Irania (Academia de vampiros)

27. Feliz cumpleaños Irania.

Durante los días previos a mi cumpleaños me dediqué a ensayar una canción, la canción obvia "corazón de poeta", Joel era un buen maestro.

- ¿Algún motivo por el que te sientas culpable? - Joel me observó.

- no, estoy nerviosa por la fiesta de hoy - mentí - ¿Quieres dejar mi aura?, La fiesta es hoy... - suspiré.

- ¿Por qué has ignorado a Jonathan durante estos días? -

- no lo ignoro, solo he estado ocupada practicando magia, canto, entrenando con mis padres y con Demir, mis veinticuatro horas son divididas en eso y dormir. Además se suponía que hoy me invitaría a desayunar y no me dijo nada - la realidad es que tal vez, solo tal vez sí lo ignoraba un poco. A ver, el sexo fue increíble, todo era lindo pero no mentí cuando dije que él necesitaba su tiempo, pensar en él y su hijo, llorarle a su esposa de ser necesario y él me lo confirmó cuando, dormido, dijo su nombre. No es que me molestara pues Eva no era cualquier noviecita, era su esposa pero para mí fue una clara señal de que yo tenía razón.

- tengo entendido que tu papá lo llevó a una misión de reconocimiento, ya sabes con el fin de que se prepare mejor para su examen - levanté la mirada.

- ¿Quién más fue con ellos? -

- creo que solo ellos, creí que Demir iría sin embargo lo vi antes de venir - sonrió - ahora estás avergonzada -

- es que no sé, mi papá podría haber confundido algunas cosas entre nosotros y creer que hay más. No quiero que le dé una plática incomoda - miré la hora - ya es tarde... Deberían estar preparándose para la fiesta - le sonreí - tú también - asintió sabiendo que me estaba saliendo por la tangente - pongan muy lindo al pequeño Raphael -

Corrí a buscar a mamá, estaba en su habitación sacando su vestido. Un lindo vestido carmín.

- hola, má - me senté en la cama con una sonrisa casual - ¿Y nuestro camarada? - curvó esa sonrisa molesta de burla - ¿Lo has visto?, Ya es tarde, la fiesta comienza en tres horas -

- no, me dijo que saldría a algo importante - claro que sabía, comenzó a reír - si te preocupa lo que pueda decirle a Jonathan deberías estar tranquila, mi camarada es bueno, al menos no hablará con Zmey -

- ¿Ese es mi consuelo? - pregunté incrédula - no tiene nada que decirle porque nosotros no somos nada, no somos novio ni nada por el estilo - aclaré molesta.

- solo lo llevó a una práctica de reconocimiento para conocerlo mejor - miró el celular - ya están en la corte, ¿Quieres que nos arreglemos juntas? - asentí segura que las demás ya habían construido su propio salón de belleza. Grace y Sophie trajeron sus cosas también a la habitación. Me gustaba convivir con toda mi familia pero atesoraba los momentos en que solo éramos nosotras.

- ¿Y yo? - mi papá entró observando la habitación llena con nuestras cosas.

- camarada, te toca ir a alguna habitación de invitados - mamá le dio un beso en la mejilla, él la abrazó por la cintura haciendo un puchero.

- iré con los demás - se quejó - no es justo, tengo cuatro hermosas mujeres en mi vida que me corren -

Ellos salieron un momento de la habitación, fuí a ponerme el vestido, era lindo, pensé que no se vería tan sexi dado que apenas y tenía escote sin embargo, las telas transparentes dejaban mucho al descubierto desde la cintura al pecho. Me gustó como se veía aunque no recordaba que fuese así cuando lo probé antes.

Cuando mamá volvió me ayudó a arreglar mi cabello, a maquillarme y peinó a las gemelas, parecía pensar en algo que la hizo reír.

- en algún momento pensé que moriría a los dieciocho... Y mírame ahora peinando a tres hermosas hijas, estoy feliz -