Sí, había faltado al instituto las últimas semanas de éste, ya eran las vacaciones largas y la pelirroja seguía aislada en la obscuridad de su casa, sin Georgie y con Kyu, pero ésta última no le prestaba atención, dormía como si no hubiera mañana y maullaba cuando quería comer.
Llamaron a su casa, diciéndole que debía pagar el alquiler y de no ser así, la desalojarían, pero realmente no le importaba, le pidió a las pequeñas cigarras que dejaran de cantar, tomó la cuchilla y corto sus muñecas, ésta vez no por Curtis, por que él era feliz y no tenía la culpa de ella no lo fuera, ni por Georgie, porque se había suicidado por propia felicidad también y ella no lo era, ni por Louise, aunque debería, porque murió por su culpa, si no por Antonella, la rubia que nunca le daría atención y que estaba con Stanley, cegada por su apariencia de "chica buena" y de más.
Y ella no se merecía lo que le estaba pasando, pero aún así le pasaba y sin ninguna restricción de ninguna acción o palabra vigente en el vocabulario vulgar que pudiera hacerle daño o alguna estupidez cometida por puro deseo de hacer daño, una que otra onomatopeya al sentir un golpe en su mente, es decir, uno en su costilla y ¡bang!
Y es que no podría luchar contra ello, el egoísmo que aquella sombra, sí, no recibía el nombre de "persona" con ella, era una sombra, que lo único que hacía era asustarte y desaparecer en la obscuridad, porque obviamente es obscura también, pero si la necesitas actuará con sinismo y aceptará a tu petición, y ahí será cuando actúe, esa será su jugada, el hacerte sentir mal, y eso a ella le causará satisfacción, porque lo qye quiere es eso, tu sufrimiento, pero no puedes sufrir más si lo eres.(...)
El tiempo pasó tan rápido que no se percató que al perderlo, no sólo perdía una única cosa, si no una persona, una persona tan linda que sufría demasiado, y no tenía una nube en la que caer y amortiguar el golpe, no, todo el impacto iba hacia a ella y recaía.
Antonella quería ayudarle, pero, ¿a dónde iban los corazones rotos?
Y ella no lo sabía, pero quizá Leonella sí, y, joder, cuando más le necesita ella desaparece de la faz de la tierra, así como así, sin darle razones u opciones, ni un sí, ni un no.
Quizá le había dolido no estar con ella cuando aquellos la golpeaban, pero Stanley no le permitió, y dicen por ahí que el amor puede traspasar cualquier barrera, y una de esas barreras era Stanley.
Pero si el amor puede traspasar cualquier barrera, ellas debían estar juntas, y no separadas, como en éste mismo instante.