-¿Acaso no he sido un buen copiloto? Creo que me he ganado el saber-rió.

-Solo si me dices que debes hacer tú-negocié con él.

-Hay unos clientes que han buscado mis servicios-admitió él.

-¿Servicios sexuales?-reí.

Él soltó una sonora carcajada como si no esperara esa pregunta. Él se veía tan relajado y eso me daba tranquilidad.

-No, Hale...no ese tipo de servicios-dijo rodando sus ojos- Creo que nunca te lo comenté pero soy abogado.

-De hecho, creo que sé muy pocas cosas de ti-pensé en voz alta- Nunca me has dicho nada tan profundo.

-Tu nunca has preguntado-le restó importancia.

Y es verdad... nunca nos habíamos sentado a conversar sobre él, su familia o lo que él realmente quería hacer y me sentía mal por haber preguntado nunca antes.

-¿Qué hay de ti?, ¿Ya me dirás a qué vas tú?

-¿Prometes no juzgarme?-dije dudosa.

-¿Tú si vas por servicios sexuales?-bromeó.

Negué mientras él me miraba atento, como expectante a la respuesta que diría.

-Debo juntarme con mi ex novio.

Elevó sus cejas y algo en su rostro cambio. No sabía my bien qué o por qué. Era extraño pero sentía la necesidad de poder explicarme y que él no sacara conclusiones erróneas.

-En realidad-seguí- Tengo algo importante suyo, y debo entregárselo. Si por mí fuera, no estaría haciendo este viaje. Debí pedir permiso en el trabajo.

Él asintió no muy convencido pero no insistió en el tema.

Cuando paramos en una gasolinera ambos bajamos, él a comprar agua para el viaje (que aún nos faltaban dos horas para llegar) y yo para poder cargar combustible. De regreso al auto, no volvimos a tocar el tema de Thomas, pero en cambio me dijo algo bastante más interesante.