- Se llama Klaus, es un mercenario ruso y dió aviso que se escaparon Ghost y Soap. Al parece los mantuvo, según él los encontró en la carretera, al medio día, y que los trajo a éste lugar hasta ayer en la noche. Dice que Ghost lo atacó. También dice que torturó a Soap y que no abusó de él. Faltan varias de sus pertenencias, entre ellas, su comunicador y celular descartable.
Tanto Graves, como su equipo, Price y Gaz se encontraban en aquella cabaña. Uno de los Shadows había avisado que alguien había nombrado a ambos hombres en una comunicación con otra persona.
Y ahí lo tenían, preguntando para saber absolutamente todo lo que había pasado.- ¿Dónde están?.
- No lo sé. Tú puto soldadito de mierda me golpeó con una pala en la cabeza y huyó llevándose mi camioneta y mis pertenencias, incluida mi billetera.
- Ow. ¿Y acaso pretendes que llore o sienta lastima?. - Price había sido irónico, notando la molestia del otro, cosa que también lo hizo reír con ironía. - ¡Me vale una mierda tu camioneta, tus pertenencias y tu puta billetera!. ¡Torturaste y casi abusas de uno de mis soldados!. ¡Casi matas a Ghost ahogado!. ¿¡Y te preocupa tu billetera y camioneta!?. ¡Ojalá que Ghost ya la haya prendido fuego, una lástima que tú no estabas dentro!.
- ¡Muérete, hijo de puta!. ¡Tú y tus putos soldaditos van a pagar!. ¡ARDERÁN EN NOMBRE DE SHEPHERD!.
- ¿Qué has dicho?.
- ¡Lo que escuchaste!. ¡Ésta guerra la provocó tu jefe, y créeme, no vamos a parar!.
- Ajá. Todo tuyo, Graves.
Se fue de aquella habitación, dejando que Philips Graves se encargue del hombre.
Tenía bastante claro que todo ésto era a causa de Shepherd. Sólo deseaba encontrar a sus compañeros de una vez por todas.
Cada vez que estaban cerca de ellos, parecían estar más lejos. Debían de encontrarlos antes de que la organización de ése terroristas los encuentre primero...