Capítulo 10

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¿No les ocurre que cuando les gusta alguien o están enamorados, lo único que hacen es pensar en esa persona? En qué estarán haciendo, en que si estarán pensando en ti o no, piensan en los perfectos que son casi todo el maldito día?

El último pensamiento del día les pertenece a ellos, al igual que el primero apenas despertamos.

Intentas cambiar para ser más atractivo para esa persona, cambias de ropa, te arreglas más, comienzas a hacer ejercicio, te cuidas, etc.

Te hacen querer ser mejor persona.

Estás con cambios de humor constante, estás más torpe de lo normal, más alegre. Irradias felicidad y nada es capaz de molestarte si es que tus pensamientos son dueños de tu persona especial.

Esos eran todos los síntomas que yo estaba teniendo y lamentablemente, yo no fui la única que notó el cambio en mi.

Estábamos en hora de almuerzo, Valen y yo estábamos sentadas solas para poder hablar más tranquilamente.

Muy bien Calle, me debes algunas explicaciones, para empezar ¿por qué te dejas usar por las chicas? Y segundo, ¿por qué estás tan torpe y distraída últimamente? —cuestionó.

Oh no.

Tú sabes que me encanta ayudar a los demás, y que no me cuesta nada hacerlo, tengo que admitir que me irrita un poco que me pidan taaaanta ayuda pero es que no sé como negarme —respondí evitando su segunda pregunta, que ya sabía por el camino al que nos guiaría.

Necesitas más carácter Calle, hemos hablando mucho de esto. No puedes dejar que jueguen contigo, te mereces más que toda esa mierda. Si fueran tus amigas de verdad no te harían pasar malos ratos — ¿Por qué era tan sabia?

No merecía a una amiga tan buena como ella y más aún sabiendo lo que le estaba haciendo a su familia.

El sentimiento de culpa me invadió así que me lancé a sus brazos y la apretujé con todas mis fuerzas.

Por favor prométeme que siempre seremos amigas pase lo que pase. Eres lo mejor que me pudo haber pasado, no te enojes conmigo por ser tan tonta, yo te quiero mucho —hablé con voz afligida y sin soltarla.

Sentí lágrimas formarse en mis ojos pero me aguanté las ganas de llorar. Parpadeé varias veces para que se fueran.

Wow, esto no me lo esperaba —dijo correspondiendo mi abrazo. —Yo también te quiero tontita, es sólo que me molestar verte tan ciega, debes hacerte escuchar —volvió a aconsejarme y yo asentí.

Ella tenía razón, no podía seguir dejando que me pasaran por encima y que me usaran.

Está bien, prometo que desde ahora en adelante me pondré a mi primero y aprenderé a decir que no —le aseguré con confianza mientras me separaba del abrazo.

Esa es mi chica, así me gusta. Espero que mantengas tu palabra... ahora volviendo a lo anterior... ¿me explicarás por qué andas tan torpe? Ya de por si eres distraída pero ahora... olvidaste tu celular en el salón tres veces este día y el profesor te regañó por no prestar atención, además no olvidemos el incidente en el que tiraste al suelo a un niño pequeño porque ibas mirando a la nada, el pobre se lastimó la rodilla —me hizo recordar mientras reía.

Si, no me lo recuerdes, me siento la peor persona del mundo. Su madre me miró con tanto odio que he tenido pesadillas con ella un par de veces —le conté y ella volvió a reír.

Le gustaba cuando yo sufría.

Bueno y me vas a contar que sucede o tengo que leerte la mente —preguntó impaciente golpeándome en la cabeza para que le prestara atención.

La mamá de mi mejor amiga [caché] - AdaptaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora