Caminaba por la carretera, estaba lloviendo, las únicas luces pertenecían a los coches que pasaban a más de 120k/h y los rayos de la tormenta. Temblaba pues lo único que cubría mi cuerpo era un vestido, sentía las piedras bajo los pies.
Al otro lado de la carretera varios strigoi me observaban, se burlaban de mi condición. Más adelante podía observar a Isaac y Carolina, ellos me sonreían. Conocía ese bosque, el camino llevaba a la corte, traté de avanzar pero los coches me evitaban el paso, ellos me dijeron adiós con la mano antes de avanzar. Tras de mi unos dhampirs y morois llamaron mi atención, me tomaron de la mano hasta llegar a unas cuevas, había mucha gente secuestrada, todos usados como alimento de strigoi
- ayúdame - Era Eva, aunque se tornaba transparente, era como un fantasma, al menos como yo imaginaba que eran - quiero salir de aquí, unas cadenas la sujetaban a algo. Era su versión strigoi que sin el menor esfuerzo me lanzó hacia afuera, sentí como me rompía las piernas y lanzaba a la carretera, lo último que vi fueron las luces de un coche.
Abrí los ojos, estaba en el suelo del comedor, todos me observaban como un bicho raro, mi mamá me abrazaba
- sé donde están - me levanté sin escuchar lo que decían - están utilizando a muchos como alimento - avancé a la puerta - debo ir por ellos -
- ¡Irania! - mi padre me tomó por los hombros y me sacudió. Al fin pude entrar en razón. Los miré sin comprender qué había de malo
- tranquila, dinos el lugar y nosotros iremos - mi madre me trataba como si en algún momento pudiese atacar a alguien
- estoy bien - la calmé - ¿qué pasa? - al fin lo comprendí, tuve una visión sin querer, otra vez me desmayé, por eso estaban preocupados. Miré hacia atras - mamá... -
- Irania, ven, vamos a tu habitación - la seguí aún sin entender por qué no comenzabamos a preparar a los equipos.
Subí las escaleras contando los cuadros que había, los escalones, todo
- ¿cómo te sientes? -
- camarada, estoy bien - le dije - debemos ir, es cerca de aquí -
- tuviste una visión espontánea - me aclaró mamá
- aja, eso no importa, lo que sí importa es que sabemos dónde están -
- no es normal, hija, ya habías controlado esto - papá comenzó a recorrer la habitación - Nasor y Neferet no saben qué sucede, la magia aumenta tu don, te hace más poderosa pero tus poderes están descontrolados -
- ¿me escuchaste? Sé donde están - me levanté - es importante usar lo que sé e ir y salvar gente - los miré a ambos - son mis poderes y lo controlaré como lo hice hace años - ladeé la cabeza - solo que será después de que todos estén a salvo -
Ambos se miraron sin estar convencidos - prepararé un equipo - mi papá besó mi frente y salió - tú te quedarás aquí - dijo
- no pensarán que me perderé la acción -
- no se trata de eso, debes descansar. Tus poderes son un enigma mayor que los míos, al menos conmigo tuve a las dignas y el libro para ayudarme, aunque batallamos mucho, pero en tu caso... -
- el futuro cambia, si voy podría ver cualquier cosa -
- en ese instante serás muy vulnerable -
- mamá... -
La respuesta fue un rotundo no, cuando ambos opinaban lo mismo no había nada que pudiera hacer para cambiar su opinión, aún así fui llamada para la junta, armaron los equipos, incluso Jonathan iría, me miró al no escuchar mi nombre.
ESTÁS LEYENDO
Irania (Academia de vampiros)
Novela JuvenilInteligente y con carácter, toda una Hathaway