Habían pasado ya tres semanas desde que ambos hombres se reintegraron al equipo, y una semana desde aquella confesión y discusión entre Jhonny y Simon.
La situación actualmente era tranquila, pese a que Simon no confiaba en el teniente que tanto tiempo pasaba con Jhonny. Incluso había pedido trabajar junto a él, cosa que Price aceptó sin duda, logrando quitar a Jhonny del equipo Alpha... Algo que lo había alegrado en lo absoluto a Simon.
Intentaba tolerar las actitudes del otro, en cierto aspecto Jhonny tenía razón al decirle que él mismo le había pedido mantener lo suyo en secreto, así que ahí estaba ahora, soportando el trato que tenía el teniente con Jhonny.
Escuchaba rumores de que el tipo tenía preferencias ya que dejaba que Jhonny sea líder de su equipo. El equipo Zeta.
Lo único que le alegraba de ése equipo era que Christian Makarov le permitía a Jhonny desempeñarse en otros campos de combate, además de permitirle practicar con diferentes fusibles.
Era una buena oportunidad para Soap, sin duda, pero no confiaba en ése tipo.
También pensaba en Selina.
Lo curioso ahora era saber que la mujer había desaparecido así de repente. Había renunciado a su puesto de secretaria de Shepherd y sin discusiones o quejas simplemente desapareció. Le hacía dudar de que algo malo había sucedido o de qué algo no iba bien, pero, quería pensar que ella estaba sana y que se había ido por su bien mental. Sabía que seguir ahí no le hacía bien, así que intentó mantenerse positivo.
Ahora se encontraba con Roach, almorzando juntos ya que el hombre lo había invitado y sin dudas había aceptado.
Desde que Jhonny había sido cambiado de equipo, Roach ocupaba su lugar y realmente no se quejaba por eso. Pues, ya antes había trabajado con él y sabía muy bien lo perfecto que era el otro. Siempre había tenido fascinación por su amigo y tenerlo de vuelta en su equipo sí que lo hacía muy feliz.
Le hablaba acerca de la próxima misión que tenían. Pues, debían de viajar a Berlín para terminar con el asunto de los rusos. Ujum, tenían entendido que ahí estaban, así que esta noche partirían a misión.
– ¿Y Jhonny?.
– Con Makarov, haciendo de las suyas, supongo.
– ¿A qué te refieres?. – Roach alzó una ceja sin entender a qué se había referido su amigo. Éste simplemente suspiró, dejando su almuerzo de lado y así mirarlo con seriedad.
– Iban a entrenar juntos. Últimamente eso hacen. Ir al campo de tiro, salir a trotar, a caminar. E incluso hacen ejercicios juntos. Según tengo entendido, el teniente quiere asegurarse de que Jhonny sea excelente en el campo de batalla... – Había sonado algo molesto y bastante celoso. Ya casi no pasaba tiempo con Jhonny. Pues, se veían solamente en las noches y aveces tenían tiempo en las tardes...
– Eso no tiene nada de raro o de malo.
– Lo tiene cuando sabes que Christian Makarov se enamoró de tú pareja y hace hasta lo imposible para pasar tiempo con él, y en lugar de que tu pareja ponga un límite, simplemente se lo permite.
– ¿Será que no le pone límites porque es su teniente?. – Nuevamente vió al otro suspirar pesadamente. – Creo que te haces ideas que no existen, Simon. Sí, quizás el hombre esté enamorado, pero por algo Jhonny sigue a tu lado. No te hará lo mismo que Selina y lo sabes.
– Sé que tienes razón...
– ¿Y entonces?... Confía en Jhonny, amigo. Porque incluso yo siendo él, te mandaría al diablo. Porqué, créeme, llega un punto en que uno se cansa de situaciones así...
Sabía que Roach tenía razón y eso lo hizo sentir peor. Confiaba tanto en Jhonny que podría darle su vida y sabía que estaría bien cuidado, pero, Christian... Sus intenciones no eran buenas y le dolía que Jhonny no se fuera cuenta de eso.
¿Cómo advertirle?.
