—¿Quién era esa chica? —me preguntó enojada y con el ceño fruncido una vez que estuvo frente a mi.
Me reí.
No podía creer que en verdad me estuviera celando.
Con que derecho...
—Qué le importa, era solo una amiga. No somos nada como para que se ponga así —le respondí indiferente y con la verdad.
Por dentro estaba muy feliz porque claramente mi plan para sacarle celos había funcionado.
—No sé a qué estas jugando pero no me gusta. No puedes andar dejando que cualquier chica te manosee —reclamó enojada.
¿Qué se creía?
—No María José, basta. Yo me meto con quien quiera, no me puede pedir exclusividad si no somos nada —volví a insistir.
Ella me iba a responder pero se calló, en el fondo sabía que yo tenía razón.
—No me importa, no me gusta verte con otras chicas —habló terca cruzando sus brazos sobre su pecho y desviando la mirada hacia el piso.
Me causó ternura su pequeño berrinche.
—Poché... —no pude decir nada más porque me interrumpió.
—Me molesta ¿está bien?... me molesta verte en los brazos de otra chica, no quiero que nadie más te toque aparte de mi. Te juro que le arrancaré las manos a esa niña si es que te vuelve a tocar un pelo —espetó enojada.
Que fuera tan posesiva me prendía y me daba algo de gracia. Podía ver lo complicada que estaba con todo este tema.
Enterró sus manos en su cabello y lo jaló un poco con desesperación, comenzó a caminar de un lado a otro con las manos en su cabeza mientras balbuceaba algo que no entendí y gruñía como un león enjaulado.
Dios, si que estaba enojada y teniendo problemas para entender sus propios sentimientos.
Detuvo su andar y se acercó rápidamente a mi, en un movimiento sorpresivo, me tomó por la cintura y me jaló hacia ella.
—Escúchame Daniela... sé que no somos nada pero me enferma verte con otras. Me estas volviendo loca y... y... me estoy desesperando, te deseo tanto en este momento —balbuceó mientras apretaba fuertemente mi cintura por donde se encontraban las aberturas de mi vestido por lo que podía sentir sus manos suaves contra mi piel.
Me acercó a su cuerpo y pasó sus labios y la punta de su nariz por mi cuello, haciéndome cosquillas mientras me olfateaba.
—Hueles tan bien —murmuró contra mi piel para luego comenzar a dejar besos húmedos y de boca abierta en la misma zona.
Me estremecí ante su contacto. Estaba tan caliente que me dejé llevar.
Me encantaba que fuera así de celosa.
—Eres sólo mía ¿escuchaste? —gruñó cerca de mi oído con frustración, mientras que con sus manos iba al cierre de mi vestido que estaba en la espalda para comenzar a bajarlo lentamente hasta la parte baja de mi espalda.
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Llevó sus manos hasta el frente de mi vestido y comenzó a bajarlo de modo que mis pechos quedaron al aire y sin previo aviso se metió uno de ellos a la boca. Con su lengua jugueteó con mi pezón mientras que con sus manos bajaba mi vestido hasta el suelo dejándome sólo con mis bragas negras y mis tacones. Jugó con mis pechos un rato más bruscamente jalando mis pezones con sus dientes y haciendo que soltara gemidos.
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La mamá de mi mejor amiga [caché] - Adaptación
Fanfiction¿Por qué nos enamoramos siempre de la persona menos correcta? Daniela Calle, una adolescente de 18 años descubrirá el amor en la persona menos adecuada, la mamá de su mejor amiga. ‼️ Alto contenido +18 ‼️ Adaptación