Capítulo 54

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Calle POV

El hospital estaba bastante ajetreado a esta hora en particular. Personas iban y venían por los pasillos blancos e iluminados, personas enfermas, doctores, familiares felices, familiares tristes, había de todo. Yo caía en la categoría de doctores por supuesto.

Había salido de mi consulta luego de cumplir mis citas con todos mis pacientes para ir a visitar a Valentina que era dada de alta hoy mismo en un par de horas, por lo que tenía que atravesar gran parte del edificio para llegar hasta la zona en donde se encontraban los pacientes hospitalizados.

Luego de cruzarme con varios conocidos y sacar una soda de la máquina expendedora porque la caminata me había dado sed, logré llegar hasta su habitación. Toqué la puerta y esta se abrió de inmediato. Fui recibida por Poché que al notar que era yo, sonrió amplio y me envolvió en un apretado abrazo.

Hola preciosa. Te había extrañado —me saludó contra mi cabellera mientras aún me mantenía entre sus brazos.

Luego de que nos separáramos respondí —Hola Pochs. Yo también te extrañé... aunque solo hayan sido un par de horas —ella me había ido a visitar esta misma mañana antes de que empezaran mis citas.

Me llevó desayuno y comimos juntas en mi escritorio, fue bastante agradable. Luego se fue y ha pasado en la habitación con Valen desde entonces porque yo debía volver al trabajo.

Aún así te extrañé —repitió insistente.

Yo solo solté una risita por su ternura y ella me besó en los labios rápido, sin darme tiempo a reaccionar.

Aún no sabía que éramos, no éramos nada. Éramos más que amigas, si. Pero no novias o algo menos. Estábamos en... no lo sabía. Ni siquiera sabía si tenía permitido besarla cuando quisiera o si ella tenía permitido besarme a mi. Es solo que no supe como reaccionar.

Las cosas andaban bien desde nuestra última cita en su yate. Poché había entendido mi inquietud y no me presionaba en nada, había respetado mi opinión y ambas acordamos tomarnos las cosas con calma. Después de todo solo estábamos viéndonos o saliendo de vez en cuando. La cosa aún no era seria.

Ni siquiera sabía si quería que las cosas se pusieran serias. La amaba, si. Pero ahora éramos distintas y no sabía si podríamos hacer funcionar lo nuestro. Ella era famosa y viajaba constantemente, mientras que yo estaba sumergida por completo en mi trabajo. Es un tanto difícil hacer funcionar una relación cuando hay distancia física de por medio y no hay tiempo para estar con el otro.

Ahora no teníamos problemas porque Poché acababa de finalizar su gira y no volvería a los escenarios en un largo tiempo, en algún momento tendría que viajar a otra ciudad para alguna entrevista o cosas de músicos según lo que me contó pero nunca se ausentaría por más de tres días. Pero cuando eso cambiara no sabría decir que pasaría exactamente con lo nuestro.

Mamá ya suéltala. Calle vino a verme a mí, no a ti y a tu coqueto trasero —habló a las espaldas de Poché su hija, la cual estaba con la voz algo rasposa por la posterior intrusión a su cuello.

Su brazo derecho tenía una intravenosa con suero y en su nariz había un respirador. Su cuello estaba cubierto por un gran parche de modo que con esta la herida de la operación pudiera sanar. No era menor que te abrieran el cuello y te removieran una glándula. Pero Val había respondido bien a los medicamentos y se estaba recuperando rápido, tanto que sería dada de alta en el tiempo que se estimó, es decir hoy.

Las vine a ver a las dos ¿Cómo te sientes? —pregunté separándome de Poché y acercándome a Val, que estaba ligeramente sentada y un montón de revistas estaban en su regazo, al igual que un gran tarro de helado de menta con chispas de chocolate.

La mamá de mi mejor amiga [caché] - AdaptaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora