Capitulo 1

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Siempre me ha gustado más el frío que el calor, siempre me agobia la sensación de no poder escapar del sol y el fuerte calor que este emana, pero en cambio con el frío sólo basta con acurrucarse en una cama o ponerse un reconfortante abrigo y listo.

Creo que esa preferencia calza perfectamente con mi personalidad, soy fría y muy introvertida, no soporto estar rodeada de personas, odio el verano y todo lo que conlleva este, es decir, las fiestas, ir a la playa, juntarse en familia, el constante calor a donde sea que vayas etc... prefiero mil veces estar en mi habitación leyendo o investigando sobre algo que me guste con el aire acondicionado a tope. Me encanta aprender cosas nuevas así que me considero un poco nerd.

A mis cortos 18 años aún no he vivido mucho. Estoy por cursar mi último año de colegio y sinceramente estoy ansiosa por salir de aquí y descubrir el mundo. No puedo esperar para tener aventuras lejos de aquí.

En el colegio no soy popular y tampoco resalto entre los demás, tan solo soy otra alumna promedio. Lo único que me hace destacar son mis calificaciones.

Lo único que me ayuda a sobrevivir este infierno son mis cuatro mejores amigas Paula, Laura, Juliana y Valentina.

Esta última es muy especial, ella me ha ayudado mucho con mis problemas para relacionarme con otras personas y me ha dado mucha confianza en mi misma. Honestamente no sé qué haría sin ella y eso que nos conocimos hace dos años cuando ella se mudó desde Nueva York a Miami e ingresó a mi escuela. No sé en dónde estuvo toda mi vida y cómo es que pude sobrevivir antes de conocerla.

De inmediato las cinco nos hicimos inseparables aunque siempre Valentina se llevó mejor conmigo que con las demás. Siempre tuvimos mayor afinidad y confianza entre nosotras.

Estábamos por comenzar nuestro último año y ya no podíamos esperar para salir del colegio e ir a la universidad a estudiar lo que más me gustaba y apasionaba.





Valentina me invitó a su casa el fin de semana anterior al inicio de clases para hablar sobre lo que hicimos durante el verano y sobre lo que nos deparaba el nuevo año. No la vi ningún día de esos dos meses así que la extrañaba mucho y tenía demasiadas cosas que contarle.

Llegué a su casa a eso de las 3 de la tarde luego de almorzar. Era como la cuarta vez que venía a su casa.

Era un hogar precioso que se encontraba en un barrio de buena reputación, nada que se le pudiera comparar a mi humilde casa, que a diferencia de la suya se ubicaba en un barrio de mala fama.

Siempre me daba miedo el poder romper o ensuciar algo en su tan pulcro hogar. Todo era como de diseñador y estaba segura que cada mueble y decoración costaban una fortuna que no era capaz de pagar si es que rompía algo.

Cuando toqué la puerta de su casa, ella me recibió con una gran sonrisa. Su cabello castaño claro estaba atado en un moño desordenado y llevaba puesto un vestido verde veraniego.

¡Calle! Por fin llegaste, pensé que me dejarías plantada. No tienes idea de todo lo que te extrañé — se abalanzó sobre mi envolviéndome en un abrazo que me tomó por sorpresa y luego me arrastró dentro de su casa de manera apresurada.

Me llevó hasta su living y como siempre que estaba dentro de su hogar, me puse nerviosa. Siempre tenía ese miedo irracional de que podía romper algo con mi poca delicadeza.

Si, soy un poquito bruta y no sé controlar mi cuerpo del todo.

Yo también te extrañé mucho Val, no podía esperar para verte de nuevo — le dije honestamente mientras nos sentábamos en su impecable sillón blanco.

La mamá de mi mejor amiga [caché] - AdaptaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora