Capítulo 45

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Calle POV

Sentía el frío entrando por cada uno de mis poros.

Yo amo el frío, pero este en particular no me gustaba, sentía que quemaba mi piel.

Cuando por fin sentí una pequeña fuente de calor, me tardé medio segundo en seguirla y llegar hasta ella, intentando impregnarme de este. De inmediato la sensación de calidez y seguridad que este me brindaba me tranquilizó.

Yo siempre he odiado el calor, pero este en particular me tenía enamorada. No podía vivir sin el.

Era de esperarse que al despertar, me diera cuenta de que estaba como koala sobre Poché. Seguramente a mitad de la noche me habré descubierto y entre sueños busqué el cuerpo de Poché, que tanto me hacía sentir cuando la tenía cerca.

La necesitaba ahora más que nunca, luego de lo ocurrido ayer no podía evitar que miles de pensamientos tóxicos invadieran mi cabeza. ¿Y si en realidad yo era un error? ¿Y si soy una abominación? ¿Y si en realidad si arruiné la vida de Poché, Valen y Johann? Miles de preguntas como esas recorrían mi cabeza. Yo pensaba que ya las había superado pero los acontecimientos de ayer y las duras palabras de los padres de Poché solo hicieron que estas volvieran con cierta intensidad que yo no era capaz de controlar.

Me sentía culpable, pero lo que Poché me dijo antes de dormir de cierta forma me tranquilizó. Deseaba con todas mis fuerzas que yo en realidad la hiciera feliz, no me perdonaría hacer lo contrario.

Detestaba que Poché no tuviera una buena relación con sus padres, pero nada podía hacer yo si estos no ponían de su parte en quererla y hacer algo más que avergonzarse de quién era ella.

Ella era una mujer exitosa, cuyo nombre cada vez se hacía más conocido en la industria musical y no podía entender cómo no se sentían orgullosos de ella. Si hasta tenía un álbum que poco a poco ganaba popularidad ¿Qué más querían?

Eran igual que mis padres, cegados por el hecho de que nos enamoramos de alguien de nuestro mismo sexo. No podían ver más allá de eso, no podían ver el éxito que ambas teníamos, yo con mi carrera y ella con su música. Éramos grandes personas, pero ninguno de los cuatro era capaz de verlo.

Me daba pena, si, pero no podía hacerlos cambiar de opinión. Ya lo habíamos intentado y solo había resultado pésimo. Yo había terminado con un ataque de pánico, cosa que no me ocurría hace años, que no me permitió si quiera defender a Poché en el momento. Por suerte ella supo qué decir al igual que su hermano, del cual estaba bastante agradecida.

Ahora no podía parar de admirar su rostro adormilado. Sus largas pestañas y sus finos labios. Sus mechones de cabello con las puntas azules, tan lisos y largos. No me cabía en la cabeza lo mucho que la amaba, lo mucho que amaba cada parte de su cuerpo y alma, cada imperfección y cada detalle.

En lo único que pensaba era en que no quería que nada malo le pasara. Quería cuidarla de sus demonios, quería que no sufriera por el rechazo de sus padres porque yo sabía lo que se sentía eso, pero en mi caso, la pena fue reemplazada por rabia hacia ellos.
Los odiaba por hacerme sentir mal conmigo misma y creo que nunca sería capaz de perdonarlos por eso, por no velar por mi felicidad y es por eso que deseaba que Poché no pasara por lo mismo, que lo superara o que no le prestara mayor importancia, que no le afectara.

A pesar de que ella era mucho mayor que yo, no podía evitar sentirla como una niña pequeña a la cual deseaba proteger con todas mis fuerzas.

Sentí como se removía debajo de mi así que me bajé de ella para recostarme a su lado pero ella lo impidió cuando me abrazó por la cintura murmurando un "Nooo" bastante adormilado.

La mamá de mi mejor amiga [caché] - AdaptaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora