Epílogo

3.6K 126 4
                                    

Poché POV

Al despertar aquella mañana todo pareció normal hasta que me percaté de la ausencia de mi esposa.

Me senté rápidamente en la cama y escaneé con la mirada toda la habitación pero no había rastro de ella. Según el reloj en mi muñeca eran las 6:30 am por lo que así se explicaba la poca luz. Me extrañé aún más con esto porque por lo general ambas nos despertábamos a las 7 de la mañana, nos arreglábamos, bueno... Calle se arreglaba y yo la esperaba hasta que estuviera lista para luego ir a dejarla a su trabajo. Todos los días eran así, sin excepción. Por eso hoy me sentí tan desconcertada. Calle no estaba a mi lado.

Rápidamente salí de la cama y sentí un escalofrío recorrer mi cuerpo al sentir el frío aire de la habitación golpear mi piel. Tenía tan solo puesta mi ropa interior. Rápidamente me puse una remera grande y salí en busca de Calle.

Primero fui hasta el baño pero ni rastro de ella había. Después caminé por el pasillo del departamento revisando en todas las habitaciones, incluyendo el estudio hasta que llegué a la cocina. Seguía sin encontrarla.

¿Calle? —pregunté a la nada. Todavía estaba algo dormida pero muy consciente y preocupada por la ausencia de mi esposa.

No obtuve respuesta así que seguí recorriendo el departamento. Esta vez fui hasta el living y fue ahí cuando por fin pude volver a respirar con calma.

Para empezar ella ni siquiera estaba en el living, estaba afuera en el balcón, sentada en una de las sillas mientras veía algo en su celular y comía de un paquete de galletas con su otra mano. Me reí por lo bajo y con cuidado fui hasta el ventanal que deslicé con lentitud para no alarmarla.

Buenos días —la saludé. De inmediato me estremecí por lo frío que estaba afuera. A Calle no parecía molestarle el clima, se veía muy a gusto tan solo con su pijama puesto.

Al escuchar mi voz de inmediato bloqueó su celular e intentó inútilmente esconder el ya casi vació paquete de galletas de chocolate.

B-Buenos días Poché ¿Q-qué haces despierta tan temprano? —preguntó algo nerviosa mientras que con el dorso de su mano quitaba las migajas de galleta de su rostro.

Te podría hacer la misma pregunta Calle —le respondí caminando más cerca de ella y apreciando como progresivamente se ponía cada vez más nerviosa. No sabía que le pasaba, por qué estaba actuando tan extraño, por qué había bloqueado su celular tan rápidamente o por qué estaba despierta a esta hora.

Yo umh... —no pudo terminar de hablar porque se distrajo con mi proximidad. Me senté a horcajadas en su regazo procurando dejar un espacio considerable entre nuestros torsos.

Tú qué... —la incentivé a hablar mientras introducía mis manos en su remera y comenzaba a acariciar su vientre con delicadeza.

Y-yo...

¿Por qué estás tan nerviosa? ¿Y por qué ocultaste tu teléfono? ¿Tienes una amante? —le pregunté no creyendo eso realmente. Calle era la mujer más fiel que he conocido en mi vida. Yo era la que tenía el historial manchado por como engañé a Johann con la mujer que tenía frente a mi ahora.

¡No! Por supuesto que no. Nunca haría eso y mucho menos ahora que estoy...

¿Embarazada? Si, estás embarazada de nuestro hijo así que si me estás engañando tendríamos muchos problemas —la detuve a la vez que comenzaba a acariciar su vientre de nuevo, esta vez con más cariño. Me encantaba sentir como este con cada día que pasaba se abultaba más. Calle ya llevaba 4 meses y medio de embarazo.

La mamá de mi mejor amiga [caché] - AdaptaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora